8 - ¿La chica, soy yo?

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Foto Javi

Voy directamente hacia la puerta, no tengo fuerzas ni para mirar a Meril, Javi me sigue no lo miro ya que tengo la cabeza agachada, me da mucha vergüenza haber hecho eso, aunque se lo merecía la violencia no es la solución, cuando ya estoy fuera de la clase escucho un portazo, me giro y veo que a sido Javi, empieza a caminar más deprisa y pasa por mi lado tan rápido que unos mechones de mi pelo se levantan, rapidame me giro y lo sigo hasta el despacho del director. Nos sentamos en las sillas y le explicamos al director lo que a pasado, después de echarnos una gran bronca nos dice que estamos castigados una hora después del insti, que bien, precisamente hoy que teniamos menos clases, después de esta había recreo y después ya nos podíamos ir, pero no, me tengo que quedar castigada con este.

DING DONG

A eso le llamo salvada por la campana.

Vamos para el recreo sin dirigirnos la palabra, y voy directa hacia mis amigos, al llegar Meril me da un abrazo.

-¿Estas bien? ¿Te a amenazado? - me pregunta Meril preocupada, me gusta que se preocupe por mi.

-Sí, estoy bien y no, no me a amenazado, solo tengo que quedarme una hora castigada después del cole así que ir tu y Kilian para casa, no me esperéis.

-Yo voy a quedar con Raquel, así que no podre ir contigo Meril. - dice Kilian.

-Bueno, da igual llamare a mi novio para que me venga a buscar. -dice Meril, y Kilian me mira con cara de lastima.

-A ver esperad! ¿Qué está pasando? Me parece que aquí hay algunos que no nos estamos enterando de la situación - dice Raquel.

Digo a Meril que explique la historia ya que yo estoy muy avergonzada como para contarla, todo el tiempo que la explica estoy con la cabeza agachada. Cuando Meril acaba todos mis amigos me felicitan y están orgullosos de mi, bueno aunque no esté bien supongo que se lo merecía.

-Bueno ¿Vamos a comer? - pregunto a todos, y me afirman que si con la cabeza.

Mientras comemos hablamos de nuestras típicas conversaciones gilipollas, pero bien que me rio, por eso los quiero tanto. Suena el timbre y es la hora de irse, me despido de todos y voy a la sala de castigados, donde se encuentra Javi, aparte de él no hay nadie.

-¿No hay nadie más que tú? - pregunto.

-No - me responde cortante.

Cojo una silla y me pongo justo delante de él.

-Mira, lo siento, se que no a estado bien lo que he hecho, pero no he podido controlarlo, perdoname por favor.

El levanta su cabeza que ha estado agachada todo este tiempo y me mira a los ojos.

-¿Me perdonas? - digo con cara de niña buena.

El asiente con la cabeza.

-Oye, pero ¿porque has dicho eso en clase? - le pregunto curiosa.

-Por nada - me responde.

- No te creo! Va! Explicame lo! - digo con voz de niña pequeña.

-Ya te he dicho que por nada.

Le miró atentamente a los ojos y levanto las cejas.

-No es de tu incumbencia saberlo.

-Ah! Has admitido que es por algo - le digo y el bufa en sentido de rendimiento.

-Haber, puede, que haya una chica en la clase que me guste. - me dice, se ve que le a costado decírmelo.

-No tienes pensado decirme quien es ¿verdad? - le digo.

-No hace falta que te lo diga textualmente. - me dice mirándome a los ojos.

-¿Entonces que? ¿me lo vas a decir por sign- se acerca a mi rápidamente, cierra sus ojos y coloca sus labios sobre los míos, no se que hacer, y cierro los ojos también, el se retira lentamente y los dos abrimos los ojos.

-¿La chica, soy yo?

¿Todos los poderes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora