37) Yodo

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Habia logrado pasar toda esa semana invicta. Mamá no tenia idea de que no podia ir a la escuela. La verdad, no habia extrañado nada esos días. Tal vez las tardes de entrenamiento con ellos... Pero de recordar lo que había sucedido el ultimo entrenamiento...

No, no queria recordar lo que habia sucedido. Nada habia sucedido.

Entre a la sala como acostumbraba y me senté en mi puesto junto a la ventana. Shikadai no llegaria hoy, pero debia... Hablar con Sarada. A los otros les habia contestado los mensajes. Si fui un poco cortante pero de manera amable. Se me hacía extraño que todos estuviesen pendiente de mi. Me incomodaba demasiado. Me costaba creer aue no fuera por lastima despues de que hubieran visto lo que me sucedio la semana pasada.

La clase comenzó.

Le escribí en un papel a Sarada para que hablaramos en el recreo, y me respondio que sí. Sabía que debia disculparme en persona y no por mensaje. No sabía como se lo tomaría, pero tampoco tnía razones para creer que me odiaría. De hacerlo me habría odiado hace bastante tiempo.

Cuando llego ese primer recreo qespere a que la sala quedara mas vacía. Sarada no se movio de su silla, y yo espere algo intranquila. Despues de un rato me levante y camine hacia ella.

—Hola...

Ella levanto la vista.

—Hola—sonrio levemente.

—Lamento... Todo lo que dije el otro día.

Hubo un silencio y no quise verla a los ojos.

—Bueno... Crei que... Tu habias ... No lo se. La verdad es que no sé. —No queria recordsr nada de ese dia—Solo no debi decirte todo lo que te dije.

—esta bien.

La mire. ¿No estaba enojada?

—¿Esta bien?

Ella asintió.

—Imagino que no fue fácil lo que viviste. Por eso siempre actuas asi y finges que no te importa la gente.

No me gustaba oir eso. Mire hacia el costado.

—No voy a hacerte daño. Ninguna de las chicas quiere hacerte daño. Tampoco los chicos.

Baje la vista y asenti.

—Lo siento.

—Esta bien —sonrio otra vez.

Hubo un silencio.

—Ire... —apunte hscia afuera— hablamos después.

Comence a caminar hacia la puerta. ¿En que pensaba? En invitarla? Sali de la sala. No tenia idea a donde ir pero quedarme en la sala con ella se me hacia extraño despues de hablar esas cosas. Tampoco podia invitarla a caminar conmigo cuando nunca lo hacíamos. Sujete mejor el gorro de mi poleron. No queria que se me viera el cabello. Todavia se notaba el ligero tono verde.

Pero me detuve en el pasillo. ¿Donde iría? Y si... Cerre mis ojos. No queria bajar al patio. ¿Y si volvisn a tirsrme pintua? Un escalofrío recorrio mi cuerpo y las nauseas aparecieron al recordar lo mal que olía todo eso. No. Jamas salía de la sala excepto para ir al baño, y tampoco quería ir  ahora al baño.

Me devolví. Si ponía mis audifonos en volumen maximo simplemente ignoraria todo lo que estuviera pasando. Cuando volvi a la sala vi a las chicas de segundo de pie grente a sarada.

—Es que esta suspendido.

—!¿Suspendido?!

Sara asintió.

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