el lobo negro

Capítulo 33

No sé cuántos días llevamos encerrados por culpa de esta tormenta, pero el simple hecho de tener la misma rutina durante estos días y que encima se le añadiera un tal Alex iba hacer que poco a poco acabara con la poca salud mental que me quedaba. Necesitaba que se fuera de mi casa ya, no quiero irme con él, no con la bestia. Tenía que pensar un plan lo antes posible, pero supongo que con él al lado poco tiempo tenia para pensar con claridad.

Y con ese pensamiento desde la cama me quede mirando la ventana, escuchando como el aire golpeaba en el cristal, cada vez más fuerte, pero supongo que ya estaba acostumbrada gracias al tiempo de los últimos días, y sin más cerré los ojos para volver a dormir.

No quería salir y enfrentarme a un Alex y la supuesta conversación de anoche, prefería estar al margen, por el simple hecho de que volver a sacar este tema iba a acabar conmigo. Bien Rosa, concéntrate en un lugar bonito, en el que estés con tu familia, lejos de todo el mundo y sobretodo muy lejos de Alex, donde escuches los pajaritos cantar y reine la tranquilidad...

Y sin más como suele pasar alguien me saco de mis pensamientos al poner música.

" I've been trying to call
I've been on my own for long enough
Maybe you can show me how to love..."

Lo voy a matar lenta y dolosamente, está tocando mi tocadiscos y justo ha puesto "the weeknd".

Conté hasta 3 y me levante de la cama dirección a donde estaba el individuo haciendo ese fantástico ruido.

Salí y me encontré a un Alex sin camiseta mientras hacía huevos revueltos, con bacón y tostadas junto con una taza de café.

En el momento que escucho la puerta se giró y apareció una sonrisa de par en par en su cara, pero siendo sincera mis ojos no iban solo a la sonrisa.

Empecé a toser cuando vi que me había quedado un poco embobada.

- ¿Se puede saber qué haces? - dije mientras me cruzaba de brazos.

- Nada me apetecía darme un baño en la piscina interior que tienes aquí, ah espera, que no tenías verdad- dijo irónicamente- que voy hacer, pues el desayuno y ahora siéntate que tu parte está ya- dijo señalando la mesa con la espátula de cocinar.

Me empecé a reír mientras me dirigía al sitio, Alex tiene que estar tomando una medicación porque este no era el Alex de siempre, en la vida me hubiera imaginado que me hiciera el desayuno.

- Alex, ¿ seguro que estas bien?- dije incrédula.

-Sí, ¿por?

- No nada - dije sin más mientras mordía mi tostada.

-Sabes Rosa, hoy te quiero proponer un plan- dijo mientras se sentaba enfrente mía.

- ¿Cuál? - dije con comida en la boca.

-Qué te parece dar un paseo.

Empecé a reírme, no podía esconder las carcajadas con el comentario que acaba de decir.

-Perdona, pero, estas un poco loco, ¿no has visto esta tormenta? - dije señalando la ventana.

- Ya corazón, pero por si no te acuerdas somos lobos, si nos transformamos y estamos un rato no nos pasará nada.

- No sé, no me fio de ti y mucho menos de lo que estás diciendo- dije mientras seguía mordiendo mi tostada.

- Escúchame, un lobo tiene un pelaje especial, y con esta tormenta podemos estar perfectamente 3 horas sin que notemos ni una pizca de frío- termino con una sonrisa de par en par. - Porfa Rosa, confía en mí no te pasará nada, además, puedes tomarte este paseo como una cita anda- dijo mientras me quitaba el plato del desayuno.