Durante el vuelo a Italia Krist se tomó un par de tranquilizante durmiendo durante la segunda mitad del largo vuelo. Singto disfrutó viéndolo caer totalmente inconsciente mientras volaban entre las nubes. Cuando aterrizaron no pudo despertarlo, cargándolo como si fuera un bebé lo llevó a la limosina mientras las hermosas luces y el agua de Sicilia los esperaban.
Singto no quería involucrar a su familia en esa escapada así que hizo una reservación en el Grand Hotel San Pietro. La habitación era moderna con techos altos y paredes de color cremoso, con una cama grande y lujosa que en el sueño de Krist se sentía suave como pétalos de rosa. El baño estaba cubierto de mármol blanco e incluía una bañera de hidromasaje, una ducha a ras de suelo y un tocador de cuerpo entero. La habitación era sencilla en comparación con el paisaje. Fue impresionante la vista de su habitación al océano azul claro.
Los tranquilizantes fueron demasiado para su sistema y Krist durmió todo su primer día, cuando se despertó Singto estaba sentado afuera en el balcón con una camisa blanca abotonada y pantalones marrones, una mirada muy tranquila.
-¿Qué hora es? - preguntó mientras se frotaba los ojos.
Singto colocaba en su camisa unas gafas de sol mientras le contestó. - Es hora de que te levantes.Cuando Krist se sentó mirando a su alrededor para saber donde estaba y pensando en los eventos que habían tenido lugar la noche anterior.
-Krittanai está muerto, pero ¿Qué significa esto para nosotros? - preguntó mientras se apretaba la manta a su alrededor con miedo. -¿Qué va a pasar?
-Me he ocupado de eso -dijo Singto mientras colocaba su celular en la mesita de noche. -Solo quiero que te relajes y dejaremos esa mierda en el pasado.
Krist se inclinó para darle un beso a Singto antes de levantarse de la cama e ir al baño.
Su cabello estaba despeinado levantado por un lado, mientras elegía una camisa crop top color amarillo y un pantalón negro y líneas grises para usar durante el día. Se aplicó un poco de gel, luego bloqueador solar y agarró otros accesorios para protegerse del sol.
Italia era más hermosa de lo que había imaginado. Las brillantes y cristalinas aguas de los canales resplandecían bajo la luz del sol. Las calles estaban llenas de gente, de turistas, pero donde quiera que fueran Singto parecía no tener ningún problema, ya que hablaba italiano con fluidez y de alguna manera sabía como moverse. Su mañana estuvo llena de recorridos por museos y visitas turísticas antes de que los dos decidieran que era hora de un aperitivo. La pareja de novios se sentó en un pequeño café que tenía asientos al aire libre.
-Este lugar es como un sueño - Krist dijo mientras bebía un capuchino y el dulce aroma del café los rodeaba.
Singto miró por encima del hombro a la bulliciosa multitud. -Diviértete bebé.
Durante el resto del día, ambos caminaron por Sicilia y exploraron todo lo que tenía para ofrecer. Singto incluso le enseñó a Krist algo de italiano y el más jóven se sentía como en un paraíso.
-Casi toda mi familia es de aquí, ya sabes -dijo mientras se quitaba las gafas de sol - emigraron desde el año 1900.
Krist sonrió y partió un trozo de pan antes de untarle una mermelada de frutas. -Debe ser bueno conocer la historia de tu familia de esa manera. Lo único que puedo hacer es leer en libros de historia y en línea.
Singto le tomó la mano desde el otro lado de la mesa. -Las personas tailandesas también son resistentes. Tu tienes una historia y una cultura tan ricas, eso no lo olvides.
-Soy consciente de que estuve tan cerca de especializarme en literatura tailandesa cuando estaba en la universidad. Sé que tú te dedicaste al jazz cuando eras más jóven - Krist rió. - Oye ¿Soy el primer escort con quien has salido?
-No es de caballeros hablar de con quién uno ha salido.
Krist tomó el último sorbo de su bebida antes de inclinarse hacia la mesa con ojos sugerentes. -Entonces, ¿Qué haremos ahora? Sé que conoces este lugar como la palma de tu mano.
Singto sonrió tenía otras cosas que hacer con él en mente que no tenían nada que ver con el turismo, pero por ahora, sabía que quería tratarlo como se merecía -Un familiar de mi madre aún es dueño de esa joyería de allí -mencionó señalando el lugar.
Krist arqueó una ceja mientras miraba en su dirección a la pequeña tienda con un cartel que decía Parigi Gioielleria.
Después de que la pareja terminó su desayuno, dieron un corto paseo hasta la joyería. La tienda era pequeña, pero estaba cubierta de joyas de toda Italia, incluidas piedras preciosas, todo le recordaba a las pulseras y collares antiguos de la década de 1950. Singto era amigable con el dueño, un hombre mayor y guapo, lo cual era muy evidente con los saludos de besos en las mejillas y hablando en voz alta en italiano
-Este es primo de mi madre, Tawan Vihokratana- dijo mientras asentía con la cabeza hacia el hombre mayor. -Lui è il mio bambino Krist.
Krist sonrió y saludó al hombre cuyo fuerte entusiasmo casi lo sobresaltó.
-¡Bellissimo, bellissimo!-Tawan exclamó mientras tiraba de Krist un fuerte abrazo. -Hiciste un buen trabajo con él
-Gracias señor, tiene una hermosa tienda, nunca había visto nada tan hermoso.
-Elige lo que quieras - dijo Tawan
Krist buscó por un rato con cuidado de no tocar nada mientras Singto seguía hablando con el hombre. La tienda era tan compacta con artículos caros que sintió como si pudiera derribar algo. Los ojos de Krist se fijaron en un par de aretes de oro y un collar a juego con un colgante de diamantes que brillaban con la luz del sol que entraba por el escaparate de la tienda.
-Me gustan estos - Krist los señaló.
Singto sonrió y le susurró algo en italiano a Tawan en el mostrador, metió la mano en el estuche de las joyas y colocó el conjunto frente a él..
Krist los examinó, se los probó en el pequeño espejo y sonrió.
-Me encanta -dijo mientras giraba en diferentes ángulos.
Singto volvió a hablar en italiano con Tawan y le dio su tarjeta de crédito platino para que cobrara.
-Gracias - dijo Krist mientras salían de la tienda. -Aunque no tenías que hacerlo.
-Quería -Singto dijo antes de besar su mejilla. - Solo lo mejor para ti.
xx
Quiero un Singto en mi vida, pero sin toda la mafia 😆
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𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏ
FanfictionKrist comenzó un negocio de escort por cuenta propia y tuvo éxito, ahora vive cómodamente, sin tener la necesidad de un proxeneta que se quede con sus beneficios. Un día por azares del destino en una de sus citas Krist conoce a Singto Prachaya, pero...