capitulo 3

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- bien, que hago yo para entretenerme ahora - dije en voz alta para quitarme un poco el miedo.

Seguía todavía con una sensación que no me gustaba nada, pero a duras penas llegué a la orilla del río y me senté en una roca.

Mientras decidí ver lo que me había metido mi hermano en la mochila y así pasaba un poco de rato y no pensaba en lo que había en mi alrededor. Vi que echo lo necesario: manta, agua, bocadillos, y un cojín. Suficiente para pasar aquí 5 horas.

Podía ver en mi reloj que eran las 1:30 am y que el bosque daba más miedo que aparentaba en las leyendas. Estaba tan metida en mis pensamientos cuando escuche un ruido cerca de mí. Empecé a activar todos mis sentidos de loba y sólo escuchaba pisadas que estaban a lo lejos. En ese momento mi cara tuvo que ser un poema, ¿y si era el famoso lobo negro?

Decidí pensar que seguramente sería mi hermano queriéndome dar un susto o alguien dando un paseo o el lobo negro.

El último pensamiento me asusto más y decidí escalar un árbol y ponerme en una rama a esperar que pasara el tiempo.

Me costó subirme, pero por fin pude estar cómoda en ese gran árbol. Una vez que visualice lo que había a mi alrededor podía ver en el río como se reflejaba la luna invitando a todo ser mágico a acercarse a admirarla.

Las pisadas se iban a acercando y mi miedo aumentando. Escuchaba cerca del árbol donde estaba subida y en mi mente sólo podía pensar que si moría ahora por algún bicho iba a volver del mundo de los muertos a matar a mi hermano por esto.

Decidí echarle valor por muy cagada que estuviera y miré por encima de la rama para ver lo que había debajo del árbol y cuando miré solté un gran suspiro de alivio al ver que sólo era un conejo.

- menos mal - dije en voz alta.

Volví a mirar al río y como iba pasando el tiempo, iba acostumbrándome al sitio.

Me acordé de la leyenda del lobo negro, pero no creía en leyendas, casi todas las leyendas eran falsas y esta no iba hacer la excepción, ¿no?

Al ver que el tiempo pasaba lento, decidí escuchar música con mis auriculares y mi móvil.

Estuve así toda la noche tarareando canciones y olvidándome de lo que había a mi alrededor. Una vez ya harta de escuchar música y con mucho sueño vi el reloj y pude ver que eran las 3:07 de la am y sólo se me ocurrió dormir un poco. Me acomodé en las ramas y cogí la manta y me tape para no tener frío y apoye la cabeza en el tronco y me dormí un ratito.

Al rato me desperté por unos ruidos, miré a mi alrededor y no veía nada.

- Rosa, tengo miedo, presiento que algo malo va a ocurrir (dijo mi loba)

- enserio me dices eso ahora y en estas circunstancias (dije en mi mente)

Corte el link con ella y active todos mis sentidos. Miraba a mi alrededor y pensaba una y otra vez que era otro conejo.

Mire el reloj y eran las 5:20 am, perfecto ya me podía largar de este sitio.

Mire otra vez por el alrededor y el ruido dejo de escucharse. Bajé como pude del árbol sin matarme y una vez abajo, me acomodé la mochila y emprendí camino para mi casa.

En cuanto intenté dar un paso, un aullido se escuchó detrás mía.

- mate, búscalos Rosa - dijo mi loba.

Me di la vuelta y pude ver en lo alto de la roca del río el famoso lobo negro de las leyendas mirándome con sus ojos inyectados en sangre fijamente.

- no pude ser, tu no - dije en voz alta.

- Rosa su aura me da mala espina, corre - dijo mi loba.

No hizo falta que lo repitiera dos veces y salí corriendo como alma que lleva el diablo.

Podía escuchar cómo me perseguía y sabía que estaba cada vez más cerca, pero o era correr o entrar en el mismo infierno.

Pude ver mi casa a lo lejos e intenté acelerar, pero no pude ya que el salto en lo alto mía y me atrapó. Por desgracia caí en el suelo y me di un golpe en la cabeza provocando que sólo viera su mirada roja como la sangre mirándome y con eso ya no supe más y vi todo negro.

el lobo negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora