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Temiendo por su seguridad se convirtió en una rutina para Singto revisar las citas de Krist y llevarlo a ellas. No asistió a las entrevistas con él, pero verificó los antecedentes de los hombres y se aseguró de que llegara a salvo. Le daba tranquilidad saber que él estaba a salvo en ese jodido mundo.

Krist estaba vestido de punta en blanco, listo para su cita escort en un restaurante de lujo en la ciudad con un jóven empresario local llamado Chimon Wachirawit, él era un cliente habitual, pero era la primera vez en mucho tiempo que iban a tener relaciones sexuales. Mientras entraba al restaurante, no pudo evitar sentirse alegre, sintió como si finalmente estuviera volviendo a su vida habitual a pesar de tener aprensiones por todo.

-Si me necesitas, mi teléfono estará encendido, estaré en la oficina del restaurante - le recordó Singto mientras se estacionaba en la esquina.

Krist se inclinó para darle un beso rápido.

-Estaré bien, te amo.

-También te amo. - dijo antes de que Krist saliera de su auto.

Chimon estaba sentado en la barra, él era más o menos de su estatura y de apariencia juvenil. No parecía tener más de veinticuatro años, pero su cuenta bancaria contaba una historia diferente.

-Wow Arthit, te ves muy bien esta noche. -dijo Chimon mientras admiraba el traje de color negro y puntos blancos que le quedaba bien ceñido.
-Es bueno verte de nuevo otra vez.

Krist alisó su ropa después de tomar asiento a su lado. -Esbueno verte de nuevo también.

A medida que avanzaba la noche, Chimon parecía más nervioso de lo habitual y Krist sugirió que fueran al hotel. Chimon besó el cuello de Krist, y este cerró los ojos y se metió en la idea de ser Arthit, no pudo sacar a Singto de su cabeza y quiso que fueran sus labios.

Krist se desnudó a la nada frente a Chimon y él yacía en la cama desnudo con una semi erección. Si hay algo que Krist aprendió sobre los hombres en este trabajo es que no querían a alguien real, querían una fantasía, querían un chico caliente que follara como una estrella del porno.

El aprendió sobre el sexo a través de los mismo videos de porno, compró su primer vibrador a los diecisiete y miró todas las categorías, sabía que era falso, pero le gustaba verlos. No fue hasta que Singto entró en su vida que supo completa y verdaderamente lo que era hacer el amor. Claro, él le jodía los sesos la mayor parte del tiempo, pero hubo momentos en los que lo abrazaba y lo cercaba mientras estaba dentro de él, en esos momentos se emocionaba hasta el punto de querer llorar. Pero no podía pensar en eso, necesitaba concentrarse en Chimon.

Esa misma noche, Singto trabajó en su restaurante en el centro, solo vigilando el lugar, sabía que Krist tendría sexo con alguien más y claro que le importaba, no era de hierro el sentía celos a más no poder, pero no podía demostrarlo, porque así ...

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Esa misma noche, Singto trabajó en su restaurante en el centro, solo vigilando el lugar, sabía que Krist tendría sexo con alguien más y claro que le importaba, no era de hierro el sentía celos a más no poder, pero no podía demostrarlo, porque así lo aceptó.

Sabía que era un negocio y no tenía derecho a interponerse en su camino, pero aún se preocupaba porque él se encontrara en un estado vulnerable sin supervisión. Se sintió culpable por hacerlo, pero solo revisó la aplicación en su teléfono para ver la ubicación de Krist que rastreó usando un pequeño GPS en el collar que le dio. Lo amaba más que a nada y sabía que no podía ser demasiado cuidadoso.

Para no pensar en todo eso, Singto cenó con Bright en su restaurante y supervisó al chico nuevo, Nammon.

-¿Cómo te va con el chico?. -le preguntó a Bright mientras señalaba a Nammon.

-Ese chico camina por aquí como si estuviera perdido o algo así -Bright se rió entre dientes. -Camina como si tuviera dos pies izquierdos y no tuviera para donde ir.

Los dos hombres vieron como el jóven buscaba a tientas un plato mientras limpiaba una mesa, rompiéndolo frente a los clientes. Singto gimió y se sirvió otro trago. Se frotó la frente después de tomar un sorbo.-Ohm me dio mala onda - mencionó cambiando de tema. -No puedo dejar de pensar en el hecho de que él iría por encima de mí para trabajar con Plustor.

-Sí, algo sobre todo eso suena extrañó. Ni siquiera estás tan cerca, ¿Podría haber sido un descuido?

Singto estudió el fondo de su vaso. -Nunca hubo un descuido, eso fue intencional, espero haber matado al hombre adecuado.

-¿Quiéres matar a Ohm?
-Bright enarcó una ceja y tomó un sorbo de su bebida.

Singto levantó las manos en señal de protesta. -Sí, baja la voz y no digas nada. Eso me haría caer con una bala en la parte posterior de mi puta cabeza.

-Esta bien, Sing - respondió con calma.

-Nadie aquí es una rata.

-No lo sabemos.

Bright se frotó la frente. -Sé que esto no te va a gustar, pero anoche vino un policía un tal Detective Atthipat o alguna mierda parecida.

-Es Itthipat ¿Qué quería?

-Estaba preguntando por Plustor -Bright exhaló como si le hubieran quitado un peso del pecho. - Pero no te preocupes no dije una mierda, cubrí nuestros traseros.

-Mierda. - Singto se apoyó en la mesa.

-Hay algo que no huele bien, quizás Ohm nos hizo esto.

Singto odiaba a los policías, sabía que la policía de Bangkok era corrupta, vigilaba y registraba a toda la fuerza policiaca. Algunos tipos en su antiguo vecindario se convirtieron en policías y mantuvieron la boca cerrada, pero él todavía no confiaba en ellos, eran solo cerdos con insignias y grandes egos.

-¿Por qué no me lo dijiste anoche?

Bright se encogió de hombros. -No lo sé, tal vez porque saliste con él chico otra vez y se que apagas tú teléfono mientras estás con él, te estás volviendo descuidado.

-No hables de Krist -Singto levantó el dedo hacia Bright. - Amo a ese chico y él me mantiene cuerdo.

-Sólo han estado juntos unos meses - dijo encogiéndose de hombros. - no tengo nada en contra de él, me gusta como es y todo eso, pero sé realista.

-No sabes de lo que estás hablando -dijo rotundamente. -Solo necesitas conocerlo, tal vez tengamos una buena cena contigo y con Win en algún momento.

Bright se encogió de hombros.

-Supongo, estoy seguro de que Win se alegrará de tener compañía.

Singto odiaba ser malo con su amigo a pesar de que Bright tenía razón, necesitaba concentrarse, especialmente si un policía estaba haciendo preguntas. Pero no podía soportar perder a Krist aunque dijeran cosas negativas de él. Él era todo lo que necesitaba para estar tranquilo. Singto vio como Nammon se dirigía a la cocina con los platos sucios de una mesa que había ocupado. Parecía que se quedó allí un poco más de lo necesario, así que fue a echar un vistazo.

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𝘔𝘢𝘧𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘉𝘢𝘯𝘨𝘬𝘰𝘬 ˢᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora