15) Yodo

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Una horrible sensación recorrió mi cuerpo. Cerré mi cuaderno y miré hacia el frente. Sentí mis manos algo más calientes, y mi corazón palpitando ultra aceleradamente. <<Dios! no está pasando>> rogué desesperadamente.


Tenía que salir y hablar con Erick.

Pedi Permiso para ir al baño, y de inmediato sali sin pensarlo. Sabía que estaba en ultimo año, y su sala quedaba en el tercer piso del mismo edificio.

Toqué la puerta y cuando el profesor me vió, yo pedi hablar con Erick un momento. Por supuesto, nadie me cuestionó. Erick se levantó y camino hacia afuera cpn una sonrisa y bastante sorprendido.

—¿Estas en una relación?

Aun mas sorprendido me miró.

—No.

—No te creo.

—Termine con mi novia antes de invitarte a salir si es que terefieres a eso.

Sí, a eso me quería referir.

—¿Ella lo sabe?

—¿Qué cosa?

—¿Que me invitaste?

Se encogió de hombros y negó con la cabeza.

—No, no debería.

Yo lo miré bastante seria.

—En serio terminaron las cosas con ella.

—No voy a salir contigo— me voltee para volver a mi clase de historia.

—¡Espera!

—¡No insistas! —además Tampoco quería.

—¡¿Interrumpiste mi clase solo para venir a rechazarme?!

Lo ignoré y sali de allí rapidamente. Volvería a mi clase. Volveria y me concentraria en la estupida clase...

Entre a la sala y me senté en mi puesto. Sentía que mi estómago se apretaba y todavia debia encargarme de eso. Di vuelta el cuaderno, y abri la tapa de forma que Shikadai no pudiera ver nada. Sería incómodo que alguien mas leyera eso. Intentsndo no hacer ruido saqué la hoja y la guardé en mi bolsillo. Haria como si nada de eso hubiera sucedido.

Mire mi estuche y me obligue a tomar un lapiz para dibujar algo aunque no me sentía bien. No me sentia nada bien. Mi corazón no dejaba de acelerarse. Intenté subir la musica un poco más.

Opte por mirar la ventana porque para dibujar no me quedaban muchas ganas.

De cierta forma estaba harta. ¿Iban a comenzar con esas cosas ahora? Bueno, mientras no saliera con Erick no tendria porqué suceder ese tipo de cosas.

Pero me molestaba que mi vida fuera tan injusta.

Después de conversar tanto ese recreo, había aceptado tener una cita con él, y hoy partía a cancelarla prácticamente minutos después. Tendría que salir de aquí durante el segundo recreo. ¿Cuánto tiempo habia durado todo eso? Nada. Prácticamente nada. Pero no cambiaria de opinión. Simplememte no cabiaria de opinión. No iniciaría con él una relación.

El timbre sonó.

Al instante me levanté porque había estado mirando el reloj. Salí de allí. Caminé rápidamente sin detenerme, subí al cuarto piso, y me encerré en uno de los baños menos concurridos. Bueno, aún así no estaba vacío, pero me encerraría en uno de los cubículos y fingiría estarlo usando.

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