Omegacember

Ronroneo omega (OmegaClark!)

Clark cerró los ojos, intentó dormir, pero simplemente no podía. Sus ojos volvieron a abrirse solo para encontrarse con la imagen del techo de su apartamento iluminado por la tenue luz de la luna que entraba por la ventana. Miró a su alrededor para distraerse, era una tontería si quiera tener una cama, no necesitaba dormir ni nada de eso, pero la costumbre era más fuerte.

—¿Papá?

El omega miró a la puerta. Allí estaba la razón de su desvelo y no necesariamente por nada bueno. Observó al niño de unos cuatro años (aunque sabía perfectamente que solo tenía unos cuantos meses) caminar hasta su cama. Sus pequeñas manos se agarraron a la sábana de su cama y lucharon por subir a la misma. Al principio, Clark se negó a ayudarlo, pero, después de ver su mucho esfuerzo, decidió darle un jalón para ayudarlo a subir.

—He tenido una pesadilla.

El ceño del pequeño se frunció de una manera que le era familiar. Era raro que un niño tan pequeño, que apenas y había existido poco tiempo en esa tierra, pudiera expresarse tan bien, pero cosas perfectamente hechas y pensadas era lo que podía esperarse de Luthor. Lo único que no se esperó de él fue que hace dos días tocara a su puerta y le dejara un cachorro de alfa porque era suyo y sus poderes se salen de control, no sé cómo ponerle límites. La kryptonita casi lo mata.

Por supuesto, arreglar las cosas que hacía Luthor siempre fue su deber.

—¿Sí? —Nunca tuvo una especie de instinto omega para los cachorros. Todo lo que tenía era un instinto de protección, por eso era Superman, pero nada que pudiera invadir su vida privada y hacerlo una persona hogareña.

—Sí —Conner, porque así dijo Lex que se llamaba, se acomodó como si nada sobre su pecho —Ahora hazme Prrrr.

—¿Perdón? —No estaba seguro de lo que debería hacer ni lo que era prrrr.

—Lex dijo que los omegas siempre le hacían Prrrr a sus cachorros para hacerlos sentir mejor —Explicó como si fuera una cosa realmente obvia —Quiero Prrrr. Hazme Prrr.

Ah, sí, ronronear. Clark nunca le había ronroneado a nadie. Es que nunca se dio la oportunidad y tampoco sabía cómo. Era una acción que se sentía horriblemente ajena a él.

Conner hizo un puchero y Clark no pudo evitar sentirse incómodo ante eso, ¿qué se supone que debía hacer con eso? Había visto a Bruce antes ronronearle a Dick, no podía ser tan difícil. Si Bruce podía, él también.

Su brazo se movió por detrás del cachorro, pegándolo más a él. Jaló de las mantas para estar abrigados y acunó al cachorro en su pecho. Sin si quiera saber cómo o la ciencia detrás de aquello, simplemente se dejó llevar por ese sentimiento que empezaba a crecer en su pecho y comenzó a vibrar, dejando salir un pequeño sonido parecido a ese Prrr que había hecho Conner hace un momento.

El pequeño pareció feliz con su acción, porque pronto cerró los ojos y lo sintió respirar tranquilo mientras dormía. Clark nunca se había sentido tan tranquilo antes. También cerró los ojos.

Tal vez Lex finalmente había hecho algo bueno.