—Es increíble, es totalmente increíble -cerró la puerta de manera escandalosa.
—¿Quieres dejar de actuar cómo un maldito loco, Steve?
—No me hables de esa manera, soy el capitán y...
—Y mi novio también. Lo sé, pero eso no te da ningún maldito derecho a tratarme como hace unas horas, ¿okey? -ambos se miraban directamente a los ojos. En sus facciones solo había una emoción que se leía con facilidad, el enojo.
—No me hables de esa manera.
—Steve, basta, exageras las cosas. Entiende que si no hubiera entrado la información estaría perdida, esa era mi misión, la tuya era acabar con los de Hydra y rescatar a los rehenes.
—¡Estaba por explotar el lugar! -volvió a gritar.
—¡Pero aquí estoy, Steve, estoy viva!
Steve golpeó la pared, haciendo que la joven vengadora se asustara y diera un paso atrás.
—¡Debes de obedecer! -volvió a gritar.
—¡No soy de tu maldita propiedad!
Ella le respondió en el mismo tono elevado. Rogers sin medir sus acciones, levantó su mano, impactando contra la mejilla de la menor. La cara de esta se giró para el lado derecho, pues no esperaba ser golpeada, y menos por Rogers.
Su mejilla rápidamente comenzó a tornarse en un rojo que denotaba irritación. Llevó una de sus manos al área golpeada, sus ojos se llenaron de lágrimas debido a la rabia que sentía. Su boca estaba abierta debido a la sorpresa del golpe.
Los orbes azulados del capitán se llenaron de lágrimas, y cualquier muestra de molestia en su cara desapareció en el momento que su palma se impactó con rudeza en la piel delicada de su novia.
—Amor... amor yo... yo lo sien...
—Lárgate.
—Cariño.
—Dije que te vayas de aquí. Vete -su voz estaba sin su común tono calmado y tranquilizador.
—Cariño, no fue mi intención. De verdad, lo lamento tanto, yo no quería, pero...
—Steve Rogers, no quiero escucharte, sal de mi habitación ahora. No quiero verte por ahora. No quiero escucharte. No quiero que hables, solo quiero que te des media vuelta y salgas ya, ya, ya. ¡Ya!
—No me voy a ir. Deja de actuar así, te han dado peores golpes en las misiones, esto no fue nada.
La mujer salió de ahí, no dispuesta a seguir escuchando tales estupideces salir de la boca rosada del capitan. Caminando sin mirar atrás se dirigió a la sala de estar, ahí los demás se encontraban descansando. Fue hasta el mini bar que ahí tenían para servirse un whisky lo suficiente fuerte como para calmarse.
—Oye, niña, ¿quieres...? Mierda, ¿qué te pasó? ¿Te lo hiciste en la misión?
La castaña estaba por responder la pregunta de la rusa, pero el rubio oji azul entró, haciendo que su vista fuera hasta él. Los demás vengadores voltearon hasta el pequeño show que la pareja estaba montando.
Steve llegó hasta pararse frente a su novia, quien ignorando su presencia se sirvió un poco más de whisky.
—____________.
—¿Qué?
—Ya te dije, hablemos.
—Y yo te dije que no tengo nada de que hablar, Steve. Eso es todo, adiós, se terminó. -bebió su trago, pero Rogers sin medir su temperamento golpeó el vaso tirandolo lejos.
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One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)
FanfictionHistorias cortas de nuestro soldado y actor favorito.