«Recordar es lo único que puede hacer para salvar a sus amigos»
(Fanfiction de la saga The Maze Runner)
(No se aceptan copias ni adaptaciones)
(Todos los créditos de la historia ORIGINAL pertenecen a James Dashner)
(MinhoxOC)
comienzo: 23/01/2021
fi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AMELIA CUMPLIÓ SU CASTIGO SIN REFUTAR, estuvo una semana completa en la cárcel, el tiempo estuvo en su contra pues esos siete días pasaron lentamente, estuvo endemoniadamente aburrida lo único que podía hacer era; dormir y pensar en lo sucedido una semana atrás, aunque Chuck y Marie la visitaron constantemente a espaldas de Alby y Newt, le llevaban comida a escondidas y pasaban el rato con ella.
Estar en la cárcel ayudo a su pierna a sanar más rápido, de vez en cuando un Med-Jack iba y le revisaba la pierna, cambiaba sus vendas y le untaban crema. Clint fue el último en revisarle y le dio instrucciones de no forzar su pierna o sino tendría que quedarse en cama otra semana, cosa que no le gustó mucho a Amelia por lo que acato la sugerencia y no camino mucho durante su semana en la cárcel.
El alba se asomó por los barrotes de la ventana, los rayos del sol iluminaban toda la habitación, Amelia se encontraba sentada en la orilla de la cama mirando a un punto fijo en el cielo que se podía apreciar por la ventana desde su posición de pronto la cara de Alby se asomó por esta asustándola.
Amelia suelta un gritó de sorpresa.
—¡Demonios Alby!—maldijo en voz baja.
—Ya es hora de salir—anunció—, a menos que quieras quedarte ahí un poco más.
Alby se veía de mejor humor, eso tomo por sorpresa a la castaña.
—Sácame de aquí—dijo con cansancio.
El moreno asiente y abre la puerta. Amelia se apresura a salir. Quería de nuevo poder estar a fuera y no dentro de una diminuta habitación maloliente. Y antes de que pudiese irse Alby la toma de la mano y hace que se detenga, este tenía de nuevo su ceño fruncido.
—Quiero advertirte que, si algo similar ocurre de nuevo, tu trasero será lanzado por el Acantilado, ¿estamos claro?—dijo totalmente serio, a Amelia se le pone la piel de gallina, sin más la suelta de nuevo y le lanza una mirada de advertencia antes de irse.
Amelia muerde con fuerza su labio.
—Sí, entendí—dice para sí misma, aquella advertencia le basto para jamás querer volver a acercarse de nuevo a las puertas del Laberinto.
Sin saber a dónde ir se mueve por todo el Claro hasta llegar a los jardines donde Zart le hace una señal para que se acerque.
—¿Todo bien novata?—dice como saludo. Amelia rueda los ojos y sonríe sin poder evitarlo.
—Deja de decirme así—riño al joven. —Vamos, tenemos mucho que hacer.
Así comienza el productivo día de Amelia en los jardines.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
