❤️24🖤

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Bright, que estaba en una esquina como sombra silenciosa se puso alerta agarrando su arma disimuladamente por si algo llegaba a pasar.

Los otros jefes miraron a Singto antes de mirar a un sorprendido Ohm, estallar en carcajadas. -Bueno, mierda Singto me sorprende que no lo hayas hecho antes.

La tensión en la habitación se disipó, pero Singto seguía acalorado y tomó un sorbo de whisky que había comprado -Lo siento, pero tuve que matar a ese perro hijo de puta.

Ohm se encogió de hombros y exhaló. -Siempre haz lo que tengas que hacer, sin resentimientos.

Sintió un soplo de aire fresco tranquilízate y finalmente pudo decirlo en voz alta. Ohm no tenía nada en contra de Singto por matar a Plustor, solo quería el dinero que el despachado le debía y Singto se lo dio esa misma noche sin dudarlo, se sintió aliviado, pero podía admitir que se sentía incómodo de que Ohm trabajara con alguien a quien sabía le tenía mala voluntad.

El resto de la noche transcurrió sin problemas, todos compartieron historias sobre los viejos tiempos y disfrutaron de la compañía de los demás. Antes de que terminara la noche, Singto prometió mostrarle a Max, a Mean y al niño que no se le despegaba los terrenos que quería comprar cuando regresaran a Bangkok.

Aunque Singto ya estaba lo suficientemente estresado no podía imaginar tener que cuidar al veinteañero, pero fue un pedido de Ohm.

La tensión que había terminó alrededor de las diez y la mente de Singto se dirigió a Krist. Esperaba que se estuviera divirtiendo y que estuviera a salvo con las otras personas en el bar. Después de las reuniones, los hombres solían salir a jugar al billar o cenar en el restaurante, pero Singto se negó.

Antes de salir del apartamento, cada jefe dejaba una buena propina para la mujer a la que alquilaban el lugar.

- Voy a buscarte en veinte.
-fue el mensaje de texto que envió.

Se estaba poniendo la chaqueta cuando recibió un mensaje de texto devuelta. -De acuerdo hasta pronto..

Nammon estaba cerca de la puerta, mirando a los jefes como si fueran dioses. Singto vio algo en este chico, tal vez tenía alguna habilidad útil.

-Oye niño, ¿Tienes trabajo?
-Yo eeh, a veces vendo drogas, señor. -Nammon se aclaró la garganta y se enderezó.

Singto lo sujetó por los hombros y le dirigió una mirada dura. -¿Te gustaría trabajar en mi restaurante? Estoy buscando gente y ya luego te mostraré como se trabaja en laa filas cuando estés listo.

El rostro del jóven se iluminó. -Me sentiría honrado, señor Prachaya.

Singto le dio una fuerte palmada en el hombro. -Bien,  me tomaré un poco de tiempo libre, pero hablaremos pronto.

Bright echó un último vistazo al chico nuevo antes de que él y Singto se fueran en su todoterreno y se dirigieran a toda velocidad al bar de vinos para recoger a Krist.

Bright echó un último vistazo al chico nuevo antes de que él y Singto se fueran en su todoterreno y se dirigieran a toda velocidad al bar de vinos para recoger a Krist

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𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora