oblivion [NamJin]

104. Byun Taeyoung

Saliendo de un buen baño con su bata enrollada en la cintura, recordó lo bello que era vivir; una de sus actividades favoritas siempre era la ducha, se sentía vivo, y los pocos recuerdos de una buena niñez revivían. Recordando cuando Su-Wook una vez lo llevo a un lago y le dijo que se bañara, el hombre lo lanzo y él se dejó mojar y ser secado por él. Aunque sabía que ese alfa era peligroso y nada piadoso, esa acción la recordaría por unos años más.

En momentos en que estaba solo con él, a veces preguntaba ¿por qué todo cambió?

¿Dónde estaban las manadas más fuertes? ¿Por qué... dónde había árboles de pronto había casas? ¿Por qué no sé podía hablar de los albinos? ¿Qué era eso de internet?

—Maldito estúpido —murmuro—. Ahora que sé todo no pienso volver contigo —tomo otra toalla y se secó el pelo para después aventarla por la cama, busco la camisa que en algún momento traía puesta, pero antes de seguir, la puerta principal de la habitación se abrió

Se dio la vuelta y sus ojos miel se encontraron con los ojos cafés del beta, Taeyoung primeramente entendió por qué el jabón que utilizo le recordaba algo, o más bien, a alguien, después, recordó que la camisa tenía un perfume que se quedó en su ropa cuando sus labios se habían encontrado con los de sonrisa de corazón, una vez que comprendió ello, vio como estaba ahora, semidesnudo con una toalla en su cintura, así que le tomo unos 10 segundos para ir a la cama donde aventó la toalla y amarrársela en la parte superior de su cuerpo.

—Ah —fue lo único que pudo decir antes de tener a Hoseok tan cerca de su persona

—¿Cómodo?

—Bastante, sí —asintió y no dejo de soltar el nudo de la toalla para que no se cayera—. Hoy sucedieron tantaaas cosas que me siento mejor que nunca, así que, sí.

—Ya veo —vio donde estaba la camiseta tirada en el piso y unos bóxeres—. Usa otra ropa, es poco higiénico utilizar lo mismo.

—No es que ten-

Él se calló cuando el pelirrojo alzo una bolsa.

—Ropa nueva, quédatela —la aventó a la cama y volvió a ver toda su anatomía para conectar otra vez sus ojos—. Hay que hablar.

—Ya dije mucho, ¿no crees?

—Tu cabello, pecas y la inexistencia de heridas me dice que no.

Taeyoung retrocedió un poco y con su mano suelta toco su cabello para suspirar molesto.

—Mierda.

—Sí, mierda —repitió

—De verdad les quería decir, ya les dije la verdad sobre el primer albino, sobre Su-Wook y del chico SeokJin, necesitaba... tiempo de respirar.

—Me sorprende que sepas tanto siendo solo... Un asistente.

—Soy más que un asistente, yo no pertenezco aquí —presiono más el nudo—. Sé que posiblemente ahora todo lo que diga lo dudes, pero nunca tuve intención de mentirte, jamás. Siempre he admirado al gran beta J-Hope, aquel que hace notar que siendo alfa u omega no lo es todo —aquel que me recuerda a él

—Aun así, me mentiste.

—No es así, nunca he dicho algo que no.

—¿Y de lo que eres? —pregunto algo triste—. Dijiste que eras alguien más trabajando para aquel alfa. ¡Incluso te defendí en el salón rojo!

—¡Yo no pedí ayuda! —grito de igual manera y apretó más en su mano el nudo—. ¡Yo no pedí nacer así!

—Entonces dime, ¿quién eres?