Steve Rogers

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La sala estaba algo fría, pero poco importaba. Los corazones de todos estaban al mil. Natasha, Steve y Sam eran los que lucían tranquilos y muy relajados, mientras que Wanda y Visión tenían otro aspecto muy diferente. __________ estaba aterrada, pero no lo demostraba, no quería hacerlo, pues sabía que en algún momento Rogers se enteraría de la verdad.

Iban de la mano, pues ya tenían bastante tiempo en una relación formal. Al final del pasillo se escuchaban unas voces, la castaña reconoció de quiénes eran esas voces.

Llegaron y la mirada del secretario se fue directamente a Steve, quien lucia una barba muy frondosa, Natasha dejó de lado su cabellera

─¿Y creen que todo está perdonado? No tienen vergüenza al venir aquí.

─La tierra perdió a su mejor defensor.  -le respondió Rogers- Y tampoco vine aquí por su permiso. Yo ya no pido permisos. Y si usted se mete, pelearemos contra usted.

El secretario miró por unos momentos con el entrecejo frunciodo a Rhodey quien estaba frente a él, volteó rápidamente, y volvió a ver al hombre de color que tenía frente a él. Pero algo en su cerebro hizo click, y con una sonrisa cínica volteó hasta ellos otra vez.

─Vaya, vaya, vaya... ¿pero a quién tenemos aquí? -la castaña agachó la mirada- Nada más y nada menos que a la ex agente ________ Miller. -Steve frunció el ceño-

─¿Ex agente? -le preguntó Steve a su novia-

─Steve, cariño...

─Ah, de modo que Rogers no está enterado de tu misión. -ella palidecio al escuchar aquella palabras. Steve soltó su mano, para colocarse frente a ella y pedirle una explicación-

─¿De qué está hablando, __________?

─Yo...

─Yo se lo digo, Rogers. -Steve se volteó para mirar al secretario- __________ fue una de mis mejores agentes/espia. Cuando usted liberó a los prisioneros que están atrás de usted, y la señorita Romanoff junto con el androide Visión escaparon. Mandamos a Miller para que los escontrara, después de localizarlos debía de mandar una alerta para que nosotros lo rastrearamos, para de esa manera llegar hasta ustedes y volverlos a encerrar.

─¿Es verdad eso?

─Cariño...

─Pero ocurrió que la muchacha, de un día para otro dejó de aparecer en sistema. No la podíamos localizar. Llegamos a pensar que incluso la habían capturado y asesinado. Pero -soltó una risa amarga-, ahora veo que me equivoqué.

Ross hizo sonar sus dedos, provocando que un puñado de armas salieran de las paredes, todas con una pequeña luz color roja apuntando directamente al pecho de la castaña.

─¡¡AAAAAH!! -gritó al ver todos aquellos puntos rojos apuntar a ella

─Eso es traición. -le dijo el secretario-

─Usted está loco. -le dijo la castaña- Por eso fue que decidí seguirlos a ellos, usted es un idiota. -sus ojos marrones buscaron con desesperación los ojos azules del rubio- Steve... yo, yo me enamoré de ti. Lo siento, sé que debí decírtelo pero...

One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora