oblivion [NamJin]

143. Jung

Antes de que el aullido de victoria por parte de Jin fuera emitido, Hoseok trataba con todas sus fuerzas mantenerse de pie, la falta de sangre y las heridas que parecían incurables lo estaban arrastrando por todo el lodo, la lluvia estaba cesando, y eso significaba que debía hacer algo, su pelea contra aquella mujer se alargaba y como un beta sin manera de recuperarse como la alfa, ya no estaba dando su 100%.

Aunque la vida le sonrió, al ver como Jiyu que estaba tirada en modo lobo, poco a poco se había vuelto humana, al fin las balas le estaban haciendo efecto.

—No sé por qué estás orgulloso... Esto... No te hace mejor... Usar balas... Ja, maldito... Maldito perdedor.

—Digamos que era lo único... Que me acercaba a tu fuerza —suspirando se quitó el cabello que lo molestaba—. A pesar de todo lo que has hecho, sigues siendo una Jung, tu voluntad de vivir, es igual a la de Jihu.

—¡Cállate! ¡No te atrevas a poner el nombre de mi hermano en tu sucia boca, maldito beta! —el pelirrojo camino hacia ella, y se hincó para estar más cerca

—Jung Jihu —detalló con calma

—¡Hijo de mierda! —exasperado pataleó—. ¡No mereces ese apellido!

—Ni tú... Pero aceptaré que eres un Jung, alfa o beta, da igual... Tienes rasgos como Jihu, y eso... Es molesto.

—¿Ah?

—No voy a asesinarte —levantándose, comenzó a buscar sus chacos

—¡¿Qué-

—Puede que Jihu se retuerza en su tumba al escuchar mis palabras, porque una de mis primeras lecciones a su lado es: "Asesinar o ser asesinado", y he preferido no escoger ninguna. Voy a dejar que las balas decidan tu muerte.

—Ja, qué patético —rio—. ¡Si muero, será por «tú» bala lanzada!

—Si mueres, será por «tú» falta de voluntad —tomando sus chacos, se sentó un metro cerca de la alfa—. Fue una —concretó

—¿Eh?

—En tu cuerpo tienes una bala defectuosa con veneno, las dos, son balas comunes —encogiéndose de hombros, sonrió—. Veamos si eres una Jung, esta... Es mi prueba.

—Tú...

—No voy a matarte, porque aunque te mate, Jihu no volveré a mí, no puedes traer a los muertos a la vida, ni satisfacerte por ver la muerte de aquel que asesino a quienes amas. Y aunque me esté contradiciendo... Esa es mi «nueva» lección de vida, aunque estén fuera de los principios que me dio mi padre.

—Hoseok.

—Jung Jiyu, fue un gusto conocerte —levantándose, saco un collar, y lo lanzo para que lo viera—. Ese viejo no dejó de ver aquel relicario, siempre lo llevo a todas las misiones, y antes de empezar veía esas dos fotos, cuando supe lo que contenía me hirió un poco... Pensé que él no me veía como familia, pero no fue hasta que me nombro sucesor, y cuando me dio su apellido me dijo "Hoseok, porque no te tenga en mi relicario no significa que no eres mi familia, simplemente no te tengo... Porque sigues vivo, y tu rostro lo puedo ver siempre que desee", después de ello, nunca dude de sus palabras, hasta la fecha no lo dejo de hacer.

La alfa, con su mano temblorosa, tomo el relicario, y abriendo sus ojos con sorpresa, regó sus lágrimas; dos fotografías, una donde estaba una beta con una pequeña en sus brazos, y otra, donde estaba la familia Jung, incluida ella.

—A pesar de matar a sus padres, no te odio.

—Jihu —sollozo el nombre de su hermano—. Lo... Lo siento.