Krist comenzó un negocio de escort por cuenta propia y tuvo éxito, ahora vive cómodamente, sin tener la necesidad de un proxeneta que se quede con sus beneficios.
Un día por azares del destino en una de sus citas Krist conoce a Singto Prachaya, pero...
Cuando Krist regresó a su asiento para que el oficiante hablara, se inclinó hacia su hermano menor.
-¿Qué te dijo él? - susurró.
Yacht bajó la cabeza. -Dijo que ya soy un hombre y que necesito ser fuerte, que no puedo dejar que me debo comportar.
Krist abrazó a su hermano y acarició su cabello luego respiró hondo antes de acercarse al podio frente a su familia.
Se aclaró la garganta y sacó una hoja de papel sosteniéndola en sus manos temblorosas mientras miraba a la familia y amigos presentes. -Gracias a todos por venir aquí para honrar la vida de mi padre, Chai Perawat Sirirat. Toda mi vida he sido el niño de papá y me duele estar aquí en su funeral ante ustedes. - habló con lágrimas corriendo por su rostro. -Mi padre y yo siempre fuimos cercanos, pero justo antes de que él muriera, no nos dijimos las mejores palabras y esa es una de las pocas cosas de las que siempre viviré para arrepentirme.
Amaba a mi padre con todo mi corazón y sé que él también nos echará de menos. Únanse a mí hoy para honrar la memoria de mi padre, Chai Perawat.
Singto estaba en la entrada cerca de la puerta de la iglesia, vio como Krist pronunció el elogio de su padre con lágrimas corriendo por su rostro y sintió que él mismo se ahogaba. No mató a su padre, pero no debió haber ido a su casa esa noche y se odió a sí mismo por eso. Ahora estaba viendo al amor de su vida llorar siendo él la causa de su dolor.
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Después del elogio, Singto supo que no era bienvenido para ver a Krist y Bright lo invitó a almorzar a su casa en los suburbios. Su esposo Win preparó una deliciosa sopa con especias, vegetales, pan tostado, acompañado de vino tinto.
Win sentó a su pequeña hija dedos años a la mesa. Ella comenzó a jugar con su comida, haciendo ruiditos mientras sus padres la miraban con alegría.
Singto quería esto para sí mismo, ansiaba este tipo de amor y estabilidad incluso si estaba fuera de su alcances.
Después de la comida, los dos se sentaron afuera en el patio trasero de Bright con cervezas en mano.
-Se que te gusta tu chico, pero se real Singto, todo lo que hiciste en este tiempo fue follarlo.
Aunque su relación tenía mucho sexo, había amor verdadero allí. Singto permitió que Krist volviera a confiar y le mostró una parte diferente de sí mismo, un lado que era más suave y más vulnerable. Para él, Krist era su estabilidad y su escape y lo amaba con todo su ser.
Singto apretó la mandíbula y miró a su amigo. -No estabas allí nosotros hablabamos, teníamos una conexión real, nunca había conocido a nadie como él antes, ni siquiera Bas era así. A decir verdad estaba pensando en convertirlo en mi esposo.
-¿Te querías a casar con él?
-Tengo el anillo de mi madre - dijo exhalando. -Estaba esperando hasta que llegara el momento adecuado e iba a pedirle que pasara el resto de su vida conmigo.
