Catch me

1) Yodo

Y aquí comenzaba todo de nuevo.

Sin ganas, me senté en el sofá. Después de saludar, obviamente, y después de un incómodo silencio que detestaba vivir una vez más.

—Bueno... —al oír ese tono de voz, tuve que mirar a la mujer que buscaba iniciar una conversación—... cuéntame, ¿cómo te fue esta semana?

Qué pregunta mas simple y a la vez mas hostigosa.

¿Como me había ido?... ¿Cómo decidiría contestar esa pregunta? Bueno, esa... esa era ya la tercera semana de clases del segundo semestre. ¿Qué podía salir mal? Era compañera de unos 24 adolescentes más. Todavía ni si quiera me aprendía el nombre de todos ellos ni estaba cerca de hacerlo. 

En realidad no me sabía el nombre de ninguno ahora que lo pienso. Solo a algunos podía reconocerlos por el apellido.

—Bien —contesté. ¿No es lo que todos esperamos escuchar?

Ella me miró sin ninguna expresión en particular, pero yo sabía que intentaba averiguar más sin querermelo demostrar. Su trabajo era no ser evidente. Supongo.

—¿Como te fue con la tarea que te di la semana pasada?

Entrelace mis manos mientras movía mis pulgares y adoptaba una postura relajada. Detestaba ir a esas sesiones, pero ella jamás lo sabría.

—mmm bien. No me quejo. —Solo quería irme a casa.

—¿Entonces conociste a alguna nueva persona?

—No realmente.

No puse absolutamente ni un esfuerzo de mi parte en llevar a cabo esa tarea. No un poco.

—¿Entonces?—sonrió ella.

—Bueno, —levanté mis cejas—simplemente me pidieron pasar una nota a uno que se sienta tres puestos delante mío. —suspiré— tuve que tocar el hombro del que estaba sentado delante mío, y le dije: pásaselo a Inojin. —sonreí—Eso cuenta ¿No es así?

Sabía que no contaba, pero ella solo me sonrió. Debía reconocer que me tenía paciencia. Me tenía paciencia porque ambas sabíamos que yo no quería estar ahí, y no le hacía nada fácil su trabajo.

De cierta forma esperaba que se cansara.

—¿Hablaste con alguna de las chicas?

Negué con la cabeza.

—Todas las que se sentaban cerca mio hablaban de los mismas temas aburridos. Cosas de chicas.

—¿Cosas de chicas?—en eso me arqueó una ceja.

—maquillaje, compras, ropa, chicos, moda tendencias... —suspire.

—¿Son cosas de chicas?

—¿Ha visto a un hombre hablando de maquillaje?—abrí mis ojos con sarcasmo.

—Los del taller de teatro. Sí. Con bastantes—sonrió amablemente.

Debía admitir que esa mujer era astuta. El punto fue de ella esta vez... Solo esta vez.

—Pero entonces dime, ¿Sobre qué temas te gusta hablar a ti?

La quedé mirando porque de pronto percibí que la conversación se volvía interesante. Sonreí ligeramente de lado.

—Usted gana. Me expresé mal. —ladee mi cabeza y la apoye el codo en el sofa—. Las chicas que me rodean, hablan de cosas que me parecen algo repetitivas, y superficiales. Nada profundas.