Capitulo 35

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Sentía su respiración en mi cuello y por como respiraba sabía que llevaba durmiendo desde hace un buen rato, pero en cambio yo no podía dormir. Podía ver por la ventana como a poco iba amaneciendo y sin embargo yo no podía pegar ojo en toda la noche, no quería irme de nuevo a la manada, no quería recordar todo lo que viví allí, estaba muy a gusto de la vida que había formado aquí por muy poco que llevara.

Tenía que idear un plan para salir de aquí ahora que la tormenta había terminado, aunque como iba a escapar de los brazos de Alex si ni yo misma estaba segura de sí querer irme de su lado.

Al creer que podía perderlo algo muy dentro de mi cambió y ni siquiera sé que es lo que pasará en un futuro con los dos y de si acaso tendremos un futuro juntos. Solo quería dar vueltas por la cama y aclarar las ideas que tengo, pero ni siquiera podía moverme un poco sin que mi trasero rozara su cintura.

-Si sigues moviéndote así creo que tendremos que terminar lo de esta tarde, ¿no crees? - sus palabras en mi cuello hacia que se me erizara todo el cabello del cuerpo.

Mierda no sabía cómo iba a salir de sus garras si ya estaba despierto y sobretodo sin haber pensado ningún plan durante la noche.

- ¿Ahora no hablas o qué? - sentía la respiración de Alex cada vez más cerca de mi cuello.

- Estoy intentando dormir- dije sin más.

Intente cerrar los ojos e intentar dormir lo poco que me quedaba antes de que amanecería por completo pero la mano de Alex en mi cintura apretándome más hacia él hacía que todos mis sentidos tuvieran una única palabra en mente "Alerta".

-Sabes, no sé porque, pero quiero besarte ahora mismo y terminar lo de anoche- sentía como su mano bajaba por debajo de mi ombligo haciendo caricias repetitivas.

Ni siquiera sé lo que yo mismo quería, por una vez mi loba ya no se podía controlar y yo mucho menos de poder contenerla. Queríamos a Alex eso nadie lo iba a juzgar, queríamos ser marcadas, pero ¿ya?

Las caricias de Alex iban bajando cada vez más, acariciando la goma del pantalón del pijama y yo luchando con mi loba para no girarme y terminar besándolo.

-Para Alex- ni siquiera podía controlar la voz sin que aquella frase saliera con fluidez.

- Es que acaso no lo deseas, ¿o me equivoco?, dime que tu loba no desea que esto pase tanto como yo- su mano iba bajando cada vez más- dime que no quieres que te marque ahora mismo y pararé- mi respiración iba cada vez más rápida y su mano estaba rozando mi entrada - ¿quieres que pare?

No- gemí- ya no aguanto más- mientras seguía con su mano dentro de mí.

-Te notaba desde hace unos días que querías que esto pasara como yo o te crees que no notaba como me mirabas cada vez que salía de la ducha- su aliento en mi oreja cada vez que decía aquellas palabras provocaba que todo el pelo que tenía en el cuerpo se erizara.

Es como si todo lo que iba a ocurrir no pudiera controlarlo y fuera mi loba la que había tomado el control de todo mi cuerpo.

Me gira hacia él y lo bese, su mano seguía dentro de mí mientras yo no me separaba de sus labios. Poco a poco nos ayudábamos a desvestirnos mientras nuestras bocas no estaban más de unos segundos sin la una de la otra.

-Necesito marcarte- lo sentía cada vez más cerca de mi cuello- no aguanto más.

Mi loba gritaba "si" por todo mi cuerpo, pero mi pregunta era, ¿yo quería? Me había hecho daño, pero mis sentimientos hacia él iban a más y no sé porque le cedí el control de mi cuerpo a mi loba.

-Hazlo.

-Sabes que te tengo que marcar mientras lo hacemos y que una vez dentro de ti no voy a poder parar como esta tarde- dijo muy cerca de mis labios.

el lobo negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora