Los dos disfrutaron de una comida tradicional italiana completa con pan de ajo casero, pasta con salsa de tomate y carne molida fresca. Era la primera vez que probaba una pasta fresca italiana y podía identificar cada especia y todos sus ingredientes.
-Sabes -dijo, limpiándose la boca con una servilleta
-he tenido citas con muchos hombres, pero ninguno de ellos puede cocinar así.Singto se rió entre dientes y lo miró frente a él desde la mesa del comedor. -Bueno, supongo que se puede decir que soy un poco diferente en la cocina, nada de esa mierda de Olive Tree.
-Supongo que estás en lo correcto.
Singto se levantó, tomó sus platos y los de Krist y los puso en el fregadero. Luego le sirvió un postre de limón y más tarde vino tinto para ambos.
-Quiero saber más sobre ti
-le entregó una copa de vino. -Quiero saber qué te excita.
Krist rió y aceptó la bebida.-¿Qué me...motiva? Bueno, a pesar de mi edad me encanta la música pop o rock de los 80.
-Bueno, yo estaba por ahí en ese entonces. Puedo asegurarles que llegué a ver a Whitney Houston en persona fue increíble - Singto se rió entre dientes.
Casi se ahoga. -¿Llegaste a verla en persona?.
-Sí, por supuesto. -El asintió. -Yo era jóven en ese entonces, llegamos a vivir un tiempo en Filadelfia, pero estaba muy enamorado de ella.
-Vaya -dijo mientras su mente se aceleraba. ¿Quién era este tipo en realidad? -Eso es una sorpresa.
Él se encogió de hombros y la miró. -Eh, fue el pasado. Todavía no puedo creer que haya muerto. Pero cuéntame más sobre ti, Krist. ¿Cómo estuvo tu semana?
Krist se encogió de hombros.
-Mi semana ha ido bien, fui a ver a mi familia y entrevisté a un nuevo cliente.Singto asintió. -¡Oh! ¿Cómo es tu familia?
-Bueno, mi papá nos crió en su mayor parte después de la muerte de nuestra madre, soy el mayor de mis hermanos, así que eso es todo.
-Tomó un sorbo de su vino.
-odiaba pensar en su madre muerta -pero amo a mis hermanos, son gemelos y tienen mucho talento para los deportes. Me admiran mucho, pero a veces me siento mal porque no saben lo que hago.-Siento lo de tu mamá. -Singto le dio un suave masaje en la rodilla.
-¿Qué creen que haces?
Krist estudió el suelo por un momento antes de volver a mirar hacia arriba. -Creen que trabajo en una empresa en el centro de la ciudad, simplemente no pueden saber que soy un escolta, si mi papá se entera, estoy seguro de que moriría con el corazón roto, el es muy recto
Singto asintió, sabía que era difícil mentir a las personas cercanas a él, pero a veces era por su propia seguridad.
En ese momento, su teléfono zumbó con fuerza dentro de su bolso desde el otro lado de la habitación. Cuando se levantó para comprobarlo, vio una foto de un cliente anterior en su pantalla solicitando que se encontraran la noche siguiente.
-¿Trabajo? -Singto preguntó desde la cocina.
Krist asintió con la cabeza y tiró su teléfono en su bolso y caminó hacia él. -Si pero...
Los ojos de Singto sostuvieron los de él por un momento. -Lo que sea que esté en tu teléfono no es importante, lo importante es nuestra noche aquí juntos, quiero que estés cómodo y que la pasemos bien.
Krist sonrió por un momento. Ese hombre hizo un buen trabajo haciéndolo olvidar sus problemas. -Hmm, ¿Estás seguro?
Singto tenía una mirada oscura en sus ojos, mitad deseo, mitad curiosidad, se inclinó y le dio un ligero beso en los labios.
-Entonces, juguemos a un juego, algo que ustedes los niños pequeños entenderán.
Krist se rió entre dientes. -Un hombre de tu edad con juegos, y me llama jóven.
-Juguemos a la verdad o mentira con un giro. Singto lo llevó al sofá de la sala para que se sintiera más cómodo.
-¿Oh? -Los ojos marrones de Krist se iluminaron. -¿Cuál es el giro?.
-Por cada mentira, o si te equivocas te quitas una prenda de vestir. -dijo, pasando una mano por el muslo de Krist. -Pero, solo si tu quieres.
Krist sabía que estaba congelado, pero maldita sea, cuando lo tocó, su cuerpo se sintió como fuego.
-Hmm ... Tengo la sensación de que esto no va a terminar bien, pero tú ve primero.
-Soy un escorpio, mi postre favorito es el pastel de chocolate y nunca he visitado Latinoamérica -Singto declaró.
Krist esperó un momento y estudió su rostro. -Nunca has visitado Latinoamérica.
-Tienes razón -Singto tomó un sorbo de vino.
El puño de Krist bombeó el aire. -¡Sí! Está bien, es mi turno. Me encanta el verano, no me gustan las serpientes y soy alérgico al maní.
-Te gustan las serpientes. -Singto asintió con la cabeza. -Tú eh, tienes esa extraña mirada de mascota a tu alrededor.
-¡Incorrecto! Soy alérgico al maní. -Krist rió. -Las serpientes me asustan muchísimo, quítate la chaqueta.
-Bien, bien. -dijo, quitándose la chaqueta de cuero negra. -Está bien, es mi turno, tengo ciudadanía italiana, me encanta la navidad y puedo tocar el piano.
-No puedes tocar el piano -dijo Krist -Tus manos son demasiado suaves.
-Joder, está bien. -Singto agitó las manos -Me sorprende que te hayas dado cuenta de eso.
Krist se quitó los zapatos y se puso más cómodo, los dos se miraron el uno al otro por unos momentos en silencio, sintió algo más entre ellos. Sin teléfonos, sin clientes, sin distracciones, eran solo ellos.
Singto se movió hacia el hasta que estuvo a centímetros de su rostro.
-Sabes, en mi línea de trabajo, soy bueno para detectar mentirosos.
Krist se mordió el labio. -Así que elegiste este juego solo para quitarme la ropa, ¿eh?
-Tienes toda la maldita razón.
Agarró a Krist y lo besó tiernamente mientras sus manos rozaban su pecho, él lo tocó gentilmente y Krist pensó que casi pensaba que era amor. Lo habían tocado tantas veces, pero algo en su toque envió deliciosos escalofríos por su espalda. Él gimió suavemente cuando sintió sus manos alcanzar la cremallera de su pantalón.
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𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏ
FanficKrist comenzó un negocio de escort por cuenta propia y tuvo éxito, ahora vive cómodamente, sin tener la necesidad de un proxeneta que se quede con sus beneficios. Un día por azares del destino en una de sus citas Krist conoce a Singto Prachaya, pero...