25) Yodo

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(se recomienda leer desde el computador para poder mover la pantalla sin que se pause el video)



Después del juego yo me reuní con mamá, y ellos se fueron a disfrutar el helado de victoria. 

Seria una tradición después de cada juego, así que me pidieron no hacer planes para la próxima vez. Y Boruto nos había dicho que desde ahora ninguno del equipo se perdería nuestros partidos tampoco. Sonreí. Era extraño que me hubieran dedicado la victoria a mi. El esfuerzo fue netamente de ellos, no mío; pero Boruto insistió y solo tuve que agradecer.

Era extraño Ser trataDa así, pero no me iba a ilusionar. La gente suele cambiar. Y yo no necesitaba nada de ellos en realidad.

Llegué a casa en la tarde, con mi hermano y mi mamá.

Se me revolvió el estomago al recordar que pronto seria el concierto en la escuela y admití que tenía miedo. No había practicado nada desde que Erick me dijo eso. Tenía ganas ganas de tocar, pero me sentía mal.

—¿Qué harán?

Ambos miramos a mamá.

—¿Qué quieres hacer tu?

—Bruno, es que planeo reunirme con unas amigas.

—¿Aquí?—pregunte yo.

—No, no. ¿No tienen problemas con quedarse aquí? Hay comida hecha.

—Vamos a estar bien mama—se rio mi hermano— tu ve y disfruta.

Mama me miró.

—¿No ensayaras? Habías estado ensayando bastante...

—No lo sé...—mire a mi hermano.

—Jugare videojuegos en mi cuarto. Ni siquiera voy a oírte—se encogió de hombros— no estudio todos los días.

Bueno si nadie iba a oirme me sentiría mejor de tocar lo que quisiera.

—Llegare tarde asi que no me esperen.

—Adios mama—mi hermano comenco a subir las escaleras.

—adios—dije yo.

¿Y que me pondría a ensayar? Todavía no escogía la canción que podría tocar. Subí a mi cuarto y cerré la puerta. No tenía animales de piano, aun no era muy buena con el piano...

Tome la guitarra... Pero no pude tocar ninguna nota. «No eres tan buena» la voz de Erick me retumbaba en toda la cabeza. ¿Por qué ahora? Me senté al borde de mi cama a debatir lo que sucedía. Una parte de mi quería, otra parte no se atrevía. Una parte de mi quería ir al concierto, otra parte tenia miedo de quedar en vergüenza. No estaba a la altura de los demás alumnos que tocarían ese día. ¿Por que lo estaría? Prácticamente tuvieron ke convencer a los dirigentes para que yo...

Deje la guitarra a un costado. No quería pensar en que tocaría...

En eso tocaron a mi puerta.

—si?

Mi hermano apareció con un plato de comida.

—¿No vas a comer?

—Sí—me puse de pie.

—¿Por qué no tocas?

No le pude responder. Tome el plato y lo deje en el piso mientras me sentaba yo también a comer en el piso. Apoyé mi espalda en el costado de la cama.

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