💗|Capítulo 45

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Despertar viendo el rostro de su omega era lo mejor del mundo

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Despertar viendo el rostro de su omega era lo mejor del mundo. Amaba con todo el corazón los cabellos blancos que caían en su rostro blanco y suave. Sus ojos cerrados dejaban ver sus lindas y pequeñas pestañas negras.

Su corazón latió con más fuerza cuando recordó el día anterior, y con cuidado bajó su mano hasta el estómago del menor.

No podía negar que la nostalgia llegó rápidamente a él al recordar ese día antes de que se fuera. Y que su omega haya recibido la noticia solo, hizo que sintiera que el pecho se le oprimía de solo pensarlo.

Él omega despertó por el contacto de una cálida mano en su estómago. Y vio frente a él, a Soraru. Se sentía levemente confundido, pero todos los hechos anteriores viajaron por su cabeza cuál cinta de película.

Entonces lo abrazó fuertemente, el omega abrazó con todas sus fuerzas a Soraru, dejándole sentir cuánto lo había extrañado.

— Te extrañe mucho, mi amor —, le dijo Soraru en un susurro.

— Yo te extrañe mucho más —se sinceró Mafumafu que sentía sus lágrimas bajar por sus mejillas.

Ambos sin darse cuenta estaban llorando. Las palabras pueden describir muchas cosas, pero en ese momento, solo querían sentir. Sentir la tristeza, nostalgia, pero a la vez, sentir la alegría de reencontrarse.

Después de unos minutos, Mafumafu se dio la tarea de secar las lágrimas de su alfa con cuidado y después depositó cortos besos por toda su cara. Entre las mejores cosas del mundo para él, una de ellas era poder demostrarle amor a su pareja.

— Soraru, no te lo pude decir directamente... — suspiró con calma — Estoy embarazado, estamos esperando por nuestro hijo... O hija.

Soraru lo miró con admiración. Sus ojos brillaron al escuchar la noticia, esta vez de parte de Mafumafu.

— Estoy tan feliz, Mafumafu.

Soraru abrazó una vez más a Mafumafu y acarició sus mejillas. No podía mentir para nada al decir que era el omega más hermoso que había visto y él era el gran afortunado que logró que el omega lo mirara. Y ahora un gran largo camino los esperaba.

Estaba tan feliz, al fin estaba feliz de que todo estuviera mejor.

Aquella tarde Mafumafu le estuvo contando cómo pasó los últimos meses. Le dijo que lo extrañó mucho y que él bebé cada vez crecía más. Le mostró algunas fotos de las ecografías.

Juntos rieron y hablaron sobre el futuro. Decidieron que lo mejor era irse a vivir juntos muy pronto, buscarían una linda casa donde vivir. El bebé sin duda recibiría un buen hogar y sus padres le amarían mucho.

Cuando empezaban a hablar sobre su matrimonio y sobre le fecha, el teléfono sonó. Mafumafu fue a contestar.

— ¡¿Qué?! —dijo casi gritando.

Lindo Omega ✧ SoraMafuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora