oblivion [NamJin]

º

ᵛᴵ. mi hermano.

Pov. Jeon Jungkook

No recuerdo muy bien mi niñez, en realidad, no recuerdo haber tenido una.

Mis padres me abandonaron a los cinco años y me dejaron en la calle, al menos me hubieran dejado en el orfanato, ¿no?

Total, comencé a robar y a meter mi nariz en donde nadie me llamaba, porque buscaba comida y un lugar en donde dormir.

Pase dos años corriendo y escondiéndome de todos, hasta que ese hombre llego ante mí. Era de noche, yo me resguardaba en una caja de cartón cerca de la basura de un restaurante, así al despertar tendría un buffet con las sobras de la noche anterior, aunque al final no comería nada por dos razones, uno, era martes en la noche, la basura pasaba antes de que yo me diera cuenta y dos, ese hombre había llegado por mí.

—Hola —saludo de pronto un viejo con buen aspecto, realmente vestía bastante bien para estar en un lado de mala muerte, al igual que su cabello elegante de color cobrizo no combinaba

—Ey, tú —bufe—. Si vienes por las sobras, son mías, este es mi territorio —le había dicho, aunque era poco probable que él tomara algo de la basura, la realidad podría ser que pasaba a tirar comida

—Ja, ja, ya veo.

—Hmm, ahora, fuera —gruñí y me tapé con otras cajas de cartón.

—No se ve muy cómodo.

—No lo es, largo.

—Puedo darte un lugar donde vivir, si lo deseas.

—Meh, no lo quiero, el orfanato ya no es sitio para mí, ahora, piérdete —insistía con que se fuera, porque las noches eran las únicas donde no necesitaba pensar en cómo sobrevivir

—Mi nombre es Jung Jihu.

—Ah, qué bueno, aunque no te pregunte, largo.

—No me voy a ir, no sin ti —el de cabellos cobrizos se hincó ante mí y alargo su brazo—. Ven.

—¿Grupo 89? — arqueé una ceja—. Qué nombre tan más ridículo.

—¿Eh? No es cierto —por primera vez en mi vida estaba presenciando a un adulto formar un mohín— ¿Sabes que significa el 89?

—Señor —le reprendió la mujer que iba manejando, pero el viejo no le hizo caso

—El 89 es uno de mis números favoritos, por eso mi organización se llama así —vi como sus ojos brillaban—. Los números son mensajes especiales que la madre luna envía para nosotros —anuncio aun emocionado—. El 89 tiene como personajes principales el 8 y el 9, el 8 habla de la disciplina y dedicación, lo que caracteriza a mi equipo, y el 9 sobre el amor.

—Ja —reí por lo último—. Esa estupidez del amor no sirve.

—¿Eh? —me miro con unos ojos acuosos—. No digas eso, que el 9 no te ha hecho nada —me acuso y volvió a sentarse rectamente en su asiento—. El 9 no solo habla del amor, tambiénn sobre él sacrifico personal, algo, que también, caracteriza a mi equipo. Las personas que llevan el 89 tendrán una vida impredecible...

En ese momento Jihu no dejaba de hablar y sobre lo increíble que era su equipo, luego comenzó a alocarse y hablarme de números como un maniático.

—¿Quién es? —señale a un niño, era la primera vez que veía a uno en el equipo, ya habían pasado cuatro años desde que estaba en el grupo 89 como aprendiz