POTENTIAL DADDY❞ jjk

❝No soy dramática❞

14

—No conozco ser más ocurrente que tú, Chaeyoung.

La rubia sonrió a su primo.

—Llámame egoísta, pero no quiero cenar con el resto del salón y solo los invitaría a ustedes a cenar algo fancy, así que junto con los chicos he apartado este espacio para nosotros cinco— asintió, convencida de que había tomado una increíble decisión— por cierto, supongo que todo en orden con Kim.

Jungkook y Kim habían sido interceptados por Jimin y desviados del comedor principal debido a que Rosé ya había planeado una cena, según ella, tranquila y decente solo para ellos, así que allí estaban, escondidos.

Con Taehyung sentado encima del diario porque lo estaban llenando hace un rato y no tenían dónde más esconderlo.

—Ajá, Kim dice que se siente mejor y le han dado medicamento.

—Todo perfecto— levantó los pulgares y luego bebió de su copa— el maestro Min regañó a Lee, así que no estoy molesta, además Jungkook y Taehyung le han ganado y de la manera más humillante.

—Ni que lo digas, Jungkook tiene una fuerza considerable— señaló Jimin a sus manos— que miedo ser enemigo tuyo.

—Hago boxing, intenta hacer lo mismo.

—Me da pereza, tal vez luego lo considere. Prefiero hacerme tatuajes para subirme el autoestima.

El mayor asintió, eso también funcionaba.

—Te llenas el brazo hasta el codo también.

Rosé negó, terminando su bailecito de felicidad porque lo que comía estaba delicioso.

—Jungkook tiene el brazo completo y hacia el cuello.

Se sorprendieron, Kim terminó el contenido de la copa de un solo sorbo y Jungkook la miró, riendo. Dejó los palillos a un lado y desabotonó la camisa suelta que traía bajo la mirada atenta de todos, menos de Rosé que ya conocía como lucía su primo, era habitual desde que vivía con él.

—Oh, por mi madre— murmuró Taehyung— eso debe...

—¿Haber dolido? No tanto.

Su brazo completo estaba lleno de distintos diseños que combinaban a la perfección, su hombro y Rosé tenía razón, uno de ellos llegaba hasta el inicio de su cuello. Kim sentía que se ahogaba, estiró la mano y señaló ese último.

—¿Qué es?

Se volteó un poco, para que pudiese verlo mejor.

—Es un dragón, porque me gustan mucho los dragones.

—Profundo.

—¿A qué sí?— se inclinó hacia adelante, bajando la cabeza— Se extiende en parte de mi espalda, no sé si se alcanza a ver.

—Si, woah, está muy genial— frunció el ceño— ¡¿Tienes más?!

—Y probablemente me anime a llenarme la espalda— se enderezó, girando completamente en la silla y de esa manera el resto también apreció su espalda— esos de ahí si dolieron, pero nada grave.

—¿Cuál es la meta? ¿Quedarte sin espacio?

Rió, acomodándose la camisa de nuevo y afirmando a Jimin.

—Tal vez— señaló a Kim— se nota que ella también quiere pero es muy gallina.

No se esforzó en negarlo.

—Sí, soy la más cobarde de todas, no puedo, además soy indecisa, seguro me hago alguno y a los dos días ya me arrepiento.

—Eres tan dramática, mujer.

—No soy dramática— lo pensó— no tanto, simplemente me conozco.

Y de nuevo estaban conversando solo ellos dos, porque era una conversación disfrazada de discusión.

Taehyung, Jimin y Rosé chocaron sus puños por debajo de la mesa sin perderse un solo detalle del chistoso intento de pelea por el dramatismo de Kim.

Iban lento, muy lento, pero seguro.

—Eh, ya no más vino— la regañó— se supone que tienes que tomar la pastilla y no puedes hacerlo con alcohol en el sistema.

—Ah, cierto.

Tae le sirvió un vaso de agua para que comenzara a pasar el vino con eso.

—Mira, Kimie.

—Gracias— bebió— mm, siguen los exámenes.

—Son vacaciones y piensas en exámenes— puchereó Rosé— soy pésima en los exámenes.

—Sólo tienes que estudiar lo suficiente.

—¡Es que yo estudio! Y estudio mucho, de verdad, pero aún así apruebo con notas bastante bajas, los exámenes me bloquean al momento en el que veo la hoja. Simplemente no puedo.

Kim se encogió de hombros.

—Podemos ayudarte a estudiar.

—¿Sí?

—Claro, estudia con nosotros tres y verás que no es tan complicado— Jimin explicó— cuando estudias con otras personas es más sencillo y menos tedioso que estudiar solo, nosotros tres adoptamos ese sistema desde... desde...

—Jardín de niños— asintieron a Taehyung— así memorizamos los malditos colores y el desgraciado abecedario.

Rosé bufó, descansando la mejilla en su mano.

—¿Qué se sentirá ser un genio? Siempre me rodeo de personas exageradamente inteligentes— señala a Jungkook— Este es bueno en todo desde que nació y ustedes tres son demasiado listos al punto de que hacen ver todo muy fácil cuando no lo es. Tengo envidia.

Su primo volteó los ojos.

—Deja de estresarte tanto, que te han dicho que van a ayudarte. Y lo harán los tres mejores promedios de esta generación, aprovéchalo.

Lo intentaría y quién sabe, tal vez podría graduarse con mejores notas.