❤️39🖤

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Singto espero que Ohm tomara la llamada pero no le diría aún lo sucedido hasta que llegara a Bangkok.

-Tienes que venir aquí esta noche. Reúnete conmigo en el muelle cerca del almacén.

-¿Es muy urgente? - preguntó Ohm

- Si, lo es.

-De acuerdo llegaré en un par horas.
*
Al salir de Chiang Mai y pisar Bangkok Ohm le hizo una llamada quería una explicación inmediata.

Era casi medianoche cuando él apareció en el muelle y no parecía feliz en absoluto.

-¿Qué diablos fue lo que pasó, Singto? -preguntó Ohm, corriendo hacia él, visiblemente enojado. -¿Qué diablos le hiciste a mi sobrino?

-Lo maté - mintió, nunca culparía a Krist -Trató de matar a mi chico.

El rostro de Ohm se suavizó un poco, pero se mantuvo firme. -¿Se conocían o algo así?

-Solían salir y él muy maldito le puso las manos encima - explicó -Deberías estar feliz de que no le corté las pelotas.

-¿Qué hiciste con él?

Singto se metió las manos en los bolsillos. -Estaba pensando que pondría su lamentable culo en barriles de ácido, pero eso te lo dejo a ti, ya que te conozco, somos cercanos y todos eso.

Los hombres se miraron el uno al otro con expresiones duras. Ohm permitió que sus pensamientos se esfumaran antes de enojarse demasiado con Singto.

- Él es sobrino de Nanon no mío -dijo Ohm finalmente. -Nunca conocí realmente al niño, solo pensé en darle una muestra de la vida, parecía perdido y necesitaba dirección.

-Me importa una mierda su historia de sollozos, lo dejaste bajo mi protección y casi mata a mi chico. Singto apretó la mandíbula. -¿Y por qué diablos lo llamas Nammon cuando se llama Krittanai? ¿Y porque le hicieron cirugía plástica? No pudimos encontrar nada más sobre él.

-Su nombre es Nammon Krittanai Arsalprakit -dijo Ohm -En la familia lo llamamos Nammon es más fácil. De verdad no sé por qué se sometió a la cirugía, pensamos que se había peleado o estaba desfigurado, algo así. Aparte no es mi culpa que no hagas un mejor trabajo mirando a tu gente.

Singto se encogió de hombros.
- Tu me lo diste a cuidar y fue un descuido, pero de ambos. 

Ohm se acercó un paso más -Y después de esto ¿Qué te hace pensar que no te mataré ahora mismo?

- No lo harás, si algo me pasa sabrán que fuiste tú, además sé que estas planeando matar al alcalde Toey Sittiwat ¿Porqué? -Singto lo mencionó fríamente, sabía que ese era el punto débil de Ohm y estaba dispuesto a correr con él.

Ohm se aclaró la garganta, visiblemente incómodo. - Tu ganas, hace tiempo atrás fue mi amante, lo ayudé a financiar su campaña de reelección para la alcaldía del pueblo, luego descubrí que me estaba robando yo ya estaba con Nanon y él muy maldito pensaba decirle todo, tuve que amenazarlo con unos documentos para que se callara -confesó Ohm. -Pero, ¿Qué se supone que debo decirle a mi familia cuando me pregunten donde está el niño? ¿Se te ocurrió eso siquiera?

-Diles que fue un negocio de drogas y que salió mal.

Hubo un largo silencio como si Ohm estuviera perdido en sus pensamientos. -Has pisado los pies de mucha gente, Singto. Espero que te des cuenta de que esta mierda puede girar para morderte.

Singto asintió  -Soy consciente.

Sabía que tenía sus riesgos, estar en la mafia ponía un objetivo constante en su espalda, pero estaba decidido a hacer lo correcto, incluso si eso lo convertía en el malo. Recibió amenazas de muerte y hasta le dispararon tiempo atrás, pero nada de eso lo asustó. Lo único que lo asustaba era la idea de volver a perder a Krist.

Singto vio como Ohm desaparecía acelerando su todoterreno y exhaló. Esa era una tarea tachada de la lista, pero todavía había un detective respirando en su cuello, el detective había estado metiendo sus nariz donde no le importaba.

Krist estuvo intranquilo durante el resto de la noche mientras esperaba el regreso de Singto, se había quedado con vigilancia encerrado en su cuarto. Aún cuando su hombre llegó apenas podía quedarse quieto mientras escuchaba a Singto que ordenaba a sus hombres que limpiaran su apartamento y dejarlo sin rastros de sangre, ni pruebas.

Krist lloró mientras llevaban el cuerpo sin vida de Krittanai en una maleta. Singto tomó la decisión de que su cuerpo fuera arrojado a un barril de ácido en Koh Phangan, no habría ni un rastro de ese hijo de puta vigilarían hasta que fuera consumido. A Krist le preocupaba lo que sus vecinos pudieran haber oído, pero Singto se aseguró de callarlos con dinero, así no habría ni un solo testigo.

-¿Estás bien? -Singto preguntó mientras se acurrucaba a su lado en la cama y lo cubría con una manta.

- Ahora lo estoy, me alegro de que finalmente se haya acabado.

-Fuiste valiente. -Singto lo besó en la frente. - el bastardo estará fuera de tu vida para siempre.

- Gracias a ti.

-No me agradezcas tú lo hiciste y eso cambia mucho las cosas. Pero habrá gente que se preguntará donde Nammon y cuando eso pase, si es que pasara y te pregunten sea el día que sea, no sabes nada y no viste nada y no has escuchado nada de él ¿Entendido?

-Si, entendido - dijo y asintió moviendo la cabeza.

Singto se inclino para besarlo y presionó su frente contra él como antes de morder seductoramente su labio inferior. Ahora estaban conectados a través del asesinato y para Singto no había nada más sexy que eso, pero necesitaba concentrarse.

-Tenemos que permanecer ocultos por un tiempo - dijo Singto mientras se cubría con las mantas. - Tenemos que ir a otro lugar.

-Podemos ir a tu casa en Dinso.

Singto negó con la cabeza.

-Quiero decir, tenemos que salir del país por un tiempo. Levántate temprano, prepara tus maletas, nos vamos a Italia a primera hora de la mañana.




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𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora