Me encantan los dias de lluvia (SinRin) (EDITANDO) En pausa

Cap.29

- No pensé que lloviera hoy,tuvimos suerte de no estar afuera aún - Yerin asintió a las palabras de SinB mientras ambas mantenían la vista en la ventana. Se perdieron en sus pensamientos por unos minutos,hacía frío pero se sentían cálidas.

En sus corazones aún anhelaban tenerse la una para la otra pero sabían que eso no pasaría,ya se habían cansado de intentar y fallar.

- Ya es tarde y no creo que la lluvia vaya a pasar pronto,lo mejor será que te quedes aquí - SinB se levantó y fui hasta la puerta de la habitación - iré a bajo,mamá seguramente estará preparando algo y ya sabes,no quiero que se esfuerce mucho.

Nisiquiera espero una respuesta y se fue de ahí dejándola sola. Quería decir que no quería quedarse pero estaría mintiendo,tampoco se creía capaz de poder pasar la noche ahí por lo que deseaba que la lluvia simplemente pasará y así ella se podría ir,pero tal parecía que eso no sucedería pues ahora llovía mucho más que antes. Espero un poco antes de bajar (con los algodones aún en la nariz) y fue directo a la cocina,la madre de SinB no estaba enterada de nada de lo que pasaba entre ambas y todo lo que sabía era que habían terminado,fuera de eso no tenía idea de que si por su hija fuera ella ya estaría en la calle bajo la lluvia y muriendo de frío.

- No mamá ya te dije que no - observo la escena en silencio,parecía que SinB y su madre discutían sobre quién debía hacer cada cosa - lo haré yo - finalmente SinB fue quién terminó cocinando.

- Eres mi hija pero cocinas horrible ¿No te da vergüenza que Yerin coma tu comida? - la mujer siguió molestando.

- No - contestó sin titubear - además estoy segura de que se la comerá sin importar que tan "fea" este - ninguna de las dos parecía darse cuenta de su presencia así que subió nuevamente a la habitación y fue directo al baño donde prosiguió a quitarse los algodones,ya había dejado de sangrar así que con una sonrisa victoriosa volvió a bajar.

- Tu nariz ya está bien,eso me deja más tranquila - la madre de SinB dijo con una sonrisa.

- Le dije que no debía preocuparse que no era nada grave - contestó observo a SinB quién seguía cocinando,para los demás pareciera que no estaba poniendo atención a lo que ellas hablaban pero Yerin sabía que no era así,ella estaba escuchando todo.

- Es una pena que tu y mi hija hayan terminado,se veían muy bien juntas - noto como SinB dejaba de prestarle atención a lo que fuera que estuviera cocinando y se perdía en la pared frente a ella - deberías venir más seguido,aunque no estén juntas supongo que se siguen llevando bien ¿no? - por muy extraño que fuera Yerin sentía que sus palabras tenían intenciones ocultas,como si mencionara eso sólo para ponerlas en una situación incomoda.

- ¿Les parece si pedimos un delivery? - SinB habló y sintieron el olor a quemado - No creo que esto sea comestible - se podía escuchar un cierto tono de molestia en su voz pero bien podría decirse que era por su comida quemada.

- Te dije que cocinabas horrible - su madre negó cansada y fue a la sala para llamar y pedir comida,aún era temprano y aunque estuviera lloviendo a cántaros siempre habría alguien que estaría dispuesto a llevarles su orden.

Los siguientes minutos fueron eternos para las dos más jóvenes,se sentía una obvia incomodidad la cuál la mayor ignoraba. A contrario de lo que pensaban,era consiente de la situación en la que ambas chicas se encontraban y se llenaba de impotencia al ver la actitud de su hija y,aunque quisiera no había nada que pudiera hacer.

- ¿Mamá que pediste? - SinB finalmente habló,eso también tenía curiosa a Yerin.

- Ya lo veran,les va a gustar a ambas y eso lo que importa,a fin de cuentas no es tu comida quemada - Yerin no pudo evitar reír por la cara que SinB había puesto,la relación entre ambas era muy buena y eso le hizo extrañar a su madre,apesar de que su madre no estuvo presente en almenos la mitad de su vida,le tenía un cariño enorme. La extrañaba demasiado pero el ambiente con SinB y su madre la hacía sentir tan bien que se olvidaba por completo de esa sensación de soledad que la acompañaba todo el tiempo.

Aprovecharía y guardaría esos momentos en su corazón.