Capítulo 21 (Sombra)

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Catalina estaba caminando de un lado a otro de la habitación mientras vociferaba con los dientes apretados, gritó desenfrenadamente y se sentó en la cama, vio la lámpara de su mesa de dormí, la tomó entre sus manos y la lanzó a la pared.

—Vas a matarme.

Emma apareció por la pared donde había lanzado Catalina la lámpara.

—Fallé. — viró sus ojos y se tumbó en la cama.

—Tengo buenas noticias.

—¿Amy Lee está muerta?

—No.

—Entonces no tienes ninguna noticia buena Emma. — Catalina se cubrió con la almohada la cabeza. Emma se acercó a la cama y se sentó en la orilla.

—Pero tengo una junta para quitarle el escenario que estaba programado para ti....

—Esa maldita perra, primero me quita a mi novio, luego me quita mi escenario, solo le falta quitarme los miembros de mi banda, a no espera, eso fue lo primero que hizo. — Catalina se incorporó de golpe mirando a Emma.

—Primero José fue un imbécil, segundo lo de la banda fue en tus inicios y bueno no es culpa que justo dos potenciales vocalistas femeninas hayan entrado a la misma discográfica, al mismo tiempo y sin una banda, así que vieron cual podía conectar más con la banda que había perdido a su vocalista. — Emma se encogió de hombros. — pero gracias a eso encontraste a los muchachos y dime ¿no fue lo mejor que te paso?

—Si, pero ese no es el punto, el punto es que siempre está quitándome cosas y...

—Calma. — Emma la tomó del mentón. — yo me encargo, soy tu agente, vas a tener ese escenario para ti.

—Desde que te volviste mi agente, te has vuelto más agresiva. – Catalina lamió sus labios. – Quiero besarte.

—No. — Emma se apartó de Catalina. — Ya hablamos de eso, lo que pasó ese día, lo que ha estado sucediendo entre nosotras, bueno creo que no debería ser público y deberíamos detenerlo.

—Estás, segura. — Catalina se había acercado hacia ella y sus labios estaban muy cerca, Emma tragó saliva. Catalina la miró con lujuria. — a todo esto, no estaba castigada y no se supone que nos dimos un tiempo. — Catalina se alejó de Emma para que respirara.

—Si.

—¿Y cómo es que estás aquí?

—Mi bisabuelo participó en la construcción o mejor dicho la remodelación de este hotel y descubrieron que tenía catacumbas que conectaba con pasajes y puertas secretas, de hecho, los caminos salen a unas partes muy curiosas de Selegna...

—¿Por qué estás aquí? — la miró con arrogancia.

—No me mires así.

—Sigo molesta puedo mirarte como quiera.

—Eres imposible. — viró sus ojos. — antes quería comerme ahora quieres que me vaya al carajo.

Catalina se lanzó hacia ella, haciendo que Emma se quedara tumbada en la cama, los cabellos rojos de Catalina cayeron sobre las mejillas de Emma, ambas se miraron, Emma atónita, Catalina no apartaba los ojos de los de ella, estaban llenos de enojo y deseo.

—Y como quieres que me porte si me dices, que lo que tenemos no existe y que no debería ser público. – ladeó su cabeza. – además siempre te quiero comer, pero eso no quita el hecho de que sigo molesta contigo por lo de hace un rato y lo de ayer. — sacudió su cabeza. — y ¿me castigaste?

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