12) Yodo

145 13 20
                                    


Ese día entrenamos bastante y ya veía que los chicos iban mejorando.

Les había dado algunas instrucciones y entonces recordé que necesitaba llamar a mamá para que ese día me viniera a buscar a las 5 como había quedado de confirmarle.

El problema era, que mi teléfono se había descargado.

—¿Que sucede?

Shikadai se me acercó mientras iba por la botella de agua.

—me quede sin batería.

Él comenzó a beber.

—¡Vaya! —suspiré volviendo a dejar el celular en mi mochila. —Necesito llamar a mamá.

Miré el reloj. No quedaban mas de diez minutos de entrenamiento.

—si quieres puedes usar el mio.

Lo miré.

—¿me prestas whatsapp?

Asintió y luego me pasó el celular.

En seguida llegó Boruto, e Inojin para tomar algo de agua también.

Le mostré la pantalla a Shikadai, me lo desbloqueó y me lo pasó otra vez.

Abrí whatsapp escribí el numero del telefono de mamá. Ella estaba en linea. Le explique que me había quedado sin batería, y que la esperaría donde siempre en unos veinte minutos más. Envié el mensaje y espere a que lo leyera, y confirmara. No tardó demasiado. Salí hacia el menú de chats y justo cuando iba a apagar la pantalla, mis ojos se detuvieron en el chat del contacto que se titulaba «bruja estampita».

Sentí un intenso dolor en el pecho, y un escalofrío que me invadió por completo. No pude moverme. Por tres enormes segundos, no fui capaz de apartar mis ojos de ese titulo. Con algo de miedo abrí el chat para confirmar lo que todo mi cuerpo ya sabía y estaba sintiendo.

Mis ojos se aguaron sin poder evitarlo.

Era el chat que tenía conmigo. Las mismas frases que únicamente nos escribiamos... estaban ahí. Estaban todas ahí. Así que el me había guardado con ese sobrenombre.

Mi garganta se apretó.

Seguí mirando. Ahí estaban... Los mismos veinte diálogos donde le decía que no se olvidara de traer el equipo. No fui capaz de respirar.

Cerré mis ojos y apagué la pantalla. No podía creerlo. Intenté pestañear hasta sentir que mis ojos volverían a la normalidad. Lo miré y lo vi conversar feliz con Boruto e Inojin. Sonrió y en eso me miró.

Me había destrozado.

Admiti que leer aquello me había destrozado.

Bajé la vista de inmediato y me acerqué rápido. Le pase el celular sin atreverme a mirarlo otra vez. No podía... no lo lograría.

Me admití que no seria capaz de enfrentarlo esta vez.

—Ten— sabía que me estaba mirando. Yo no lo miré.

Mis ojos ya comenzaban a lagrimear otra vez.

Apenas tomó su celular, me di vuelta y caminé por mi bolso. Salí del gimnasio y me dirigí lo antes posible a los camarines. Mis ojos lloraban aunque yo todavía apretaba ni garganta.

Entré a uno de los baños y me encerré ahí con el seguro.

<<No importa>> me repetí. Aquello no debía dolerme ni importarme. Siempre había sido así. Apreté mi garganta todavía intentando no respirar

Catch meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora