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Soraru caminaba a casa después de un día muy cansado

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Soraru caminaba a casa después de un día muy cansado. En el camino, no dejaba de pensar en Mafumafu, lo consideraba alguien muy amable y divertido. Le sorprendía que las demás personas no vieran a Mafumafu como él lo veía, al menos eso parecía. ¿Por qué siendo una persona muy amable, estaba solo?

Yo también estoy solo, pensó.

La belleza de Mafumafu no era ninguna broma, y su personalidad, hasta donde le había conocido, era muy buena. Pero había algo diferente y que le daba mucha curiosidad; aquel día en que vio el cuaderno, sus letras eran diferentes, y no pudo evitar preguntarse: ¿Qué pasó en su vida para que haya escrito eso?

Sentía curiosidad, quería saber más de él, poder entender sus pensamientos y ¿Sus sentimientos?

— Vaya, tienes cara de alguien enamorado —suena una voz femenina.

Levantó su rostro y chocó con la mirada de su madre. No se sorprendió mucho por el comentario que ella hizo. De hecho, a ella le gustaba bromear a veces con eso. Y había una razón en específico, Soraru nunca había tenido una pareja y su madre deseaba verlo con alguien.

— No es eso, solo estaba pensado. Lo último que quiero en esta vida es enamorarme —bufó y miró a su madre quien llevaba bolsas de compras, rápidamente le ofreció su ayuda—. ¿Cuál es el motivo por el que llegaste aquí? —preguntó Soraru cambiando de tema.

Su madre no vivía con él, en realidad, ninguno de sus padres. Ambos trabajaban en el extranjero y ahora que Soraru había venido a estudiar a Japón, su madre iba a visitarlo de vez en cuando.

— Quería despejar la mente del trabajo.

— ¿Quieres que cocine hoy por ti?

— No, puedo hacerlo yo y debes estar cansado.

—Está bien —contestó resignado.

— ¿Cómo fue tu día?

— Bien, aún me cuesta acostumbrarme pero estoy haciendo un nuevo amigo, creo... —dudó.

— ¿Crees?

— Sólo me llamó la atención y quiero conocerlo.

— Soraru sintiéndose atraído por alguien, interesante —le dio un golpe leve con el brazo.

— ¡Mamá!

— ¿Es un lindo omega?

— Es un beta, así que no pasará nada, puedes estar tranquila.

— Mmm, igual te apoyaría, lo sabes.

Sí, lo sabía. Su madre era alguien de mente abierta y que aceptaría su decisión. Pero estaba seguro de que en ese momento, no quería un romance.

— Dije que no quiero nada con nadie, y es en serio —dijo cambiando su tono a uno serio.

— Bien, bien —se rindió su madre.

Mafumafu estaba esperando a Urata en la puerta de ingreso a la universidad y lo vio bajar de un automóvil rojo, que extrañamente le pareció conocido

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Mafumafu estaba esperando a Urata en la puerta de ingreso a la universidad y lo vio bajar de un automóvil rojo, que extrañamente le pareció conocido.

Urata le saludó.

— ¡Mafumafu! Me alegra tanto verte.

— ¡Hola, Urata! —dijo Mafumafu y se acercó a abrazar a su tierno amigo.

— Estoy realmente cansado, mi clase fue a una excursión y me perdí pero un amable chico me trajo de vuelta —confesó.

—¿Era un alfa? —preguntó alarmado Mafumafu.

— En realidad, no lo sé —respondió.

Mafumafu se molestó un poco, pero trató de mantener la calma y sonar seguro. — Urata, debes tener más cuidado, siempre eres tan despistado, me alegra tanto que estés a salvo y ese tipo no haya intentado hacerte daño.

Mafumafu estaba siendo sincero, le aterraba mucho que algo le pasara al omega y él no estuviera ahí para defenderlo. Afortunadamente, nada malo había pasado.

— ¡Lo siento, Mafumafu! —dijo apenado.

Mafumafu negó, dándole a entender que estaba bien y siguieron su camino a casa de Urata. Se había vuelto una costumbre para Mafumafu acompañar al otro omega a casa.

— Hoy un chico de mi clase me invitó a salir a la feria —comentó Mafumafu.

— Oh, ¿Es otro omega?

— No, es un alfa —dijo en seco.

— ¿Le dijiste que no, verdad? —Urata le miró intrigado.

— Le dije que sí

— ¡¿Eh?! —dijo alarmado sin ningún esfuerzo en mantener baja su voz, algunas personas voltearon a verlos.

Urata estaba más que sorprendido. Conocía el odio que tenía Mafumafu a los alfas; era muy extraño y sorprendente que haya aceptado salir con uno.

— Antes de reaccionar así, déjame contarte sobre él —suspiró—. Se mudó hace poco y está en mi clase, él es diferente a los demás... Cuando llegó, no se fijó en mí, no le atraigo, es amable conmigo, no le interesa enamorarse, es muy dedicado y jamás se ha atrevido a incomodarme ni mucho menos molestarme.

— Parece todo un galán —respondió y le empujó levemente con el codo.

— Él no está interesado en mí, ni yo en él. Solo somos amigos; tenemos cosas en común, él también canta.

— ¡Wow! Eso es increíble, estás congeniando con alguien, eso no se encuentra fácilmente. Tienes mi apoyo Mafumafu, diviértete y ten una linda amistad.

Urata se veía emocionado. Mafumafu se sintió feliz por dentro.

— Eso espero —ambos se detuvieron estar frente a la casa de Urata—. Ya llegamos Urata, cuídate y llámame si algo pasa, estaré siempre para ti.

— Mi buen amigo Mafu tan sentimental, ¡Nos vemos! —se despidió e ingresó a su casa.

Mafumafu sonrió, estaba tan feliz de tener un amigo.

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Lindo Omega ✧ SoraMafuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora