𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏ

❤️5🖤

Krist y su padre se sentaron en la estrecha sala de estar llena de fotos de él, los gemelos que aún eran adolescentes y estaban asistiendo a la escuela secundaria.

Miró las paredes de la sala estaban revestidas con papel tapiz verde descolorido y la alfombra que también estaba gastada. Krist siempre se ofrecía para ayudarlo a pintar la casa, pero su padre prefería el aspecto de algo usado.

Chai, estaba sentado en su sillón reclinable, admirando a su hijo mayor. -¿Estás seguro de que estás bien? No hay problemas de amores.

Krist asintió - No papá, no hay problemas, ni hay amores, estoy bien solo quería verte -Miró hacia la pequeña cocina en la otra habitación. -¿Necesitas que vaya de compras?

Su padre negó con la cabeza.
-No, tenía la intención de ir durante los últimos días, simplemente lo olvidé, por dejar a Sammy y Yacht en la práctica de fútbol.

Krist asintió y miró hacia la puerta. -Puedo ir ahora mismo papá, hazme una lista y conseguiré lo que necesitas.

Chai chasqueó la lengua y se acomodó aún más en su sillón
-Está bien, necesito un poco de pan, pechuga de pollo, galletas saladas,, tocino...

-Sin tocino está prohibido - intervino Krist, tomando notas en su teléfono. Tu médico dijo que necesita carnes magras para su corazón.

- Jumm como estaba diciendo - lo interrumpió el hombre mayor - necesito tocino, judías verdes, leche, cereales, pasta y tal vez algunas otras cosas que ya he olvidado.

Krist apunto todo, revisó la lista y miró la nevera para saber que más faltaba. - Quiero que estés bien papá, no quiero preocuparme. Vuelvo enseguida, llámame si me necesitas.

Besó a su padre en la mejilla antes de hacer el corto viaje al mercado cercano de Khlong Toei. La tienda de comestibles estaba brillantemente iluminada con luces fluorescentes y estaba llena de compradores. Cuando comenzó a poner cosas en su carrito de compras, su teléfono en su bolsillo sonó.

Cuando desbloqueó la pantalla de su teléfono, vio que era un cliente en su aplicación privada. La foto era de un chico con una pequeña barba medio marcada, llamado Tae Darvid, 31 años, parecía intelectual, era de Siam no estaba muy lejos.

Pasó todas las verificaciones de antecedentes y verificaciones de fotos de la aplicación, pero él aún necesitaba entrevistarlo. Krist reflexionó sobre esto por un momento, estaba ganando casi $100 mil por año como acompañante y no necesitaba el dinero, pero siempre pensó en planificar el futuro.

Respiró hondo y aceptó la solicitud de evaluación esa tarde. Exhaló y siguió comprando a su padre en la concurrida tienda de comestibles.

Tiempo después estaba de regreso en la casa de su padre, sorprendido de ver a sus hermanos menores allí sentados en el sofá, jugando videojuegos y leyendo revistas.

-Hola hermanito - saludó Sammy, inclinándose para darle un beso y un abrazo.

Krist bajó las bolsas al suelo y también besó de sus hermanos.

-¡Hola! ¿Cómo están mis socios? -dijo cariñosamente. Ha pasado un tiempo. ¿Qué han hecho?

Yacht detuvo el juego y ayudó con los paquetes..

-Eso es genial -dijo agarrando una de las bolsas de su mano y colocándola sobre la encimera de la cocina.

Tanto Yacht como Sammy eran altos de estatura para su edad, lo que siempre sorprendía a Krist, porque parecían adolescentes gigantes a su lado. Eran gemelos fraternos y se parecían más a su padre. La foto de su madre estaba sobre una repisa, el era idéntico a ella. Había fallecido hace diez años y después de eso, tuvo que dar un paso al frente y ser un tipo de madre para sus hermanos a lo largo de los años.

-¿Cómo va la escuela? -preguntó, sentándose junto a ellos en el sofá estrecho.
Yatch se encogió de hombros.

-Hombre ¿Porqué sacas ese tema? Ya sabes cómo se llama el problema.

-¿Profesor New Thitipoom?

-Sí, él -respondió, echando la cabeza hacia atrás en el sofá. -nunca me da un respiro, lo juro.

Krist asintió y le frotó el hombro. -Escucha, si necesitas ayuda adicional, sabes que soy el mejor en matemáticas.

-Lo sé - Yacht exhaló. - lo voy a pensar.

Sammy sonrió y miró a sus hermanos hablar, echaba de menos a Krist y las largas conversaciones que tenían.

-Krist, ¿Podemos ir a patinar alguna vez, como solíamos hacer?

Él miró a su hermana y la revista que estaba leyendo.
-Claro, por supuesto que podemos. ¿Estás bien? ¿Cómo te han ido las cosas?

Sammy cerró la revista y la dejó sobre la mesa de café.
-He estado bien, pero el entrenador Techno no me deja jugar.

-Escucha, entraste en ese equipo por una razón, tal vez solo esté asustado por tu seguridad, pero sea lo que sea, sabes que eres más que capaz de hacerlo tan bien como tus compañeros de equipo. Eres tan buena como los chicos, nunca lo olvides.

Sammy se animó un poco y apoyó la cabeza en el hombro de Krist -Supongo que tienes razón, pero solo ven a mis juegos cuando me dejen jugar.

Krist sonrió y le dio a su hermana un abrazo lateral.
-Lo prometo, ahora desempaquemos esto y cocinemos algo bueno.

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