❤️Epilogo🖤

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Al llegar a casa luego de estar en el mercado, Singto le dijo a Krist que durmiera un rato que lo despertaría a tiempo para cenar. Aún estaba muy adolorido y las contracciones habían seguido, pensó que tal vez podía dar a luz ese día o días después.

Decidió que llamaría primero a Gulf, le había contado que luego de un tiempo había comenzado a salir con su compañero de trabajo Kao. Él otro hombre que había conocido aunque era muy guapo prefería tenerlo de amigo por dos razones, la primera viajaba demasiado y pasaba semanas fuera del país y la segunda él había mostrado a sus amigos una tarjeta de un escort con quién había salido llamado Arthit Rojnapat, Gulf de inmediato supo que era su amigo y con eso él hombre fue descartado nunca podría estar con él. Pero él estaba más que feliz, su novio lo había comprometido y posiblemente se casaría en algún momento.

Krist terminó la plática estaba más que feliz por su amigo,  hasta que cayó en un sueño profundo.

La familia de Plustor Pronpiphat había estado al tanto de la información en aquel instante cuando Plustor fue asesinado tenían la certeza que Singto era el culpable de su muerte y al parecer lo dejaron pasar.

Singto había tomado medidas  al salir, al igual que Krist lo hacían con extremo cuidado y flanqueados a sus costados. Ese día él estaba con Bright en la parte baja de la casa, había comprado una mesa de billar para entretenimiento en las tardes y la cual ellos estrenarían en ese momento. No se habían dado cuenta cuando los Pronpiphat entraron a cobrar venganza,  Krist corrió cuando escuchó el estruendo de las armas disparar, bajó las escaleras y justo en el instante vio como su marido junto a Bright eran masacrados y el siendo perseguido.

Despertó de su pesadilla con mucho dolor, jadeando y desesperado se levantó  de la cama tan rápido cuando sintió un pop rompiendo aguas. Se dio cuenta que Singto estaba en la habitación justo a su lado escribiendo tranquilamente en la computadora, había tenido una maldita pesadilla. 

A partir de ese momento dejó de percibir lo que estaba pasando a su alrededor. Solo recordó ver a Singto llegar a su lado tocó la humedad de su ropa y salió corriendo de la habitación buscando a la mujer a quien le habían pagado muy bien para quedarse con ellos la última semana de embarazo.

La piscina para el parto estaba siendo llenada, esta se encontraba en un salón con puertas de cristal que daban vista al jardín bien cuidado de la casa. Singto bajó a Krist con mucho cuidado por las escaleras y al meter los pies en el agua sintió inmediatamente la necesidad de pujar. Él había dejado de escuchar lo que la matrona decía y las contracciones se habían vuelto más constantes, respiró profundamente para calmar sus y en la siguiente contracción sintió la cabeza de su bebé que salía de su dilatada cavidad.

Apretó las manos de su esposo que agradecía al cielo que estaba allí con bien, justo a su lado, con su rostro sereno y sin decir ni una sola palabra todo lo decía con su mirada nublada.

La matrona le dijo a Singto que sintiera la cabeza de su hijo mientras el dolor llegaba nuevamente. Krist pujó fuerte dos veces y con la siguiente contracción el pequeño cuerpo fue atrapado en sus manos su marido. Luego la mujer se encargó de asistir al bebé  dando paso para entregárselo a Krist.

Era casi el atardecer cuando el cuerpecito húmedo y pegajoso fue puesto en su pecho, el pequeño bebé lloraba y se retorcía Krist reconoció ese movimiento familiar. Cuando el infante abrió los ojos y lo miró, Krist lloró con mucho sentimiento y lleno de emoción.

El mundo se detuvo en el momento en que Singto sostuvo a su hijo en sus brazos. Mientras miraba a los ojos de su hijo y sonreía supo que tenía que ser un mejor hombre para pasar todos los días haciendo feliz a su familia.

𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora