«Recordar es lo único que puede hacer para salvar a sus amigos»
(Fanfiction de la saga The Maze Runner)
(No se aceptan copias ni adaptaciones)
(Todos los créditos de la historia ORIGINAL pertenecen a James Dashner)
(MinhoxOC)
comienzo: 23/01/2021
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AMELIA DE INMEDIATO SINTIÓ una punzada de un mal presentimiento, la castaña se adelanta hacia las escaleras y le toma la mano a Thomas, este la mira por el hombro pero de inmediato le esquiva la mirada.
—Thomas, no se lo que pasa por tu tonta cabeza, pero es una mala idea—dice ella con tono neutro.
—No lo sabes, debo solucionar esto...necesito recordar lo que paso—le responde, lo último lo dice en un susurro pero Amelia logra escucharlo.
—Por favor, solo promete que no harás ninguna locura.
El castaño la mira de nuevo a los ojos, en ellos Amelia vio un brillo de terquedad y supo que Thomas no le iba a hacer caso por lo que con un suspiro de frustración deja ir al castaño, este desaparece por las escaleras. Amelia vuelve a la habitación, sin decir ni una palabra se sienta en el suelo recargando la espalda contra la pared, Marie se acerca a ella con un tazón repleto de sopa de tomate y galletas saladas.
—¿Sucede algo?—le pregunto su hermana cuando estuvo sosteniendo el tazón frente a la cara de la castaña y esta no reaccionaba. Amelia sale de sus pensamientos y toma el tazón entre sus manos, hasta ese momento ella no se había dado cuenta del hambre que tenía.
—No...esta todo bien—asegura Amelia rapidamente.
Marie la mira durante unos segundos, claro esta que la rubia no le cree ni una palabra, conocía a su hermana lo suficiente para saber que algo le molestaba, pero no quiso preguntar nada, comprendió que lo que estaba pasando no era fácil de digerir y no quería molestar a su hermana.
Cuando cayó la noche Amelia supo que sería otra noche en vela.
Los constructores habían entablado los huevos que dejaron los Penitentes que se había llevado a Gally y Adam, el resultado parecía como si un ejército de tipos borrachos hubieran hecho el trabajo, pero era lo suficientemente sólido para no caerse. Newt y Alby, quien finalmente se sentía lo suficientemente bien para caminar, que aunque tuviese la cabeza vendada insistía en un plan para que todos rotaran donde dormían cada noche.
Amelia termino en una larga sala en la planta baja con las mismas personas con las que había dormido hace dos noches atrás, el silencio se estableció en la habitación rápidamente. Amelia trato de averiguar si era porque realmente todos estaban dormidos o solo muy asustados para si quiera hacer ruido al respirar, todos esperaban en silencio, con la esperanza de que los Penitentes no llegaran de nuevo.
La castaña se remueve en sus cobijas con la incertidumbre martillando en su cabeza. Ella sabía que no iba a poder pegar el ojo, a pesar de que sabía que lo necesitaba, trato, y trato con todas sus fuerzas en mantener los ojos cerrados, se forzaba a relajarse, pero no tuvo éxito. La noche se prolongó, y el pesado sentimiento de anticipación era como plomo en el pecho de Amelia.