𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏ

❤️36🖤

Singto permaneció en silencio un momento antes de volver a mirarlo a los ojos. - Bas era muy joven. Él y yo estuvimos casados algunos años y teníamos nuestros problemas normales como cualquier pareja, pero luego empezó a estar asustado todo el tiempo le doy la razón a él. Todo pasó después de que nos persiguieron, por suerte no pasó nada, porque mis muchachos estaban detrás y muy pendientes. Además cuando yo estaba fuera por negocios se le ocurrían todas estas ideas de infidelidad solo por no querer que me acompañara, pero era para que no corriera ningún riesgo, yo siempre fui fiel, tú sabes cómo soy.

Krist asintió con la cabeza.
-Puedo entenderlo, también me preocupo por ti cuando estás fuera y también por mi porque no sé que hacer si algo así fuera a pasar. A parte las cosas que le has hecho a la gente, debes tener muchos enemigos, quiero que tú te cuides mucho siento que podría perderte en cualquier momento y no estoy seguro de poder vivir así .

-Yo se como cuidarme, Krist, quiero que empecemos otra vez, que las cosas sean diferentes esta vez - Singto suspiró - quiero que solucionemos todo si se pone difíciles. He pensado mucho en esto, pero antes de que todo estuviera mal entre nosotros quería que formáramos una familia.

Krist reflexionó sobre eso por un momento, siempre sintió que algo más le faltaba, pero solo cuando se sintiera cómodo económicamente y mentalmente preparado.lo haría. Había pensado en adoptar un bebé para cuidarlo y que a su vez lo acompañara, pero sabía que no tendría tiempo para cuidar a un niño y trabajar al mismo tiempo. Fue solo hasta que Singto entró en su vida que todo parecía una posibilidad.

-Yo también quería eso - respondió Krist mientras descansaba su cabeza en las sábanas. - pero odiaría que algo te pasara.

La muerte siempre es una posibilidad, pero lo que estaba en juego era mayor para Singto. No es como si no hubiera enfrentado la muerte una o dos veces en su vida. Siempre dormía con un arma cerca y vigilancia dentro y fuera de su casa las 24 horas.

-No quiero que pienses en eso. Quiero mejorar las cosas poco a poco, así que comencé a convertir todo lo que tengo en legítimo - explicó -Me estoy convirtiendo en una mejor persona para ti, para nosotros.

Krist negó con la cabeza y sonrió -Eso es bueno porque no puedo traer un niño así, en un mundo como este.

-Yo tampoco quiero.

La pareja habló durante otra hora antes de que Krist se diera cuenta de cuanto tiempo había pasado.

- Creo que debería irme - dijo levantándose de la cama.

-Llamaré a los muchachos.

-No los molestes, no es lejos - dijo mientras se ponía su abrigo. - es una buena noche quiero caminar y tomar fresco.

Singto frunció el ceño.

-¿Estás seguro? ¿No es tarde? No quiero que estés por ahí solo.

-También puedo cuidarme solo -sonrió -pero gracias.

Singto se inclinó para besarlo en la mejilla. - Está bien, llámame cuando llegues. Te amo.

-Yo también te amo, siempre. - Krist sonrió y se despidió antes de caminar por el pasillo y entrar en el ascensor.

La ciudad estaba en silencio una vez más y la luna llena estaba a la vista durante todo el camino a casa. Krist caminó con confianza y felicidad una vez más. Singto estaba de nuevo en su vida y lo amaba, eso era seguro. Estaba más confiado de eso que de cualquier otra cosa.

Mientras caminaba hacia la entrada lateral de su edificio y buscaba en su bolso las llaves, una presencia oscura casi la detuvo en seco.

Su rostro se veía un poco diferente de una manera distorsionada, se quedó allí a pocos metros de él con ropa oscura, lentes y un suéter con capucha.

-Krist, tanto tiempo es genial verte de nuevo.

El escalofrío recorrió la columna vertebral de Krist y su corazón tembló de terror - Krittanai. -Krist se quedó congelado en seco. -¿Q,..qué estás haciendo aquí?

Él se acercó con una sonrisa traviesa y diabólica. -Solo quería saludar a mi chico.

Krist caminó unos pasos hacia atrás, sacó su celular y rápidamente le tomó una foto necesitaba una prueba de que estaba allí para que la policía lo encontrará está vez.

-¡Aléjate de mí! -gritó mientras buscaba su cuchillo.

Una luz apareció desde el balcón sobre ellos, haciendo que ambos saltaran. -¿Está todo bien ahí abajo? - dijo la voz.

Cuando Krist miró de nuevo, se había ido con el viento, su corazón se aceleró y nunca había estado tan asustado. No podía haberlo imaginado estaba claro como el día.

Miró a su alrededor una vez más antes de entrar corriendo en su edificio y encerrándose en su apartamento. Inmediatamente cerró la puerta y las ventanas. Dudaba mucho que él subiera ocho pisos, pero no pensaba en nada más que su seguridad.

Con manos temblorosas, marcó el número de Singto y le dijo lo sucedido, mientras se encontró paseando por su apartamento hasta que Singto llegó unos minutos más tarde.

Él estaba acalorado, enojado y quería patearse a si mismo por no enviar a algunos de sus hombres a seguirlo.

-¿Quiero saber quién es este hijo de puta? -Singto rugió fuerte.

- Yo le tomé una foto
Krist le mostró su teléfono antes de sentarse en el sofá.

-¿Que mierda? Este es Nammon -dijo Singto mientras examinaba la foto borrosa.

Krist frunció el ceño -¿Quién es Nammon?

-Nammon es el chico que he estado cuidando por un tiempo - dijo Singto mientras caminaba enojado por la habitación. - El sobrino de Ohm, lo conocí en el viaje a Pattaya.

-¡Oh, Dios mío! Está tan cerca - Krist lloró de miedo y se puso de pie de un salto, corriendo a su habitación en busca de una maleta. -Tengo que irme, él me va a matar estoy seguro, lo sé, lo presiento, vendrá por mi.

Singto lo siguió y lo giró, sujetándolo por los hombros. -No va a hacer nada.

-¿No lo entiendes? - dijo temblando. -Quiso matarme antes e intentará hacerlo de nuevo, no puedo estar aquí.

-Krist.... Yo le aclararé el culo a ese hijo de puta, ese perro se las verá conmigo.

xx

Nammon Krittanai Arsalprakit