Xiao Zhan sabía que tenía prohibido caminar en el bosque, pero solo ahí podía conseguir aquellas flores que le recordaban a la Luna, no sabía que visitar en aquel momento el lugar sería su perdición.
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Abro los ojos y me doy cuenta de que me encuentro en movimiento, alterado me despierto totalmente y veo que voy montado en el mismo caballo de alguien que no esperaba ver en una situación como está.
Haikuan cabalga a su caballo con velocidad con una mano y con la otra se asegura de que no caiga teniendo su mano sobre mi espalda. Pero asustado recuerdo lo que está sucediendo y me doy cuenta de que ya estamos casi saliendo del bosque.
— ¡Detente!— exclamo alterado.
El de inmediato hace que su caballo se detenga haciendo un rechinido alto y levantando polvo del suelo.
—Hubiese sido mejor que despertarás hasta que estuviésemos en el castillo.
— ¿Que dices? ¡Yibo y Wonho se han quedado atrás!— grito furioso ante la fría mirada que me da.
Esperando me responda agresivamente o me lleve la contraria, suspira profundamente.
— ¿Que vas a hacer si volvemos?
Me quedo callado porque lo único que cruza en mi mente es defender con mi propia vida si es necesario a ambos.
—Muerto o encerrado ya no podrás hacer nada— Haikuan me mira severamente y entonces comprendo su actuar—. ¿Crees que perdonarán tu vida por ser hijo del Rey?, No seas incrédulo Zhan.
—Lo sé...pero no puedo simplemente irme— murmuro en respuesta.
—Haremos esto a mi manera, no se lo bien que resulte el plan, pero por ahora tan solo sígueme, ¿de acuerdo?— dice extiendo su mano hacia mí para que suba de nuevo al caballo.
No tengo ni la más mínima idea del porque me ayuda, pero me siento mucho mejor siguiendo a mi hermano mayor que estar totalmente solo. De otra manera ya hubiese colapsado y probablemente ahora mismo me estuviera arrepintiendo por lo que hubiese hecho; tomo su mano y con toda la esperanza reunida en mi corazón me aferro a mi hermano antes de llegar al castillo.
Al hacerlo vemos cómo todos los Aldeanos se encuentran alterados y asustados, no dudo en bajarme rápidamente para acercarme a uno de ellos.
— ¿Qué sucede?
—Oh, príncipe....— la mujer respira aliviada—. Pensábamos que usted también nos había traicionado.
« ¿Qué?, ¿Que acaba de decir?»
— ¿Por qué dice eso...?— pregunto confundido.
Haikuan se acerca mirándonos fijamente.
— ¿De qué traición habla mujer?
—Hace unos momentos el caballero real fue traído atado de manos a los caballos de los cazadores, él rompió las reglas y ahora será sentenciado por el Rey— habla totalmente horrorizada y no puedo creer lo, un hombre ha pasado frente a ellos siendo tratado de un manera horrible y ellos solo...., —. Creímos que habían entrado juntos, pero solo era él, mira que traicionar al Rey solo por curiosidad, merece morir.
