Steve Rogers

4.1K 176 34
                                    

La pequeña niña rubia corría por los jardines de su pequeña escuela, junto a sus amigos. Los pequeños niños disfrutaban de los juegos que había en la escuela. Todos los recreos ellos jugaban a las atrapadas, los colores, policías y ladrones, escondidas, y todos esos juegos que los nenes suelen jugar.

Alexa se estaba divirtiendo, le encantaba correr, y difrutaba de pasar el rato con sus amigos. Tanto que había olvidado que en dos días sería el día de llevar a su padre, y explicar en lo que consistía su trabajo.

─¿Están nerviosos? -preguntó uno de los niños-

─No, ya verán, les va a encantar el trabajo de mi papá. -respondió Grace-

─¿Y de qué trabaja tu papá, Grace? -la tierna Alexa le preguntó a su amiga-

─Ya lo verán. ¿Y tú a quién vas a traer, Alexa?

─Pues a mi papá. -todos los niños se miraron entre si-

─Pero tú no tienes papá, Alex. -la rubia frunció el entrecejo-

─Sí tengo papá, mi papá es el Capitán América. -cruzó sus pequeños brazos en señal de molestia-

─Que mentirosa eres, Alexa. Tú no tienes papá porque estás fea, y eres una mentirosa, por eso tú no tienes papá. -los ojos de la niña se hicieron agua-

Los hermosos ojos azules de la pequeña, soltaban lágrimas llenas de dolor. Se fue corriendo a los baños, se encerró y se dejó llevar por el dolor. Y es que la niña jamás había visto o hablado con su padre eso era verdad, pero su madre le decía que era porque estaba muy ocupado salvando a el mundo. _______ su madre le prometía que cuando el mundo ya no corriera peligro, su padre regresaría a casa para estar con ellas para siempre.

Pero la realidad era otra completamente diferente. Era verdad que Steve Rogers era el padre de Alexa, solo que él jamás supo de la existencia de su primogénita, pues cuando _____ se enteró que estaba embarazada, él y ella habían terminado. Por la razón de que ______ se había cansado de ser un secreto.

La maestra de la rubia tocó suavemente la puerta, pero la nena no abrió, solo se limitó a responder desde su lugar.

─Me dijeron mentirosa. -fue lo que la pequeña le dijo a su maestra-

─Alexa, debes dejar de decir eso. Solo ponte a pensar, ¿ser la hija del Capitán América? No es muy creíble, amor. -eso hizo enojar a la niña-

─¡Pero es verdad!

─No, Alexa, y no vuelvas a gritarme, estás castigada por eso.

La niña abrió la puerta, asustando a su maestra y salió corriendo del baño, fue hasta su salón, tomó sus cosas y salió de ahí. Corrió hasta la salida de su escuela, con cuidado de no ser vista salió de ahí. Tenía pensado ir a la torre, pues sabía que su padre estaría ahí.

Con sus pequeños pies iba corriendo, hasta que pasó por Central Park, volteo varias veces para asegurarse de que no la estuvieran siguiendo. Al darse cuenta de que nadie iba tras ella, empezó a caminar con tranquilidad. Encontrar la torre no era tan difícil, pues desde cualquier lugar era visible.

La pequeña iba con lágrimas en su blanco rostro, caminaba mirando sus pies, su corazón latía rápidamente. Pero al mismo tiempo, estaba emocionada, finalmente conocería a su padre, y en su corazón ella esperaba que regresara con ella y su madre a casa, para estar juntos para siempre.

Después de 20 minutos llegó a la torre, la pequeña rubia se miraba tan adorable, pues aquella gran puerta la había verse más pequeña y sobre todo frágil. La gran puerta se abrió, y Alexa pensó que ya la estaba esperando su padre. Tomó los lazos de su mochila color lila, respiró hondo y empezó a caminar. Sus zapatos tipo charol se veían demasiado tiernos.

One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora