Steve Rogers

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Sin lugar a dudas, hoy no había sido mi día. Después de todavía llegar tarde a ña cafetería en donde trabajo, los clientes estaban a tope, y la actitud de mi.jefe no ayudaba en mucho.

─¡¡_________!!, ¿¡qué no estás viendo que esos clientes te están hablando!? ¿¡eres ciega o qué!? -me gritó mi jefe-

─Lo siento mucho señor. Es que Mallory no ha llegado y yo sola no p... -un grito hizo que dejara de hablar-

─¡VE A DEJARLE EL CAFÉ A LOS CLIENTES, YA! -yo solo bajé la cabeza-

Tomé la charola, coloqué las bebidas que me habían pedido los de la mesa ocho. Y con todo el cuidado del mundo comencé a caminar hasta la mesa, pero hubo un grito de otra mesa quien pedía mi asistencia, cuando volteé para tratar de ubicar en donde me requerían, un grupo de muchachos aprovechó mi descuido, uno de ellos metió su mano bajo mi falda tocando descaradamente mis glúteos.

Yo grité por la sorpresa, retrocedi unos pasos, pues aquello me había tomado por sopresa. Al momento de hacer aquello, choque contra alguien, la charola que llevaba con las bebidas manchó la playera azul claro que llevaba la persona con la que había chocado.

Después de eso salió un grito de mi garganta, caí al suelo, lo que quedaba de café en los vasos terminó por esparcirse en mi ropa, mo cabello... toda la cafetería se quedó en completo silencio. Mi vista se fue rápidamente al cliente que había ensuciado.

Amablemente me tendió su mano, estaba por tomarla, hasta que sentí como alguien me tomaba fuertemente por la parte de atrás. Fue algo violento, y no fue necesario voltear para saber quien había sido.

─¡Eres una inútil! ¿Ya viste lo que ocasionan tus estupideces? -mi jefe estaba regañandome... otra vez- Disculpate con el caballero. -fue hasta ese momento en que vi al hombre que estuvo a nada de ayudarme. Era alto, fornido, de ojos hermosos, y un cabello rubio tan sedoso que juraría que sería lo más suave que mis dedos podrían tocar-

─Quiero ofrecerle una disculpa por mi torpeza, señor. Me gustaría pagarle la lavandería para quitar la mancha de café en su ropa.

─No será necesario, señorita. -respindió él, tenía una voz tan varonil, tan masculina- Pero no creo volver a este lugar.

─¡Me has espantado a otro cliente por tus estupideces, Dawson! -gritó de la nada mi jefe-

─Señor, yo lo lamento mucho, pero es que...

─Ya me cansé de tus excusas. ¡Estás despedida! -mis ojos se llenaron de lágrimas, mi corazón dolió al escuchar sus palabras- ¡¡LARGO DE AQUÍ!!

Salí del lugar a toda marcha, sin importar lo que las personas de ahí estuvieran pensando. Con las lágrimas corriendo por mis mejillas caminé a cualquier. Mi corazón estaba latiendo más rápido de lo normal. Llegué hasta un pequeño parque, estaba cerca de mi casa, pero me fui a uno de esos bancos.

Al llegar me senté, me quedé mirando el pequeño lago artificial que estaba justo al frente de mí. Llevé mis manos hasta mi cara, fue entonces que comencé a llorar como loca. Pero mi llanto fue cortado cuando escuché que alguien me hablaba.

Levanté mi vista, miré al mismo chico que minutos atrás había derramado la bebida caliente.

─¿Estás bien? -me preguntó con una preciosa sonrisa-

─Oh, es verdad. ¿Cuánto será por su ropa? -dije sin más. Comencé a buscar el dinero en mi monedero, pero la risa del rubio hizo que lo volteara a ver-

─No vine para eso, señorita.

─Oh, disculpa, es que yo... bueno...

─Solo quería saber como estabas. Ese hombre fue muy rudo contigo.

─Estoy bien... él es así. Bueno, es así conmigo. Lamento haberlo ensuciado, señor... -él se sentó a un lado de mio-

─Rogers. Steve Rogers, ¿y usted debe ser...?

─Dawson. ________ Dawson.

─Bueno, señorita Dawson, ¿me permitiría invitala a una buena cafetería? -mis mejillas no tardaron en ponerse rojas-

─Sería un placer, señor Rogers. -al voltear a ver su rostro pude darme cuenta de que él también tenía sus mejillas sonrojadas. Para mí eso fue demasiado tierno-

Meses más tarde en el complejo de los vengadores:

─¿Y cuándo vamos a conocer a esa maravillosa chica, Rogers? Ya hasta estamos pensando en que es producto de tu imaginación.

─Al parecer estar tanto tiempo congelado si le afectó a sus neuronas. -Natasha quién estaba a un lado de Stark no pudo evitar soltar una risa. Pero rápidamente se recompuso-

─Ya les dije que muy pronto conocerán a _________. -les volvió a repetir el rubio vengador-

─¿Sabes qué? Al diablo, la quiero conocer hoy. Habrá una fiesta damas y caballeros.

─¿Cuál es el tema a festejar? -preguntó el Dios del trueno-

─Conocer a la novia de Steve. -dijo Tony-

Después de un largo día de trabajo. Los vengadores comenzaron a ir cada quien a sus hogares. La mayoría se quedó en el complejo, para prepararse para la fiesta. Todos excepto dos de ellos. Tony se fue a su mansión para estar con Pepper, y Steve también se fue a su pequeño hogar para estar con su novia.

Mientras pasaba las calles de New York en su motocicleta, estaba pensando como le diría a _______ que finalmente conocería a sus compañeros de trabajo, a sus amigos. A su familia. Al llegar, bajó de su motocicleta caminó unos cuantos pasos hasta que llegó a la entrada principal. La puerta se abrió dejando ver a la castaña feliz de recibir a su novio.

─Bienvenido a casa, cariño. -abrió sus brazos para que le diera un fuerte abrazo-

Steve sonrió al ver el entusiasmo con que su novia lo recibía. Corrió hasta toparse con el cuerpo de su novia. La cargó, ella dejó escapar unas risitas, Steve entró cerrando la puerta detrás de ellos dos. Se dieron un beso al separarse para poder mirarse.

Al terminar de besarse, Rogers bajó cuidadosamente a la castaña.

─¿Cómo estuvo el trabajo? -dijo mientras caminaba a la cocina- Por cierto, la cena está casi lista.

─Estuvo bien...

─Mmmm, ¿seguro que todo está bien? No te escuchas muy bien, ¿hay algo que quieras decirme?

─En realidad sí, amor. -el corazón de la chica sintió una punzada. Su cara cambió a una completamente seria- Es que Tony, ha organizado una... una fiesta.

─Oh, está bien... No te preocupes por mí, estaré bien, tú diviértete, cariño.

─Esa es la cosa... La fiesta es para ti. Ellos te quieren conocer. -se escuchó como algo caía al suelo y se rompía- ¿________, nena, estás bien? -comenzó a caminar hasta la cocina, en donde estaban unos cuantos platos en el suelo-

─¿Co~conocerme? ¿Por qué?

─Porqué quieren saber quién es la hermosa chica que me hace tan feliz.

One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora