42. genial

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Un hombre de "unos tantos años", esperaba caminando de un lado a otro en su oficina.

Los papeles que había mandado a traer no llegaban y su paciencia estaba siendo prendada por un hilo tan delgado.

El alfa en él dejo salir un gruñido, gruño mucho, con ganas de arrancarle el cuello a uno de sus asistentes por ser tan lento.

—Maldito beta —rugió con intensidad

El olor de odio, enojo, irritación, desprecio, molestia; todos esos sentimientos estaban esparcidos como aromas en su oficina.

Escucho golpes fuera de su oficina, fue hasta su escritorio donde había una máscara color blanca con detalles azules por toda su circunferencia y una pequeña media luna debajo de su ojo izquierdo color plateada, en cambio, en su cachete derecho había una estrella negra.

—¡Pasa! —gritó

—¡Lamento la tardanza! —corrió hasta él y se dejó caer hasta el suelo para arrodillarse

—¡La hoja!

El beta con tal de querer mantener su cabeza en su lugar debido, le entrego rápidamente la hoja sin levantar la mirada.

—Habla.

—Es él, señor.

—¿Ah sí? —elevo una ceja—. Levanta tu mirada

—Hmm —afirmo mientras veía a los ojos a su jefe, porque en el orfanato lo enseñaron siempre ver a sus mayores a sus ojos, por más «odio» que estos emanen, "respeta, siempre respeta", dijo la monja Aoi—. La sangre ha sido confirmada, se le vio en el bosque con un lobo negro por estos días.

—¿Quién es el tipo? —el beta le alzo otra hoja

—Kim NamJoon —hablo rápidamente—. Hijo de Kim HaJoon y Lee Hye, ambos alfas.

—Kim —susurro

—No son esos Kim, el padre era perteneciente de la manada «In nigrum» —contuvo el aire y espero a que su jefe hablara

—Ese Kim... el niño, ¿es...?

—Por lo que podemos ver, lo es, aunque sus características no sean las de un lobo de aquella manada. El chico tiene... ese algo, si sabe a qué me refiero, puede que sea él como lo es el «otro».

Su jefe asintió y no dijo nada, sopeso esa información, una amarga noticia, esa puta manada siempre, no importaba como, siempre esa manada tenía que interponerse.

—Bien —asintió—. Te tengo un trabajo, pídele a Woo y al tipo ese, a su compañero, beta, que se dirijan a In albis. Diles que... —sonrió ladino—, quiero entrar a ella, necesito algo de aquel lugar.

El beta dio una reverencia mientras se paraba del piso y salido huyendo de aquel sitio, porque el orfanato le enseñaron a ser obediente y él lo era con su señor, aunque... lo que él hacia fuera en contra de sus principios.














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—Kim, Wun. Wun, Kim.

—¿Wun? —arqueo su ceja el peli-negro

—Wang Jun, junte la primera letra de mi apellido y tomo las dos últimas letras de mi nombre.

—Pero que ingenioso —hablo con mucho asombro mientras tomaba asiento enfrente de ambos omegas

—Y supongo que el tuyo es por tu apellido.

oblivion [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora