21
—Ahora— Jimin aplaudió, sonriendo— volviendo a nuestra campeona...
—Su campeona está triste.
Los tres se habían mudado a la cocina, la madre de Kim los mataría más tarde por ensuciarlo todo, pero valía la pena si a la final del desastre obtenían unas buenas galletas.
Al menos comestibles.
—¿Por?— Taehyung tomó la harina, leyendo la letra pequeñísima para saber sus componentes—Cierto es que has estado muy calladita y medio decaída desde que se acabaron los tres días de playa.
—Mm, pues es que ya saben todo lo que pasó con lo de la puerta del cuarto de hotel, Jungkook tuvo que traerme, el accidente en el tráfico— suspiró, sacando las chispas de chocolate, las de colores y algunas de maní— dormimos en su auto durante un rato y cuando despertamos, pues hablamos y me frustré.
—Te frustraste.
—Jungkook es demasiado, demasiado lindo en todo sentido de la palabra, me contó un poco sobre él, sobre lo que era importante, algunas cosas tristes de su vida y como no disfrutó tanto como hubiese querido porque tenía responsabilidades— no detalló mucho en ello— yo le había contado antes sobre mis problemas en la secundaria y como la pasé tan mal en ese entonces, creo que haberme abierto con él, le dió confianza para hacer lo mismo, no lo sé.
—Eso es bueno y muy lindo, Kim.
Observó a Tae y asintió, si lo era. Tomó la leche, mantequilla...
—Hacía frío pero teníamos hambre, así que me bajé, me dió su hoodie para cubrirme, también su tarjeta y me dijo que fuera a comprar tranquila, que él me observaría desde el auto.
—Vaya, eso es el doble de lindo.
El problema radicaba en que se había sentido demasiado bien y luego... bueno, cayó en la realidad.
—Iba a regresarle su hoodie, pero, no quise hacerlo y él no me lo ha pedido de regreso— Jimin se encargó de mezclar todos los ingredientes— lo lavaré y se lo daré mañana al final de nuestra clase.
Taehyung y Jimin se miraron, tenían que saber cómo iba a resultar aquello. No dijeron gran cosa a Kim y solo asintieron estando de acuerdo con ella y aunque no lo explicó, entendían el porqué de su tristeza.
Esperaban que ella sola se diera cuenta de que no había nada de malo con gustar mucho de alguien, pues por alguna razón que no terminaban de entender, Kim sentía que no merecía un buen hombre en su vida.
La clase acabó, Jeon permaneció sentado en su escritorio y Kim esperó a que todos salieran, sus amigos le dijeron que la esperarían en el pasillo o si tardaba mucho, apartarían una buena mesa para almorzar, ella aceptó y una vez la sala estuvo vacía, tomó su mochila, la puso en sus hombros y luego tomó la bolsa con el hoodie negro.También la bolsita más pequeña con las galletas, algunas de ellas, que había decidido que podía regalarle.
Se puso frente a él y aclaró su garganta, obteniendo su atención.
—Choi.
—Maestro— rascó el dorso de su mano, nerviosa— ¿Es un mal momento para hablarle con confianza? No... no le quitaré demasiado tiempo.
Él observó alrededor, poniéndose de pie para cerrar la puerta y manteniendo las persianas abajo, no quería que nadie se enterase de su amistad con Kim, eso creía ella que era el motivo.
—Está bien, dime.
No estaba hablándole mal, pero lo sentía un poco tosco y repelente, no pudo evitar sentirse tímida. Le extendió primero la bolsa con las galletas.
—Las hemos horneado ayer y pensé en traerte algunas, mm, Jimin le ha traído a Jeseol y también preparamos unas para Rosé. Así que creí que, tal vez, te gustaría probar.
—¿Estas las hiciste tú?
—Sí, eh, me disculpo en caso de que encuentres algo raro, se me cayó la cáscara de un huevo y Taehyung la trituró en la mezcla sin querer.
Sonrió divertido, asintiendo.
—Muy bien, gracias— sacudió la bolsita, colocándola junto a sus cosas después— ¿A Jeseol le ha resultado con Jimin, entonces?
—Masomenos, él está poniendo de su parte ahora, de eso estábamos hablando ayer cuando colgó la llamada.
—Oh, esas eran las cosas que iban a hacer.
Fue su turno para reír, confirmándolo.
—Jimin es un poco malo eligiendo palabras.
—Nos dimos cuenta.
—Oh, y esto— levantó la bolsa más grande— había olvidado regresarte tu prenda, no te preocupes, la lavé, pero tienes una colonia bastante fuerte, todavía se puede olfatear después de haber pasado por lavadora y jabón con escencia de flores silvestres...
—Kim.
—Lo sequé al sol porque la ropa resulta mejor de esa manera, pero no sabes...
—Kim.
—Empezó a llover, así que tuve que meterlo a la secadora de ropa y estar revisando cada dos segundos porque tenía miedo de que se arruinara— Jungkook se cruzó de brazos— pero te prometo que no se encogió ni nada parecido, está intacto.
—¿Terminaste?
—Sí, ¿Decías?
Afirmó con la cabeza.
—Te lo regalo, es tuyo.
Decir que Kim se quedó estática por el asombro era quedarse corto.
—¿Cómo?
—Te queda mejor a tí que a mí, así qué, quédatelo, no te lo pedí de regreso precisamente porque prefiero que lo tengas tú.
—Oh... yo...
Tomó el montó de papeles, exámenes que calificar y la bolsita con las galletas, la sacudió de nuevo y sonrió.
—Disfrutaré las galletas que preparaste mientras trabajo en esto, nos vemos, Kim.
El sonrojo abarcó desde su cuello hasta sus orejas, asintió en silencio, despidiéndose.
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POTENTIAL DADDY❞ jjk
Fiksi PenggemarKim tiene dos mejores amigos, con ellos se siente como un chico más, jamás le ha gustado alguien porque asegura ser difícil de convencer. Entonces llega a su vida el maestro Jeon, sus ojos brillan por primera vez al ver a una persona y sus amigos cr...