Chris Evans

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Sin duda alguna este ensayo no era como los demás. Chris había estado coqueteando con una de las chicas del staff. Eso me molestaba demasiado, en cada oportunidad que tenían los dos estaban demasiado juntos. Trataba de no tomarle importancia, pero, ¿cómo no molestarme si mi novio coquetea con otra frente a mi cara?

Los chicos estaban al tanto de nuestra relación, por lo que trataban de distraerme para que yo no mirara el comportamiento del menor, pero era imposible de pasar desapercibido. Sus risas se escuchaban por todo el lugar.

—Chris, cielo, ¿podemos hablar? -estaba realmente furiosa pero trataba de controlar mis impulsos y golpear en la cara a la mujer que en ese momento estaba tocando los pectorales al rubio.

Sin decir algo, él se separó y caminó hasta donde nadie fuera capaz de escuchar nuestra conversación.

—Dime.

—¿Qué mierda pasa contigo? -el coraje que estaba controlando desde hace meses salió en ese momento.

—¿Disculpa? -puso cara de incomprendido, Dios, odiaba cuando hacía eso.

—Te la pasas coqueteando con esa chica, Evans. Eso... me molesta.

—Ugh, ya vas a empezar de celosa, _________. Por favor tienes que parar tu toxicidad.

—Oh, ahora la tóxica celosa soy yo -estaba elevando mi tono de voz. Realmente lo que decía el ojiazul me sobrepasaba en ese momento.

—Sí, en realidad sí -dijo aquello mientras cruzaba sus brazos-. Solo estamos hablando, no deberías de actuar de esa manera.

—No, no es que hablen, es como lo hacen. Christopher se la pasa tocando tu brazo, agarrando tu mano, está buscando cualquier pretexto para poder tocarte.

—Eso ya es exagerado, __________. Ella... -era el colmo que ahora la defendiera a ella, de verdad lo fue.

—¡Bien, entonces yo también iré y coqueteare con cualquiera del staff, y no quiero que me digas absolutamente nada!

—___________, espera.

Caminé lo más lejos de ahí. Sentí la mano del varón tomar mi brazo, pero de un movimiento rápido me zafé de su agarre.

—No me toques.

Necesitaba tranquilizarme, simplemente necesitaba estar unos momentos a solas. Honestamente lo necesitaba.

Estaba molesta por la actitud que Evans había tomado desde hace unas semanas. Sentía como el nudo aparecía poco a poco en mi garganta.

—Disculpe, la necesitamos en el escenario.

Caminé hasta donde más tarde daríamos una conferencia con muchos de los fanáticos, trataba de pensar en las caras de todos al ver el show para disipar mi molestia con cierto rubio Bostoniano.

—Claro.

Caminé hasta mi lugar, hasta la posición que me habían asignado. La música empezó a sonar, y nosotros empezamos a realizar la dichosa entrada. Algunos se iban por el lado rojo por Iron Man y otros por el azul del Capitán América.

No voy a mentir, los ensayos a veces eran ligeros, pero este no era uno de ellos, estabamos dando todo, queríamos todo a la perfección. Sonó la parte en donde se anunciaba la entrada de los líderes de dos los bandos, y ahí era donde yo me separaba del grupo y corría hasta la orilla del escenario y desde ahí comenzaba a tirar unas cuantas camisetas autografiadas por todos nosotros.

Todo estaba bien, corrí hasta mi lugar, pero un ruido estruendoso se escuchó por todo el lugar, después de eso, los gritos de cientos de chicas se escucharon retumbar por todo el lugar.

Los chicos y yo noa volteamos a ver rápidamente. Había terror en nuestras miradas. Segundos después ellos corrieron al ver entrar a una que otra chica.

A los pocos segundos una bola de personas entraba corriendo y gritando, era increíble que los fanáticos lograran burlar la seguridad. Tenía miedo, pues yo estaba sola y muy lejos de poder resguardarme.

No tardaron mucho en verme, por lo que corrieron hasta mi, yo tenía mi micrófono encendido, por lo que mi voz se escuchaba más alto de lo normal.

—T~tengan cuidado -mi voz estaba temblando, jamás había pasado esto.

El tumulto de personas llegó rápidamente, empujandose entre ellos. Llegaron hasta mí, y quisieron darme un abrazo, pero por la inercia de venir corriendo y su emoción, sentí como chocaron contra mi cuerpo. Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al sentir como mi cuerpo se iba para atrás. Caí desde el escenario hasta la parte baja, la caída no fue corta ni muy larga, pero realmente fue muy dolorosa.

El grito que salió de mi garganta por la impresión y por el susto invadió todo el lugar. Al caer el aire se me fue, sentía como si me estuviera ahogando, mi brazo dolía y mis oídos pitaban, la cabeza esta punzante. A lo lejos escuchaba murmullos, no sabría decir si eran de los fans, del staff o de los chicos. Después de sentir que no podía respirar bien todo se volvió negro.

Al despertar estaba algo aturdida

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Al despertar estaba algo aturdida. Mi cuerpo dolía demasiado, no había parte alguna que no me doliera con solo moverme un poco, mi garganta estaba seca. Sentía mis ojos pesados, y me sentía realmente muy cansada. Hubiera cerrado mis ojos de no ser porque justamente en ese instantes los chicos entraton al lugar.

—Cariño, despertaste.

—¿Qué sucedió? -ignoré a Evans completamente.

—Caíste del escenario, te esguinzaste la muñeca derecha y tienes el tobillo hinchado -mis ojos fueron a parar hasta Elizabeth

—Yo me refería a lo que había pasado con la seguridad. ¿Cómo lograron pasar? -traté de sentarme, pero no podía, todo dolía. Evans me ayudó, solo le di una media sonrisa.

—Es mejor que Christe diga.

—Los daremos algo de privacidad.

Dicho esto último por Hemsworth y Mark, los demás salieron, dejándonos completamente solos. Tenía una pequeña idea de lo que pudo haber pasado, pero dejaría que él me lo explicara mejor todo.

—Amor. Yo, lamento tanto esto.

—Chris, dímelo.

—La chica. Aquella por la que discutimos momentos antes del ensayo -y ahí va-, ella fue la causante, te quería lastimar apropósito, quería separarnos. Se le metió la loca idea de que yo... de que los dos podríamos.

—Ya me lo podía imaginar, te dije que no era normal, desde que ella apareció las discusiones entre nosotros crecieron hasta el doble, Chris.

—Cariño, de verdad lo lamento tanto.

Se acercó hasta mi, su mano tocó delicadamente mi mejilla, con su dedo pulgar comenzó a trazar pequeños círculos en esta. Mis ojos se cerraron al sentir su toque tranquilizante. Lo siguiente que sentí fueron sus suaves labios contra los mios. Primero fue un pico, un beso suave, uno en donde me expresaba cuán arrepentido estaba, después con su pulgar hizo que mi boca se abriera un poco más, dándole paso a su lengua. Es beso comenzó a tornarse más apasionado, y un gemido salió de mi garganta cuando sentí la mano del rubio en mi cintura, apretó y no pude resistir más.

One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora