💗|Capítulo 44

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Mafumafu veía atentamente la televisión, a su lado estaba Amatsuki, quien le daba de comer helado

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Mafumafu veía atentamente la televisión, a su lado estaba Amatsuki, quien le daba de comer helado.

Los últimos días se sintió mejor y pudo tener más controlada su necesidad. Hace unos días atrás Urata se había graduado al fin, Mafumafu le dio unas flores blancas para felicitarlo y ahora descansaban sobre la mesa de la cocina, cerca a marchitarse. Mafumafu sabía que Urata extrañaba mucho a Sakata, pero no decía nada, porque tenía la esperanza de que volvería pronto, igual a él.

Amatsuki habló con él sobre los años anteriores. Le dijo que fue su padre quien le prohibió acercarse a él y por eso tuvo miedo, y decidió finalmente huir, pero no sin antes decirle lo que sentía y pedir perdón por el mal amigo que fue. Mafumafu lo escuchó todo con más calma y sin sobresaltarse. Sabía que todo estaba en el pasado, aunque hubiera sido tan doloroso.

Prefirió ver hacia adelante y perdonar. Pero todo pareció caerse en pedazos cuando en la televisión vió que acusaban a su padre de secuestrar a Soraru.

Lentamente la irá subió por sus venas y arrojó el envase de helado. Quiso salir corriendo hasta donde estaban, pero sintió las saladas lágrimas bajar por su rostro y sólo se limitó a encerrarse en su habitación para llorar sin parar.

Sus pensamientos eran un completo caos.

Una parte suya le decía que todo era su culpa, que si jamás hubiera salido con Soraru su padre no le hubiera hecho eso. Y su parte más sensata le decía que nada era su culpa y que dejará de pensar en eso.

Mientras sus lágrimas bajaban por su rostro. Un desesperado Amatsuki tocó la puerta suavemente con sus manos.

No quiso abrir. No quería hablar con nadie.

— Mafumafu, tus hermanos están llamando —anunció Amatsuki.

Rápidamente se levantó del suelo y abrió la puerta para tomar el teléfono.

— Mafumafu... - sonó la voz entrecortada de Sakata

Y en silencio, lloro aún más. Porque había extrañado tanto a su tonto hermano y al fin lo lograba escuchar de nuevo.

— ¿Estás ahí Mafumafu? —preguntó Sakata al notar que el omega no respondía.

— Sí, ¡sí! Aquí estoy —dijo casi desesperado.

Se escuchó un suspiro del otro lado de la llamada.

— En unas horas estaremos en casa. Viene Soraru con sus padres porque quieren hablar acerca del compromiso.

Su respiración se cortó por unos segundos. ¿Acaso era lo que pensaba? Claro, su amado hijo fue secuestrado por el padre de su prometido. Con toda seguridad venían a romper cualquier tipo de unión con su familia.

— Mafu, no te asustes ni pienses de más. Solo espéranos.

— Sí Sakata.

Y colgó.

Lindo Omega ✧ SoraMafuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora