𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒┃𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐫𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫

Capítulo 31

LA NOCHE DEL TERROR II

AMELIA SE QUEDÓ SIN ALIENTO, LOS OJOS de Gally estaban llenos de locura; sus ropas estaban destruidas y sucias. Él se deja caer de rodillas al suelo y se queda ahí, su pecho moviéndose en pesadas y profundas respiraciones, mira alrededor de la habitación como un perro rabioso buscando a alguien para morder. Nadie dice ni una palabra, era como si todos creyeran que Gally era parte de su imagiación.

—¡Ellos los matarán!—gritó Gally, su saliva saltando en todas direcciones—¡Los Penitentes los mataran a todos... Uno cada noche hasta que se haya acabado!

Todos observaban a Gally mientras este se ponía en pie y caminaba hacia adelante, tirando de su pierna derecha con una severa cojera, nadie en la habitación movió ni un músculo, mientras lo observaban, todos lucían sorprendidos para hacer nada, incluso Newt estaba de pie con la boca abierta.

Amelia se encoge sobre ella misma, le resultaba mucho más aterrador que los Penitentes fuera de la ventana. La castaña reprime un gritó de terror cuando Gally se ditiene a unos pasos frente a ella; apuntando con su dedo sangriento a Thomas y Amelia.

—Ustedes—dice con un tono de burla tan pronunciado que estaba pasado de cómico a definitivamente perturbador—¡Todo esto es su culpa!

Sin advertencia levanta su mano izquierda en un puño y lo estampa contra la oreja de Amelia. La castaña gritó por la impreción y cae al suelo un poco aturdida, el golpe no había sido tan fuerte, pero Amelia aún no se recuperaba del todo de sus heridas. Thomas la toma por el brazo y la alza del suelo colocándola detrás de él.

Newt sale de su asombro y empuja a Gally lejos, el chico se tambalea hacia atrás y se golpea contra el escritorio junto a la ventana, la lámpara se cae por el costado y se quiebra en pedazos en la tierra, Amelia espero que Gally tomara represalias, pero no lo hace, solo se endereza mirándolos a todos con su loca mirada.

—No puede se resuelto—dijo en voz baja y calmada—. El shuck Laberinto los matará a todos shanks, los Penitentes los matarán, uno cada noche hasta que se haya acabado...Yo... Es mejor de esta forma—sus ojos cayeron al suelo—. Ellos los matarán uno por noche, sus estúpidas variables...

El cuerpo de Amelia temblaba cuando Gally la miró, verlo era aterrador pero escucharlo hablar resultaba perturbador. Amelia se siente incapaz de apartar la mirada del rubio, el miedo crecía dentro de ella como una enfermedar carroñera. Newt da un paso adelante.

—Gally, cierra tu maldito agujero... Hay un Penitente justo detrás de esa ventana. Solo siéntate en tu trasero y quédate tranquilo... Quizás se vaya.

Gally miro hacia arriba con los ojos entrecerrados.

—No lo entiendes, Newt. Eres demasiado estúpido... Siempre has sido demasiado estúpido. No hay forma de salir... ¡No hay forma de ganar! ¡Ellos van a matarlos a todos! ¡Uno por uno!—cuando gritó la última palabra Gally arroja su cuerpo hacia la ventana y comienza a romper los paneles de madera como un animal salvaje tratando de escapar de una jaula.