capitulo 31

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Alex

De verdad Rosa, me traes por la amargura, tan difícil es seguir mis órdenes y ya.

No aguanto que siempre me estés llevando la contraría,  aunque muy en el fondo supongo que me gusta, haces que todo sea distinto contigo.

Sin más, me transforme en mi lobo y corrí,  corrí por aquella espesa capa de nieve, sin más,  dejándote atrás mientras escuchaba como llorabas.

A mi lobo le dolía tus llantos y muy en el fondo a mí,  también.
Supongo que nadie quiere una vida así, pero, sintiéndolo mucho la diosa luna te puso en mi camino y para tu desgracia fuiste tú.

Se que debería cambiar y tratarte mejor, pero no puedo, no quiero hacerlo, no debo...
Ella hizo que fuera así, la gente que no me valoró tambien hizo que el Alex de hoy fuera como es.

Y corrí,  corrí para no pensar , corrí para darte tu espacio, corrí para dejar mi personalidad a un lado.

Ojalá me saliera amarte, pero hay algo de mi que no quiere dejarte pasar esa barrera.

Supongo que al tener este carácter de mierda no ayudaba y sin más algo hizo click en mi cabeza y pare en seco y me di la vuelta.

Corrí de nuevo a la cabaña, llevaba años sin decir la palabra que iba a explusar de mi boca, pero, no quería que me odiaras, muy en el fondo no, solo quería que esto fuera lo más ameno posible.

Y sin más llegue, y podía escuchar el grifo de la bañera.

Llegue junto a la puerta del baño y sin estar todavía confiado llamé.

- Se que no me vas hablar, y ni siquiera me vas a escuchar pero déjame decirte y créeme que es la única vez que lo pienso decir,...- dije haciendo una pausa mientras me costaba hasta tragar la saliva- no se como mierda decir esto.

No podía,no me salía.
Si la gente de mi manada me viera en este preciso momento me tomarían por débil.

- lo siento, ¿vale?- solté.

Y sin más nada, silencio.

- Oye Rosa se que estas enfadada pero al menos dime algo sabes - dije molesto.

Nada, solo se escuchaba el grifo.

- venga ya, te pido perdón y no recibo ninguna respuesta de tú parte, pues sabes que, cuando salgas nos vamos de aquí  me he cansado de darte tu espacio por culpa de la tormenta pero ahora me da igual si te mueres cuando nos vayamos, así me libro de ti, y otra cosa más que sepas que...- no pude terminar mi frase cuando un charco de agua toco mis pies por dejabo de la puerta.

Esto no me gusta nada y a mi lobo menos.

- Rosa abre la puerta ahora o la tiro abajo- dije mientras zarandeaba la puerta.

Mierda.

Y sin más tire la puerta de una patada.

Y la vi, blanca como la nieve bajo el agua.

-¡Rosa!

Me lance a por ella, y la saque.

Apenas escuchaba el corazón, no le encontraba el pulso y estaba fría.

-Rosa no, por favor no te mueras - dije nervioso.

No sabía como actuar, no quería que te murieras y menos por mi culpa.

Mierda no sabía lo mucho que me importabas hasta ahora, no quiero que te mueras de verdad por favor abre los ojos y dime que todo era una broma.

Podía notar como mi lobo aullaba del dolor.

No no no, por favor Rosa no, tú no.

Te puse lo más rápido que pude en el suelo y te comence hacer la RCP mientras intercalaba el boca a boca.

Y nada, no reaccionabas.

-!mierda¡

Volví a intentarlo, una y otra vez y no reaccionabas.

Mientras te hacia la RCP paso lo que en muchos años no hacía, lloré.

No quería que te murieras, no quería llevar otra muerte por mi culpa a mis espaldas y mucho menos la tuya.

Volví a intentarlo otra vez y después de darte el boca boca por fin pude empezar a respirar cuando comenzaste a toser el agua de tus pulmones.

Cada vez que tosias y veía que no estabas muerta podía respirar.

- Porque me has salvado - dijo a duras penas.

- ¡Enserio me preguntas eso!- dije alterado- creía que te perdía.

- Eso es lo que siempre has querido no? - dijo sin más mientras seguía en el suelo.

Me levante sin contestarle y la tape con la toalla para que entrará en calor y sin más nos quedamos en silencio mientras ella tenía los ojos aguados y yo la abrazaba en el suelo para que entrará en calor.

- Rosa- dije mientras rompía el silencio- lo siento- mientras la apretaba más en mi pecho.

Pero ella no dijo nada.

- no quiero que te mueras y menos por mi culpa, no mereces ese final- dije.

-ahora te importó ¿no?- dijo.

-aunque no lo creas siempre me has importado- dije .

Ella solo se rio.

-ya lo que tu digas, si total a estas alturas quieres autoconvercerte de tus mentiras- dijo.

La aleje y la mire a los ojos.

- te acuerdas de la pregunta de esta tarde, de que ibas hacer lo que yo quisiera - dije.

- No cambias, si ,si que me acuerdo- dijo.

- promete que nunca volverás a pensar en quitarte la vida, juramelo- dije mientras apoyaba mis manos en su hombro y hacia que me mirara a los ojos.

- Alex de verdad ....

- prometemelo- dije.

Y después de un suspiro suyo.

- lo prometo- dijo.

Y después de esa frase sabía que me iba a matar despues de lo que iba hacer pero, la bese.

Necesitaba sentirla cerca de mi, y necesitaba hacer lo que quería hacerle desde hacer mucho.

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Hola no me ha dado tiempo a corregir las faltas de ortografía lo siento 😞

el lobo negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora