Gargantilla (HotchReid)

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HotchReid porque el Superbat no es mi única OTP.

Gargantilla

Aaron miró a Spencer desde la oficina. El omega parecía demasiado concentrado en su papeleo como para darse cuenta que estaba siendo observado. Sin embargo, Aaron sabía que no estaba leyendo ninguno de los documentos que tenía el escritorio, Spencer leía demasiado de prisa y, desde hacía un buen rato, su mirada seguía sobre la misma hoja.

Aunque, a decir verdad, se había dado cuenta que el chico se comportaba raro desde hacía un par de días. Concretamente, había visto un cambio en su actitud desde el día en que finalmente lo había mordido para reclamarlo como suyo. Entonces, Spencer había parecido feliz y todo se sintió bien y tranquilo entre ambos en el momento, pero, tras pasar el primer día, la comunicación comenzó a ir en picado.

—No le has dado un collar.

Fue JJ quien le avisó de su fallo esa misma tarde en la oficina. Ella parecía mucho más compenetrada con todos esos rituales tradicionales en las uniones alfa y omega. Para ser sincero, Aaron no era especialmente apegado a las tradiciones y, mirando y analizando a Spencer, jamás hubiera pensado que fuera el tipo de persona que se preocupaba por esas cosas.

Pero no quería dejarlo pasar, aunque fuera una cursilería en toda regla.

Así que había comprado a toda prisa un collar, está bien, Rossi había comprado el collar, porque si en algo estaban de acuerdo era que Aaron Hotchner tenía un gusto pésimo para esas cosas y Rossi era de gustos sensibles en joyería para enamorar. Y planeó una cena romántica y demás, porque Spencer se lo merecía, pero, como siempre, la llamada de un caso cambió sus planes en un abrir y cerrar de ojos. Así que se vio atrapado en el avión, con la gargantilla en el bolsillo y la mirada esperanzada de JJ y la burlesca de Rossi.

—Spencer.

Se levantó del asiento cuando el omega se había intentado escabullir en la parte de atrás del avión. Ignoró las miradas curiosas y empujó más a su compañero al fondo, porque no iba a permitir que nadie lo viera en semejante escena romántica, pero no podía seguir dejando que el tiempo corriera y su omega siguiera pensando que lo que habían hecho no fue tan especial como parecía.

—Tengo algo para ti.

Ni siquiera le dio tiempo de decir nada cuando lo había hecho dar la vuelta. Metió la mano en su bolsillo y sacó la delicada cadena, para, con cariño que solo Spencer podía experimentar, poner el artilugio alrededor de su cuello.

—Siento no haber pensado en ello antes, no creí que fueras el tipo de persona que se preocupaba por eso.

—Oh…

Spencer se giró y miró a su alfa, una sonrisa recorrió su rostro.

—La verdad no.

Su mano rozó suavemente el collar. Nunca había pensado que Aaron fuera el tipo de alfa que le gustaba reafirmar su marca con ese tipo de regalos. Pero era lindo viniendo de él, en cierto modo.

—¿No? Creí que… Que andabas distraído por eso.

—¿Distraído? ¡Ah! No… Eh... Es que había algo que quería decirte...

—¿Qué? ¿Qué pasa? —No le gustaban las sorpresas, mucho menos si venían de Spencer, él no era de dar sorpresas porque sí.

—No te lo quería decir en el avión, ¿Sabes? Con todos… escuchando.

Aaron frunció el ceño. Sí, las cosas en la manada, en esa manada, no eran para nada privadas.

—Se enterarán de todas maneras —Vio a Spencer dudar y se preocupó.

—Estoy… embarazado. Eso ¡No sabía como decirlo! ¿Vale? Estaba pensando y este es el peor lugar para haberlo dicho. —¿Qué? ¿Qué pasa? —No le gustaban las sorpresas, mucho menos si venían de Spencer, él no era de dar sorpresas porque sí.

—No te lo quería decir en el avión, ¿Sabes? Con todos… escuchando.

Aaron frunció el ceño. Sí, las cosas en la manada, en esa manada, no eran para nada privadas.

—Se enterarán de todas maneras —Vio a Spencer dudar y se preocupó.

—Estoy… embarazado. Eso ¡No sabía como decirlo! ¿Vale? Estaba pensando y este es el peor lugar para haberlo dicho.

Ni siquiera pudo reaccionar cuando de fondo, las voces de todos comenzaron a escucharse en algarabía.

—¿Cómo que nuestro pequeño está embarazado?

—¿Voy a ser tío?

Oh, sí, nada era privado en esa manda.

Y sí, después de que su cerebro pudo procesar la información repentina, había abrazado a su omega. ¿Qué importaba la gargantilla? Había algo mejor que le haría saber al mundo que Spencer era todo suyo.

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