142. el día en que el lobo volvió a aullar

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Hoseok, aunque parecía a punto de caer por el desangramiento inevitable, Jiyu comenzaba a sentir como el veneno de la bala estaba inundando toda su sangre; tres balas que habían dado en puntos estratégicos fueron suficientes para caer en su forma lobo.

Mientras la muerte acariciaba a uno de los Jung, Kim SeokJin estaba terminando con la vida de sus cadenas humanas.

Corriendo hacia el alfa albino, dio una fuerte mordida en su cuello, y otro más por su lomo, aquella acción había logrado hacerlo caer.

¡Jin! —Su-Wook grito en su forma humana, la mordida y las dos balas le restringían volver a ser un lobo—. ¡Deja de escuchar a esos seres inferiores! ¡Tú me perteneces, como yo a ti!

No... Nunca le pertenecí a nadie, Su-Wook... Maldita encarnación del Sol... Umbra —caminando por el lugar, saco algo de sus bolsillos inexistentes

Observo una roca negra, esta había sido entregada por MinJoon cerca de la "cueva de los orígenes"; vió lo que necesitaba para finalmente ser libre.

Mientras apretaba con fuerza dicha roca, volvió a transformarse en un ser etéreo al estar en dicho «lugar», miro hacia atrás, Hoshi se veía cansado, e incluso herido, aunque el omega no entendía aquel estado; NamJoon, estaba impresionado al ver como Su-Wook intentaba arrastrase para llegar hasta Jin, que se encontraba lejos de él.

¡Albus!

—Luna, madre Luna... Escucha a este ser una vez más, y ayúdame a... Conceder mi mayor deseo —orando por ello, escucho una campanada, aquel sonido lo llevo a otro salón blanco, NamJoon, Taeyoung y Su-Wook habían desaparecido—. ¿Qué... paso?

—La roca... Ha cumplido su función —escucho una voz dulce—. Al morir, pediste una...

—... Una forma de contactarte —miro la roca negra que desaparecía poco a poco de sus manos—, así que esto guardaba la "cueva de los orígenes", tú... Llamado.

—Albus... Me da gusto saber que has orado de nuevo —el albino volteo de un lado a otro, hasta que levanto su vista, una luz platinada producía aquella voz

¿Luna?

—Así es.

—Así que... te has acercado a mí.

—No quería asustarte... Te mereces una buena vida, Albus.

—Mi nombre es Jin —señalo—. Me gustaría ser llamado por mi nombre actual y no por el viejo.

—Oh, lo siento, Jin.

—Gracias —dio una pequeña reverencia—. ¿Vas a conceder mi deseo? ¿Te llevarás a la encarnación de Umbra? ¿Lograrás que él no vuelva a la tierra?

—Al... Jin, Umbra dejará de existir, el Sol, al menos una parte de él se mantiene viviendo en su «lugar»... Él ha dejado de pensar en ti, sin embargo, su encarnación que mando hace miles de años tomo independencia del mando del Sol.

—¿Qué quieres decir con ello, Luna?

—Los deseos que tiene una relación con una deidad son complicados de cumplir, y más si una encarnación se volvió independiente.

—¿Debo dar algo a cambio?

—Así es, Jin.

—¿Cuál...? No... No —negó con su cabeza y se hincó—. No puedo darte mi vida, Luna... Yo quiero, yo quiero vivir por aquellos que han muerto por mí, quiero ser...

oblivion [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora