Krist comenzó un negocio de escort por cuenta propia y tuvo éxito, ahora vive cómodamente, sin tener la necesidad de un proxeneta que se quede con sus beneficios.
Un día por azares del destino en una de sus citas Krist conoce a Singto Prachaya, pero...
Singto se estacionó frente la casa de Chai miró la hora en su reloj eran casi las 10:15 de la noche. Decidido bajó del auto llegó a la puerta y tocó.
Chai abrió y quedó asombrado con la audacia de ese hombre en volver a pisar su casa.
— ¿A qué has vuelto malnacido?
Singto se quedó con su cara estoica lo habían llamado de mil maneras, pero ya estaba acostumbrado y no le importaba lo que le gritaran.
—Quiero que hablé con Krist, esta muy afectado por todo lo que usted le dijo, no tenía porque tratarlo así, aún más cuando él ha dado de lo que tiene para ayudarlo. Ha sido bueno para dar su dinero, pero es malo cuando sabe de su trabajo.
— Pensé que era dinero limpio. Yo no lo crié para que fuera de esa manera, porque no buscar trabajos decentes él vendiéndose y tú dañando la ciudad. —Chai hablaba de manera agitada estaba muy enojado para él era repulsivo ver a ese hombre en su casa.
—No vine aqui para hablar de mi situación que a usted no debe importarle, vine por su hijo....
Él hombre mayor no quería ceder. Su voz se escuchaba en el segundo piso donde estaban los gemelos quienes estaban al borde de las escaleras escuchando la voz de su padre. Chai amaba a Krist se podía decir que era su preferido, su primogénito, era su niño perfecto, pero sentía repulsión por lo que hacia.
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Después de llorar hasta quedarse dormido finalmente se sintió cómodo en su cama a años luz de distancia del drama del día, antes de que sonara su teléfono ya era casi media noche cuando contestó.
-¿Hola? -respondió con voz rasposa.
-Krist, papá tuvo un ataque al corazón - gritó Sammy al otro lado de la línea. - Tienes que venir al hospital esta muy mal.
Krist llegó al Bangkok Heart Hospital tan rápido como pudo en medio de la noche. La sala de espera del hospital estaba casi vacía cuando el olor a saneamiento golpeó su nariz, sacándolo de su trance. Cuando llegó a la estación de enfermeras casi se ahogaba en lágrimas.
-Necesito ver a mi padre Chai Perawat -dijo Krist con voz temblorosa.
La enfermera detrás del escritorio apenas levantó la vista de su computadora. ¿Nombre y parentesco con el paciente?
La voz de Krist se secó y sintió como si la habitación se estuviera cerrando sobre él. - Soy Krist Perawat, su hijo.
Antes de que la enfermera pudiera empezar a escribir, él sintió que alguien lo abrazaba por detrás. Cuando se dio la vuelta, vio que era su hermana Sammy, todavía en pijama.
-Krist - Sammy lloró mientras lo abrazaba.
Sostuvo a su hermana y le acarició el cabello. -¿Dónde esta él?
