Steve Rogers

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La pequeña rubia de ojos azules cual zafiro, estaba sentada en el suelo, jugando y pintando con sus multiples crayones en una hoja de papel.

La infante estaba entretenida, perobse distrajo el escuchar el sonido de un carro. Con cuidado y dando pasos no tan firmes, la pequeña se asomó por la ventena que ahí había. Sus ojitos se abrieron de manera enorme cuando divisó quién era.

─¡¡MAMÁ!! Papi ya llegó. -y bajando del lugar donde se encontraba, corrió a toda prisa a la puerta principal-

La castaña dejó de picar las zanahorias para la cena y siguió a su hija hasta la puerta. La gustaba ver asi de entusiasmada a su única hija. Amaba verla de esa manera.

─Camille, espera solo un momento, nena. -le dijo la castaña-

Momentos después _________ abrió la puerta y su rubia favorita salió corriendo para abrazar a su progenitor. La castaña se quedó pasmada al ver lo bien que se miraba Rogers. Alejó rápidamente su mirada para que de esa manera el sonrojo pasara desapercibido más rápido.

 Alejó rápidamente su mirada para que de esa manera el sonrojo pasara desapercibido más rápido

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Steve cargó en brazos a su rubia preferida. Ella lo abrazó con gran emoción a su padre, rodeó con sus pequeños brazos el cuello de Rogers y se recargo en su hombro.

─Te extrañé mucho, papi. -le dijo con su voz infantil-

─Y yo a ti, angelito. -los ojos azules se posaron en el bien formado cuerpo de la madre de Camille, y un leve sonrojo se posó en sus mejillas-

Con cuidado bajó a su pequeña niña y la tomó de la mano para caminar hasta el pórtico donde estaba ________.

─Hola, _______. -le dijo-

─Rogers. -le contestó de la manera más fría que pudo-

─Vendré a dejarte a Camille a la hora de siempre.

─Todavía no ha comido, y me gustaría que se fuera a tu casa cenada. También puedes quedarte a cenar, Rogers.

─Sí, papi, quédate. Quiero enseñarte mis dibujos.

El rubio le sonrió con ternura a su hija, para después aceptar y pasar a la sala, misma que compartía con la rubia menor. Mientras que la castaña estaba en la cocina preparando todo.

Después de cenar, Rogers se ofreció a la lavar los trastes, pero ________ no lo dejó.

─Deja eso ahí, Rogers, ve con Cami, yo terminaré con esto.

─Quiero ayudarte en algo, ________. Además -agregó- hay algo de lo que me gustaría hablar contigo.

─Te escucho. -le respondió la castaña-

─Hace unos días atras, Camille, me preguntó porque no estabamos juntos.

─¿Y qué le respondiste?

─No supe que responder. ¿Qué se supone que debí contestar?

─Con la verdad. Fue por seguridad. Tanto por la de ella como la mía. -dijo mirando al suelo-

─No, eso no fue... -la castaña lo interrumpió-

─Tú mismo lo dijiste, Rogers. El trabajo que haces es muy peligroso, que los enemigos sepan que tienes una familia solo aumenta el riesgo de que los lleguen a usar como carnada.

─Debí de dejar el trabajo... -largó un suspiro-

─Sí... bueno, eso ya tiene cuatro años de antigüedad.

─Pero a ti parece que te sentó como anillo al dedo. ¿No te pesó dejar SHIELD?

─La verdad es que no. Ya tenía a alguien mucho mejor que ese lugar.

La castaña se dió vuelta, pero el ruido de una bomba detonando junto a un lado de ellos los sobresaltó. Una de las paredes de la cocina quedó con un gran hueco. Aquella explosión sacó volando violentamente a los dos adultos que estaban ahí.

Las cosas de la cocina tanto la mesas, como las sillas también se regaron por todo el lugar. _________ cayó en medio de la sala, mientras que el rubio fue a caer junto a su hija. La de ojos verdes se levantó lo más rápido que pudo para ir con su hija.

─¡Mami! -comenzó a llorar la pequeña mientras corría a los brazos de su madre-

─Te tengo. -la cargó con brazos y se aseguró de que ningún escombro de la casa lastimara a la pequeña- ¡Steve! -le gritó al rubio-

Mismo que abrazó a las dos mujeres y las guio hasta el sótano, pues antes cuando eran una pareja habían previsto que lo que estaba pasando, les llegaría a pasar en algún punto de sus vidas. Con la respiración entrecortada y el llanto de miedo de su hija, fue como llegaron y se resguardaron.

─Quédense aquí. Volveré pronto. -pero las chicas lo miraban asustadas-

─¡No! Steve, por favor no. -lloriqueo la mayor-

─Escucha -y una bomba estalló, asustando todavía más a la rubia y a la castaña-, debes de quedarte aquí y cuidar de Camille.

─¡No, papi, noo! -la rubia escapó de los brazos de su madre para ir corriendo a los de su padre-

─Escucha, princesa, debes de quedarte y cuidar de mamá. Necesito que seas valiente. ¿Sí?

La rubia asintió y fue hasta su mamá. Quién todavía estaba conmocionada. Steve tomó delicadamente el rostro de la mayor, para que ambos se vieran fijamente.

─Igual que cuando nos conocimos. -ella lo miró a los ojos en ese momento- Y todavía me sigues pareciendo la mujer más hermosa de éste planeta. -besó los labios de la castaña, saboreando cada parte de su calido aliento- Te amo.

─Steve, no, espera, por favor. -pero no le hizo caso-

No hubo una respuesta, el rubio juntó los labios de ambos. Y salió del lugar, dejando a las dos mujeres de su vida en un lugar seguro.

One Shots. (Steve Rogers/ Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora