POTENTIAL DADDY❞ jjk

❝Voleybol❞

12

Taehyung se deshizo de su camiseta agresivamente, quedando solo con la básica puesta, señaló a su compañero de apellido Lee.

—Esto es personal.

Aquél chico llevaba unos quince minutos quejándose porque Taehyung supuestamente hacia trampa en el voley, creando un mal ambiente cuando todos estaban divirtiéndose.

Las chicas ya habían jugado, Kim se mantenía ahora de pie junto a Rosé, lanzando porras para Taehyung con la ayuda de chicas de otros grupos que ya habían puesto el ojo en su castaño amigo.

—Si vamos a jugar, que sea en parejas— luego señaló a Kim— que ella juegue contigo.

Taehyung no tuvo problema.

—Claro, ven, Kimie.

Ella no era mala en voleybol, sin embargo, no era una experta, así que probablemente no sería de mucha ayuda para Tae y quizás lo haría perder. Lee hizo equipo con uno de los chicos que estudiaba deportes.

Lo cuál era injusto.

—¿Y si mejor juegas con Jimin?

—Él sabe atrapar el balón, pero con su rostro. Vamos, Kimie, tú juegas bien.

Observó al sujeto gigante y fortachón que era el compañero de Lee, parecía un oso polar, era simplemente enorme y con cara de pocos amigos. Temió por su vida pero aceptó cuando Tae le aseguró que si se ponía agresivo, solo tendría problemas porque habían muchos maestros rondando por la zona.

—¡Go Taekim! ¡Go Taekim! ¡Go Taekim!

Rosé y las demás cantaban aquello con toda la energía, ocasionandoles a ambos un poco de vergüenza, pero animados por el apoyo, la rubia era simplemente demasiado dulce.

Se concentraron y prepararon, todo comenzó perfectamente, siendo un juego divertido de observar, Kim intentó servir de buen apoyo para Taehyung pidiéndole a su torpe ser que no hiciera presencia en ese momento, su amigo manteniendo pendiente en caso de cualquier cosa.

Jimin se unió a las improvisadas porristas.

Todo iba bien, ambas parejas llevaban casi la misma cantidad en puntaje, hasta que Kim se asustó y tuvo que evadir la pelota o de lo contrario habría impactado con demasiada fuerza en su rostro, no le prestó atención y el juego continuó.

Con esa agresividad repentina.

Taehyung fue golpeado en sus brazos varias veces, pero no se inmutó, se quejó  una sola vez y luego, ocurrió lo que Kim temía, alcanzaron a golpearla en su mejilla izquierda, tirandola al suelo, todos se quejaron y el juego se detuvo.

—¡¿Qué te sucede?!— reclamó Jimin en un grito.

Una disputa se creó a raíz de ese altercado, Taehyung levantó a Kim del suelo y Rosé se acercó para revisarla, comenzando a gritar luego ver su mejilla hinchada y roja.

—¡Estamos jugando! Estas cosas suceden, a Taehyung también lo ha golpeado la pelota.

—¡Le apuntaste a la cara!

—Es obvio que fue a propósito.

—Malditos universitarios— esa voz detuvo toda la algarabía— ¿Qué demonios hiciste ahora, Lee? Porque siempre la cagas.

Min Yoongi llegó, el maestro de deportes suspiraba agotado y cansado de los gritos aunque fuesen su día a día y detrás suyo se acercaba Jeon, todos habían formado un círculo alrededor de Kim buscando ver que tan grave había sido el golpe hasta que le dieron paso a ambos maestros.

—No hicimos nada, solo estábamos jugando y le ha dado la pelota en la cara a Choi.

Yoongi se acercó.

—Déjame ver— no sabía si hacerlo, dolía, pero no quería enterarse de que era grave ni siquiera podía abrir su ojo— Choi, necesito ver si se jodió el rostro o no.

—A ver, Kimie.

Suspiró, al menos esta vez no había sido su culpa, apartó las manos fuera de la cara y los ruiditos sorprendidos no tardaron en escucharse.

—Vaya.

—¿Tengo sangre?

Jungkook negó.

—Sólo está demasiado hinchado.

—¿Querías tumbarle el rostro o qué, Lee?—regañó de nuevo Min— Estos son juegos amigables, no el puto cuadrilátero, cabeza de pepinillo deshidratado.

—Estábamos jugando en parejas y nadie más podía— maldito mentiroso— creí que Kim sabía jugar.

—Kim sabe jugar, deja de buscar excusas, lo arruinaste.

Lee y su compañero de encogieron de hombros.

—Entonces ya ganamos, a no ser que Kim quiera seguir jugando.

—Voy a jugar yo al futbolito con tus bolas, Lee, cállate el jodido hocico.

—¡Maestro Min!

A Min Yoongi no le importaba lastimar el ego de sus estudiantes, así enseñaba él, con insultos que te arrebatan el ochenta por ciento de tu autoestima.

—Puedo seguir jugando, ya no duele.

Taehyung negó.

—Tienes el ojito cerrado y es un tonto juego, ese idiota es solo muy competitivo.

—No pasa nada— Jungkook apretó el hombro de Taehyung— yo también soy muy competitivo— dijo, luego miró a los dos problemáticos del otro salón— yo jugaré.

Rosé quiso golpearse la frente, su primo había sacado ese lado egocéntrico que solo tenía cuando se trataba de competir  por algo y más si se trataba de cuestiones de orgullo.

—Ay, no.

—¿Qué?

—Jungkook no consentiría que un estudiante suyo quede como perdedor— se rió— pregúntaselo a sus estudiantes de otras escuelas.

No entendió, pero hasta Taehyung sintió miedo cuando el juego se retomó y el primer golpe a la pelota fue de Jungkook, casi hizo eco en todo el lugar.

—¿Está demente?— preguntó Jimin.

—Sí.

Las cabezas de todos iban de un lado al otro mientras Kim tenía solo ojos muy abiertos para el momento en el que la palma de la diestra de Jungkook impactaba contra la pelota. Tragó grueso.