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ᵛ. Un giro de 180°.

Pov. Park Jimin


Era injusto.

Yoongi era demasiado caballeroso y respetuoso para nuestro propio bien, no era justo.

Después de mis celos siempre quedaba aquella fase de melancolía; y entonces, recordaba a mi madre alfa, carajo, la extrañaba, ya sé, han pasado 11 años, pero toda mi vida la extrañaré, después de todo me falta ese lado "alfa" en mi vida, donde posiblemente mi madre le hubiera rugido a Yoongi por llevarme en mis o sus celos a su departamento, pero era algo que nunca podría tener.

—¿Quiere que ponga la calefacción? —propuso el conductor y vi por su retrovisor sus ojos cafés

—No, este, gracias —este asintió y dejo de verme por el retrovisor

El punto es que, quiero estar con Yoongi después de mis celos, pero él era demasiado responsable con mi padre omega, siempre cumpliendo sus expectativas y órdenes, y era algo, que nunca admitiría, pero era algo que agradecía.

El simple hecho de que mi padre nos cuide a mi hermano y a mí después de aquella perdida del alfa de la casa, bueno, fue juzgado, a excepción del alfa de la manda y pocas familias que conocían nuestra situación, cuando supe hace tiempo que mi alfa tenía 20 años, me dolió, yo no quería a un tipo mayor que yo, eran maduros y aseguraba de que Yoongi iba a burlarse de mí por mi estatus familiar, pero no fue así, todo lo contrario, no me cortejo en seguida y eso me molesto aún más, luego supe que todos los días iba al trabajo de mi padre omega en busca de su permiso para cortejarme, ya que, al ser menor de edad, -tenía 16 años no era la gran cosa- es que no era muy bien visto y Yoongi no quería "manchar" más a nuestra familia con rumores sobre como mi padre no sabía cuidarnos incluso de nuestras parejas predestinadas.

—Yoongi —susurré y prendí la pantalla de mi celular donde había una foto de él con unas orejas de gato, y sonreí enternecido

Ese día habíamos tenido nuestra tercera cita y en la cual me pidió ser mi pareja, no me mordería, pero seriamos novios; nos llevó a un parque de diversiones y fue divertido usar diademas con temáticas de animales, le escogí a él de gato y él me puso unos ojitos de rana, sin darse cuenta le tome muchas fotos y esta, era mi favorita. Se enojó un poco, pero había valido la pena.

Deje de ver mi celular y preste atención en como gotas gordas caían en la ventana del auto.

Cerré un poco los ojos y recordé mis palabras de anoche hacia mi lobo: ¿Crees que... nos está engañando?

Mi lobo tenía un sexto sentido, el cual funcionaba siempre en nuestro alfa, y anoche Yoongi me llamo, algo en su voz, él escondía algo.

Jimin, deja de pensar en ello.

Puede que tenga otro omega y no nos quiere decir.

Jimin.

En ese momento escuché como mi conductor se quejaba.

—¿Pasa algo? —me incliné para ver por el parabrisas

—Estaremos varados un tiempo aquí.

—Ah, está bien, no tengo tantas ansias de llegar —susurre y estampe mi espalda en el asiento—. No importa.

El señor puso una música liviana, luego sentí como acelero un poco, supongo que odiaba el tránsito y nos sacaría de ahí, mire atrás y vi como un autobús, nos seguía, luego nos rebasó y escuche al conductor gruñir.

—Los conductores de buses cada vez son peor.

—Ya —susurré, volví a recargarme en la ventana

Vi de nuevo mi pantalla y sonreí, todo iba a estar bien, Yoongi no podía engañarme, él no era esa clase de persona, tal vez estaba divagando o... dejé de pensar en todo al escuchar un fuerte golpe de vidrios y metal.

Todo paso tan rápido.

El bus que nos rebasó dio un giro de 90º, la parte trasera estampo contra el auto y también nos volcamos, giramos y giramos hasta que el auto quedo volcado 180°.

—Yo- Yoon... gi — susurré y todo se volvió negro para mi

oblivion [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora