17) Shikadai

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Bien, definitivamente me sentía pesimo. Había sido el peor de todos los entrenamientos. 

Después de practicamente una hora pensando en cómo iba a expresarle mis disculpas y cómo lo haría para darle esos chocolates,  finalmente me acerqué para disculparme.

Papá tenía razón. Algo mas le había pasado a ella porque de pronto se había trasnformado en un pequeño ratoncito asustado. ¿Venganza?¿Trampa? Sumado al miedo que había sentido con esa amenaza en su cuaderno... Rumores que no eran ciertos... Tampoco olvidaría esa cara que me había puesto. Parecía que toda su personalidad fuerte y violenta se había diluido en tan solo unos segundos, para dejar en evidencia slgo que jamás creí que fuera ella.

Y comprendi que haberle regalado chocolstes fue una pesima idea. ¿Qué esperaba? ¿Que ella lo olvidara todo y los aceptara?

Sí... De cierta forma... Eso esperaba.

Tampoco olvidaré lo idiota que me sentí cuando me los rechazaba. Se me revolvió el estomago y se me apretó ligeramente el pecho. Debí parecerle un completo idiota de todas formas. No somos tan cercanos como para que aceptara algo así después de que hubiese pasado algo así. Debí imaginarlo. Me habría ahorrado ese rechazo.

Sentí la barra de chocolate golpear contra mi mano.

Suspiré mientras la recordaba todavía dandome la espalda.

Probablemente jamas iba a perdonsarme.

Saqué la barra de mi bolsillo psra mirarla mientras caminaba por el pasillo. Tenía rabia. Contra mi mismo por verme así de estupido tenía rabia.  No sé por qué, pero no podía dejar de sentirme como el estupido que siempre estaba siendo. ¿Asi cómo iban ellas a tomarme en serio? Debía parecerles bastante patético. Por supuesto que todo eso le resultaría repentino. Extraño y repentino. Papá no consideró eso.

Suspiré.

Pero bueno. Tomé la estupida barra. Mejor ni me ponía a pensar cuando fui a comprarla. Qué idiota. La tiré al suelo y luego la patie lejos. No quería verla de nuevo. Quería olvidar que había hecho eso.

Volví a guardar mi mano en los bolsillos. No dejaría que volviera a pasarme slgo como eso.

La imagen de ella volvio a llegar a mi cabeza. En serio se veía extraña y tensa. Como si...  si en realidad fuera a dañarle... ¿Dañarle por disculparme? En que universo tendría sentido algi como eso? Nadie desconfía de alguien que pide disculpas. ¿Por qué lo haría? Definitivamente no la entendía.

Seguramente pensó que la odiaba, y que mis diculpas eran falsas. Miré hacia abajo mientras caminaba. Bueno, al menos ya no tenía esa barra de chocolate en mis bolsillos recordandome ese estupido rechazo... pero mi cabeza no acababa de soltarlo. Era tan obvio que ella no iba a Aceptarlos... Y quizas eso me venia molestando. No sé si debí haberme disculpado.

Bueno... Papá me dijo que ella era libre de aceptar mis disculpas... Y no pensé que ls rechazaría. Aunque tampoco sé si lo hizo o no. Pero si no lo hizo,  ¿por qué no lo hizo? De ser yo, sí me habría perdonado. Estaba arrepentido, ¿Por qué no perdonarme? Ademas de rechazar mis chocolates... ¡¿y Por qué diablos le compre esos chocolates?! Frunci el ceño enojado. En el fondo estaba enojado conmigo. Ella no me gustaba ni me estaba gustando, pero quizas yo queria evitar sentirme tan idiota y culpable por lo que habia dicho, y ahora entendía que todavía seguía siendo igual de idiota y culpable por lo que había dicho. De no ser ese idiota,oo ella sí habría aceptado mi regalo. ¿No?

Probablemente no volveriamos a hablarnos. Y tampoco es
que hablaramos demasiado...

Suspiré cansado.

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