Krist comenzó un negocio de escort por cuenta propia y tuvo éxito, ahora vive cómodamente, sin tener la necesidad de un proxeneta que se quede con sus beneficios.
Un día por azares del destino en una de sus citas Krist conoce a Singto Prachaya, pero...
Krist decidió que necesitaba un nuevo comienzo luego de la muerte de su padre eliminó la aplicación de citas escort. Le pidió a Gulf que lo acompañara a su doctor se hizo algunas pruebas rutinarias y decidió que era hora de quitarse él implante ubicado en su brazo.
Días después fue de compras e invirtió en un buen equipo de iluminación para su trabajo de cámara.
Se dedicó a su cuidado personal, hacia yoga y también iba a terapia ocasionalmente para desahogarse e ir poniendo orden en sus sentimientos. Su terapeuta fue de gran ayuda, era un hombre apuesto de unos cincuenta años llamado Sam. Él hombre tenía un comportamiento cálido y aunque Krist confiaba en él nunca le reveló todo sobre Singto, le tenía lealtad y todavía estaba enamorado de ese hombre, pero había tanto envuelto en su relación que nunca confió plenamente en otra persona con la información que tenía. * Después de recuperarse de su tiempo de ejercicio esa mañana, se quitó la ropa de entrenamiento y la arrojó a la cesta. Giró la llave de su ducha y dejó que el agua corriera por su cuerpo, aflojando sus músculos rígidos una vez más. Recordó la última vez que él y Singto compartieron la ducha y lo bien que se sintió hacer el amor con él. Limpió esos pensamientos hasta que su piel estuvo suave y flexible.
En su cambio optó por usar ropa más cómoda y disfrutó de sus días sin maquillaje utilizado para sus citas, lo disfrutó tanto como de sus días llenos de glamour. Mientras se miraba en el espejo y se cepillaba los dientes, sus ojos se posaron en su cuello, nunca encontró dentro de sí mismo quitarse el collar que él le había regalado meses atrás. La idea de quitárselo era doloroso y todavía pensaba en él la mayoría de los días, pero él nunca se acercó. Aún así sabía que lo más probable es que Singto lo estuviera vigilando, pero se estaba concentrando en otras cosas de la vida.
Aproximadamente la mitad de sus clientes o acompañantes ahora pasaron a ser espectadores de cámara a través del sitio web Hot Sunshine. El sitio tomó un poco de tiempo, pero los fanáticos lo recompensaron con tarjetas de regalo y otros obsequios, que él canjeó.
En sus programas por cámara, se vestía con lencería, cambiaba su apariencia según la preferencia del cliente, usaba atuendos atrevidos, se desnudaba, jugaba con juguetes sexuales por aproximadamente tres horas todos los lunes, miércoles y viernes.
La cámara pagó sus facturas, pero le consumía demasiado tiempo, aunque era mucho menos agotador que estar cara a cara con hombres que a veces no tenían tema de conversación. Otras días vendía fotos de sus pies que no tenía ni idea de que existiera tal mercado.
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A pesar de todo esto quería más de la vida. Durante mucho tiempo pensó en volver a la escuela para terminar su título en negocios, solo le faltaban dos años, pero tenía miedo de fracasar. Se tragó su orgullo y comenzó a tomar clases en línea adelantado todo lo que pudiera, al principio fue bastante difícil, pero se esforzó y esperaba graduarse en algun tiempo.
Fuera de sus estudios y trabajo con las plantas estas se convirtieron en una terapia para él. Poseía diez plantas y las colocó en los alféizares de las ventanas y en su balcón estas se convirtieron en un mecanismo de curación, ya que le dieron vida y calidez a su espacio. Aunque no lo aparentara todavía estaba lidiando con el dolor de perder a su padre, aún no lo perdonaba por completo por lo que le dijo, pero trató de dejarlo atrás.
Visitaba a sus hermanos cada vez que podía, Yatch y Sammy estaban mucho mejor viviendo con sus tíos, sus calificaciones mejoraron y él estaba feliz de que finalmente estuvieran experimentando un hogar estable de dos padres. Nunca podría agradecer lo suficiente a su tía May y a su tío M por lo que hicieron y ellos estaban felices de comenzar a ser padres de nuevo.
Al día siguiente Krist decidió visitar a Gulf habían estado disfrutaron de los clásicos de música rock americana como Living in Sin, Crazy y Always cantaron las canciones "corta venas" a todo pulmón sin importar lo que dijeran los vecinos.
Tuvieron una noche de amigos y cuidado personal muy necesario para ellos. Krist había llevado carnes y aderezos, Gulf pondría los vegetales para preparar una ensalada simple.
El apartamento de Gulf era lindo y peculiar en un buen vecindario en la sección Phra Khanong de la ciudad. Era una gran diferencia verlo relajado en casa a verlo con los trajes y las camisas de cuello alto que usaba para trabajar en el bufete de abogados.
-Lo estás haciendo mejor de lo que pensé que lo harías - dijo Gulf mientras trenzaba el cabello de Krist.
Krist se encogió de hombros. -Ha sido duro, aún lo extraño.
-Era tu padre -dijo Gulf mientras separaba su cabello. -No sanarás de la noche a la mañana, date tiempo.
- Y... ¿Has hablado con Singto?
-No -Krist se cruzó de brazos y trató de enfocar su atención lejos de la tensión que Gulf puso en su cuero cabelludo. -No puedo enfrentarlo, al menos no ahora.
-¿Te ha llamado o algo?
-No - suspiró. -Mmm probablemente esté ocupado de alguna manera, además le dije que no quería hablar más con él.
-Ambos sabemos que eso no va a pasar. Ese hombre es todo para ti y por la forma en que hablas de él, sé que también significas mucho para él, dale tiempo, niño o búscalo en cuanto estés en paz.
-¿Tú que tal?- Krist preguntó mientras alcanzaba un osito de goma en un tazón. -Sé que tiene que haber alguien con quien estés hablando.
Gulf se rió entre dientes. -Tienes razón, hay algunos hombres por ejemplo en el bufete de abogados hay uno su nombre es Kao, intento estar a veces su alrededor, hay algo en él que me encanta es un poco reservado y algo misterioso, pero me mira como si fuera su almuerzo, pensé que me invitaría a salir a estas alturas, pero aún no lo ha hecho, también conocí a otro hombre en el bar, muy guapo, también está soltero, trabaja haciendo relaciones públicas, se ve impresionante deberías verlo, pero al parecer estará viajando mucho, de todas maneras no tengo prisa.
-Bueno ya decidirás quien te conviene, solo busca alguien que se preocupe por ti y te cuide, además eres tan hermoso que no te faltarán galanes en el camino.
Los amigos intercambiaron abrazos antes de que Krist caminara hacia su auto, disfrutaba conduciendo por la ciudad en la noche, había algo en la forma en que las luces iluminaban las calles mojadas y en cómo brillaban los rascacielos que lo hacía parecer más hermoso que la noche anterior.
Era un poco tarde cuando Krist se estacionó atrás de su edificio, pero antes decidió recompensarse con una pinta de helado en la heladería cercana.
Al regresar nuevamente al edificio ya con su helado vio a un hombre vestido de negro con su corbata bien puesta era alto, jóven y lo detuvo parándose en frente.
