Clark estaba parado junto a la cama de Bruce. Desde que lo había recogido en el capo de batalla no se alejó de él ni un solo instante, ni siquiera porque la batalla hubiese terminado o, porque más tarde, en la Atalaya, Diana quiso acercarse para ver como estaba. En un arrebato de protección le había mostrado los dientes y había gruñido molesto, para luego sentirse mal de todas las maneras posibles.
De pronto, había algo en él que estaba alerta a todos los movimientos y ruidos que se producían alrededor de su omega. Le había costado, incluso, que J'onn J'onzz se acercara para atender sus heridas. No le despegó la vista en ningún momento y estaba haciendo un esfuerzo increíble por que su alfa interior dejara de temblar dentro de su cuerpo cada que veía que una aguja traspasaba la blanca piel de Bruce.
Finalmente, se había podido quedar solo con él. Sin embargo, no paraba de dar vueltas alrededor de la camilla como un perro enjaulado esperando quién sabe qué. La habitación se había impregnado densamente de su olor a azúcar y caramelos junto a un leve toque agrio para alejar a cualquiera que quisiera acercarse a una mínima distancia, todo en pos de proteger al omega que yacía todavía inconsciente.
Además de todo, pululaba también una especie de aura inquieta y recriminatoria a su alrededor por no haber protegido al omega de su manada, por haber permitido que le hicieran daño y terminara en esas circunstancias. Sus instintos de protección se habían activado al máximo debido a ese pequeño inconveniente y ahora se sentía más que nunca responsable por Bruce.
Y ese instinto protector no se desvaneció, ni siquiera cuando Bruce semanas después estaba bastante bien y totalmente recuperado de su herida.
Al principio, no se había molestado por sus cuidados, le hizo sentir querido e importante de una manera reconfortante. Claro que, evidentemente, se quejó de ellos cada que pudo e intentó hacer de las suyas aún estando convaleciente. Sin embargo, Clark estaba allí a cada instante, desde que se levantó por la mañana, hasta que cerró los ojos entrada la madrugada como una especie de perro guardián abnegado por la seguridad de su amo.
—Vale, es suficiente —Bruce se detuvo a medio camino en la gala. Había ido a la fiesta de recaudación de fondos en Metrópolis, porque siempre era bueno dejarse ver por allí, pero Clark, por su trabajo de reportero, también andaba por el el lugar y no había parado de seguirlo desde que lo vio —¿No tienes que ir a fotografiar a alguien más? —Dijo un poco rudo, mirando de reojo al reportero que se movió a su lado despacito, como que si no quisiera molestarlo.
—Ya tengo suficiente —Dijo simplemente. De nuevo, Bruce pudo sentir ese olor azucarado intensificarse, pero era molesto, porque la alerta de aléjate seguía impresa en algún lado y las personas, por obviedad, lo estaban evitando.
—Entonces, largo.
—¡Pero!
—¡Clark! —Algunas personas clavaron su vista en ellos, algunos comenzaban a murmurar. Bruce, rápidamente, agarró el brazo del alfa y comenzó a abrirse paso por la fiesta hasta un lugar apartado. Lo miró con un poco de molestia, pero la verdad, no podía estar del todo molesto con él por eso.
Había estado investigando un poco sobre el asunto, preguntó por allí a algunos expertos sobre lo que podría estar pasando, simplemente, un alfa cuyos miembros habían sido lastimados, podrían desarrollar cierto instinto sobreprotector, eventualmente, debería pasar, pero, justo en ese momento, se estaba convirtiendo en una molestia.
—¿Qué te sucede?
—Nada.
—¿Nada? Clark, no me dejas hacer nada, estás todo el día encima de mí —Su mano se movió gesticulando suavemente al ritmo de sus palabras —Deja de ir tras de mi, no soy un niño al que tienes que cuidar.
La cara de Clark parecía compungida. Bruce se sintió mal cuando sintió que tal vez estaba siendo demasiado rudo con el alfa.
—Nada va a pasarme Solo fue un accidente —Se cruzó de brazos, pero más bien de una manera apenada por su actitud desconsiderada que otra cosa. Dioses, nunca hubiese pensado que sentiría tal cosa por otra persona.
—Lo siento.
De pronto, sintió los brazos de Clark envolverse alrededor de su cuerpo, era cálido, lo llenó de ese olor azucarado y acaramelado suyo y se sintió, inmediatamente, mucho mejor.
—No quiero que nada malo te pase.
—No me va a pasar nada malo, Clark —Sus brazos también se movieron envolviendo la figura del alfa suavemente —¿Sabes por qué? —El alfa levantó un momento su rostro para mirarlo y negar suavemente —Porque sé que en cualquier lugar, siempre vas a estar allí para mí.
Fin de la mini-historia.
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Omegacember
FanfictionReto de escritura sobre el mundo Omegaverso de diciembre de la Página de Facebook 'Es de Fanfics'. Pequeños drabbles diarios en torno a Prompt, en su mayoría Superbat, aunque también hay algunos CLex y BatJokes.