Una niña corría gritando por la casa.
— ¡Tío Mafu, tío Mafu!
Mafumafu, que estaba conversando con Urata volteó a verla. Se agachó para verla de más cerca.
— Dime, ¿pasó algo? —preguntó.
— Rinu se cayó y está llorando. —le avisó la niña, preocupada.
Mafumafu se alertó y corrió rápidamente a la sala de estar.
— ¡Bebé! —gritó al ver a su pequeña hija en el suelo.
La ayudó a levantarse y vio como un pequeño moretón se estaba formando en su rodilla. Fue a la cocina por un poco de hielo y lo puso sobre la rodilla de su hija.
— ¿Duele?
La niña asintió.
Por otro lado, dentro de la habitación, Urata suspiraba y pasaba su mano por su frente, preocupado.
— Tranquilo papá, no llegaremos tarde.
Urata bajó su vista y vio a su amada hija, la adoraba demasiado.
— Lo sé, bebé. Hoy es un día muy importante para tus tíos así que debemos apurarnos. —le dijo mientras le acariciaba la mejilla a la menor.
Mafumafu entró a la habitación.
— Lo lamento, mi hija tuvo un accidente —le dijo al estilista.
— Está bien. Podemos continuar ahora.
El estilista aún se encargaba del vestuario, una vez listo, continúo con su cabello y leve maquillaje.
— Realmente es muy hermoso, su esposo será el más afortunado —comentó el estilista riendo
Mafumafu sonrió.
Habían pasado exactamente 3 años desde que su pequeña hija había nacido. Mafumafu había logrado graduarse y consiguió trabajo, era ciertamente agotador pero estaba feliz de poder tener tiempo para su familia.
Soraru tambien se gradúo y pudo dirigir la empresa de su familia en Japón, siempre hacía tiempo para pasar junto a su hija y su futuro esposo. Recordó cuando le pidió que se casaran, siendo un par de jóvenes pasando a enfrentar la vida adulta, y aunque había pasado el tiempo, jamás dudó de su amor. Y así, una vez más, en su aniversario de noviazgo le propuso, otra vez, casarse; Mafumafu no lo dudó, durante esos tres años jamás dejaron de amarse.
Esos tres años estuvieron llenos de pruebas también. El proceso de demanda contra el padre de Mafumafu fue muy duro y en parte fue esa la razón por la que estuvieron posponiendo su matrimonio. Pero afortunadamente, todo salió bien para ellos y para sus familias.
Urata y Sakata se casaron hace unos meses atrás, vivían felices con su pequeña hija y planeaban pronto adoptar. Puesto que, para Urata el proceso de parto fue bastante difícil y la posibilidad de embarazarse de nuevo era muy baja. Tal parecía que les gustaba tanto ser padres que querían tener un hijo más.
ESTÁS LEYENDO
Lindo Omega ✧ SoraMafu
FanfictionMafumafu es un omega dominante que jura odiar a los alfas debido a situaciones dolorosas de su pasado. Soraru es un alfa que se acaba de mudar para ampliar sus conocimientos, pero sin querer, termina viendo más allá de la belleza de Mafumafu y queda...